miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cumplir

Cumple cumplirse. Y en tanto no esté cumplido cumplir duele, pero cumplimos, es inevitable.

martes, 27 de noviembre de 2012

Vivir


Solo hay una opción: vivir. Pero vivir entendido no como ser vivido por la vida, sino vivir a propósito. Hacer vida. No vale echar días para atrás hasta alcanzar la jubilación y entonces ya veremos. No vale comportarse acorde a la edad que tenemos que ya vamos siendo mayorcitos y deberíamos dejarnos de tonterías. No vale asentir porque la alternativa es peor, el sueldo más bajo, la soledad más terrible. Vivir, digo, que requiere mucho valor para tomar decisiones que rompan la inercia que lleva al desaliento, a la desesperación, a la filosofía o a la religión. Vivir. … 

Vale, ya lo he escrito, qué orgulloso estoy de mi texto. Ahora a trabajar, que se hacen las dos y hay que volver a casa a calentar la comida y sacar al perro. Que esta noche ponen un reportaje buenísimo en la tele y luego acostarse prontito que hay que madrugar. 


martes, 20 de noviembre de 2012

Detenido por matar el tiempo

 

 


Riforfo Rex, que se declara “escritor diletante”, natural y residente habitual de nuestra ciudad, ha sido detenido esta tarde por matar el tiempo. 

 

La eficiente policía lo siguió durante horas para reunir pruebas suficientes y, según declaraciones del portavoz de la comisaría, han cumplido con creces su cometido. Ya venían sospechando de este individuo, al que sin duda puede catalogarse de asesino en serie, pues prácticamente toda su vida la ha empeñado con insana indiferencia en la comisión de este crimen.
En la tarde definitiva se le vio salir de su casa a eso de las cuatro, mal vestido y sin peinar. Estuvo caminando sin rumbo fijo, alejándose cada vez más de su vivienda. Curioseó en cuanto escaparate se le cruzó al paso y particularmente se le notaba malsana delectación en las librerías. Nunca entró en ninguno de los comercios, lo que lo hubiera redimido en parte de su crimen gracias a un honorable consumo. Al finalizar la tarde, los policías, hábilmente camuflados entre la gente común, lo siguieron hasta la avenida marítima donde, con toda la desvergüenza de los de su clase, el individuo se sentó ¡a mirar el horizonte!, mientras el sol se ocultaba tras él. Hecha la noche, el individuo, sin presura, regresó a paso cansino a su casa, a cuya puerta lo esperaban unos efectivos uniformados, previamente avisados por los policías camuflados.
Ha sido puesto a disposición judicial después de haberle tomado declaración. En dicha declaración, el individuo no ha podido dar ni una sola justificación razonable de su deambular, ni ha podido aportar ninguna evidencia de que haya hecho algo de provecho en toda su vida. Como prueba material, la policía, tras un breve registro, pues el individuo no se preocupaba de ocultarlas, se ha incautado de un montón de cuartillas escritas a lápiz con textos de carácter poético o narrativo que, por su contenido, resultan absolutamente inútiles para el mercado literario.
Permanecerá a la espera de juicio para lo cual ya le ha sido asignado un abogado de oficio. Triste oficio este de defender lo indefendible.
                                                                        Martes 20 de Noviembre deste año

lunes, 19 de noviembre de 2012

Caballero y escudero

 
Permanezco en el umbral de la indecisión, sin luces que me guíen, sin locura que me empuje. La duda permanente de todo lo que creo creer es mi única brújula. Solo una certeza: mañana, si aún estoy vivo, tendré que ir a ganarme el pan. Es cierto, no es cierto, tengo gallinero que me cubre de la lluvia y, sin embargo, pienso en el palacio de cristal. Eso es todo. Todo lo demás es tan falso como la literatura, como los sueños.

¿Es tan malo, entonces, soñar, Sancho? Depende de a qué llame usted sueño, señor don Quijote. Yo sueño en comprarme una vaca y usted en rescatar princesas. Pero los dos hemos de seguir el mismo camino, Sancho, penamos igual, recibimos los mismos golpes. A mí me duelen más. Pero a mí me duelen más adentro, escudero. ¿Adentro dónde, señor? En el alma. A mí me duelen los riñones, los huesos, la cabeza cuando me la descalabran. El alma sólo me la pongo los domingos, cuando voy a ver a Dios. Yo, en cambio, soy todo alma y sueño. El cuerpo, lo arrastro y me pesa, me estorba para volar. Mire vuesa merced que eso que llama usted volar yo lo llamo caer...

