lunes, 29 de agosto de 2011

Un oscuro pasaje de Pynchon

"Escarificado todas las noches en aquel surco de protección que el volumen del desperezo urbano volvía a roturar con virtuosismo al despuntar el día, ¿qué suelos fértiles habría removido, qué planetas concéntricos descubierto? ¿Qué voces entre oído, que retazos de dioses esplendorosos sorprendido entre el manchado follaje del papel de la pared, qué cabos de vela encendido para que bailotearan sobre él en el aire, presagiando, el cigarrillo entre los labios, con que él o un amigo se quedarían dormidos algún día para sucumbir entre sales ardientes y secretas, guardadas durante años por la borra insaciable de un colchón que conservaría restos de sudor de todas y cada una de las pesadillas, de una vejiga incontinente y desbordada, de poluciones nocturnas derramadas con depravación y los ojos anegados en lágrimas, semejante al disco duro de un ordenador de los derrotados?"
Pynchon y su traductor Antonio-Prometeo Moya en "La subasta del lote 49

1 comentario:

  1. ¡Qué poético y asqueroso ese colchón que conserva el sudor de cada una de las pesadillas!

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