Y así seguimos, caballero y escudero, recorriendo los caminos. Unas veces el juicio de uno salva al otro, otras veces la locura del otro contagia al uno. Y las aventuras se van cumpliendo. Al final, ¿es inevitable?, morirá el triste caballero y, triste, el escudero, volverá a su hogar.

martes, 13 de noviembre de 2012

Ráfagas

Podría pensar que no existo, que soy mi propio sueño. Creo que la vida es la nada y que la nada es otra cosa mejor. Arde mi corazón pasteurizado. Tu risa significa más que el viento. Espero sin molestar a las moscas. Se desangran mis partes, se mezclan sus colores. Desde la nada que soy crece un grito. Mi sueño es tener algún sueño. Cruzar el mar, entregar mis manos en recepción, mi ojos en recepción, mi aspecto en suma, en recepción, y darme a la ausencia. Mi sueño, ¡ay, qué se yo de mis sueños! Ser. Solo eso. Mi reino está en tu cabeza. No quiero ser un hombre común. No quiero ser tú, ni gustar lo que gustas, ni odiar lo que odias, no quiero compartir nada contigo, que todas mis partes sean distintas a todas las tuyas. En el fuego arde la pena y se consume. A la mañana se han enfriado hasta las cenizas. Falsos estallidos de euforia. Pero el viento sigue soplando sobre el cementerio.

(supongo que influencias de la Pizarnik)

domingo, 11 de noviembre de 2012

Alguien mide sollozando
la extensión del alba.                                            Alejandra
Alguien apuñala su almohada                                              Pizarnik
en busca del imposible
lugar de reposo

sábado, 10 de noviembre de 2012

sapos

"Ay", se quejaba la princesa, "ya no hay príncipes". Y apartaba, asqueada, con los pies, los sapos que infestaban el suelo.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Indecisión

tengo que esperar
no, tengo que actuar
no, no tengo ninguna obligación
sí, tengo que decidir
horror de libertad, ¿qué hacer?
tienes que esperar
tienes que escuchar
tienes que decidir
tienes que actuar

y si no esperas te precipitarás y volverás al principio
y si no escuchas errarás sin rumbo y volverás al principio
y si no decides no te moverás del principio
y si no actúas...
                          ¡ay de ti si no actúas!
                     

lunes, 5 de noviembre de 2012

Huidobro

Empieza bien la semana. Me acabo de ganar dos euros, el reintegro de la cantidad invertida en la adquisición de un número del sorteo de la ONCE. (Qué largo para decir que me acabo de ganar dos euros en los ciegos)

El fin de semana ha sido productivo: he descubierto a Vicente Huidobro, un tipo loco que escribía unas cosas geniales y que no se contentaba con escribirlas sino que trataba de despertar con ellas y con su acción -Acción se llamó uno de los periódicos que fundó- a la sociedad adormecida. Un loco maravilloso.





Una sucinta biografía



No dicen nada de cuando se robó el teléfono del bunker de Hitler, ni tampoco de cuando en su periódico puso los nombre de los políticos corruptos y le dieron una paliza por ello, ni de que su tumba fue profanada, (250 kilos pesaba la losa, dicen), ni de que se raptó a dos mujeres, una de ellas la Wils Mont, ni de que fingió su propio secuestro por los ingleses, presuntamente por andar pregonando la caída del imperio colonial inglés (en su novela Finis Britannia, ni de que se tenía por el primer vanguardista, ni de sus escritos megalomanos reescribiendo la Biblia a su imagen y semejanza, -razón por la cual, su padre de quemó toda una edición-, ni de que fingió su propia muerte, al menos una vez...

todo esto lo cuenta aquí, bajito, pero lo cuenta


viernes, 2 de noviembre de 2012

¿Hablar?

¿Y cómo nos atrevemos a hablar cuando desconocemos el exacto significado que el otro le da a nuestras palabras?¿Cuando ni nosotros mismos vemos completamente reflejado en lo que hemos dicho lo que hemos querido decir?