jueves, 30 de septiembre de 2010

Huelga General. Conclusiones.

Ayer fue la Huelga General. Los Sindicatos están contentos porque según ellos hubo un amplio seguimiento. La Patronal está contenta porque según ellos la huelga fue un fiasco. El Gobierno está contento porque los servicios mínimo se respetaron y no hubo demasiados disturbios. Yo estoy contento porque me quedé en casa todo un día orinando en un bote para llevarlo el viernes a un análisis. El Gobierno Canario está contento porque no se paralizaron demasiado los aeropuertos. Los periódicos están contentos porque llenaron sus portadas de grandes titulares interpretando los resultados de la huelga como les dio la gana. ¿Por qué no hay más huelgas generales, si nos hacen tan felices a todos?

jueves, 16 de septiembre de 2010

Tejos

Si yo no fuera tan tímido y tú no fueras tan esquiva, podríamos haber tenido una historia.
¿Tú crees?
Estoy completamente seguro, es algo que se sabe, una certeza extraña que me brota desde el corazón cada vez que te veo. Tú y yo somos como dos piezas de un puzzle que encajan a la perfección, pero que nunca llegará a juntarse. Un puzzle potencial, por así decirlo.
¡…!
Sí, yo voy un poco más allá de Platón y sus seres primitivos, agregados de todas las combinaciones de género, que fueron lastimosamente separados por los dioses y desde entonces condenados para siempre a buscar su otra mitad. Yo más bien creo que cada uno, afectivamente, somos como una pieza de un puzzle maestro, en el cual según qué pieza combines con cual obtendrás una imagen diferente; ahora bien, no todas las piezas combinan con todas las demás y ahí está el intríngulis del juego, encontrar piezas que encajen y deleitarse con el paisaje que muestran, luego deshacerlo, barajar y volver a montar un nuevo paisaje.
¿Entonces tú no crees en el amor eterno?
La única eternidad en la que creo es en la que hay en el centro de los agujeros negros donde el tiempo se detiene. Pero siempre puede ocurrir que al Gran Jugador le agrade tanto un paisaje que se resista a deshacerlo.
¿El Gran Jugador?
El Gran Jugador somos todos en conjunto, no pienses en señores barbados y aburridos de estar solos. El Gran Jugador somos todos en conjunto, la Humanidad como masa que razona y se comporta con parámetros distintos, y a veces contradictorios, con los que usamos cada uno individualmente.
¿Y qué razones tiene La Humanidad para no habernos juntado hasta ahora?
La Humanidad no usa razones, se mueve por azar y por afinidad. Su comportamiento es azaroso pero condicionado en el sentido de que una acción atrae acciones afines, lo que hace que se forme un complejo de acciones que es lo que permite la persistencia de sus efectos. Sin embargo cuando realiza dos acciones contrarias, sus efectos se anulan mutuamente y aquí no ha pasado nada. Lo mismo ocurre en el cosmos.
¿Ah, sí?
Sí. A nivel microscópico, por decirlo de alguna manera, porque es muy mucho por debajo de eso, ocurre un frenesí de actividad constante, solo que contradictoria por lo cual los efectos se anulan entre sí y ahí está el vacío.
¿De verdad?
En cambio una vez ocurrió que dos, tres cuatro acciones se sumaron y se creo un complejo que ya no pudo ser destruido y fue creciendo y creciendo hasta que por fin estalló el BigBang, el origen del universo.
¿Y todo esto empezó porque me estabas tirando los tejos?
¿Qué tejos?

Basura Tecnológica

Sufro de un síndrome de aprensión a la tecnología. En particular a la tecnología electrónica. No es que tema u odie a los aparatos electrónicos. Lo que me disuade de adquirirlos y usarlos es que se rompan, que dejen de funcionar. En estos días, que un aparato eléctrico deje de funcionar es su muerte. Quiero decir que no hay reparación posible. Y, aunque la hubiera, en muchos casos es preferible comprar uno nuevo que pagar el coste de la reparación. Ahora bien, la mayor parte de los componentes del aparato puede estar en perfecto estado, multitud de motorcitos, leds, relés, transformadores de corriente, condensadores, ventiladores. Pero el aparato en conjunto ha dejado de ser útil bien por malfuncionamiento, bien por obsolescencia. Y todos esos componentes van a la basura. No se aprovecharán a pesar de que están en perfecta operatividad. En países más pobres sacarían un mil por cien de beneficio de ese aparato que yo tiro gratis a la basura. No piensen que me duele económicamente, que me molesta no obtener un beneficio o una compensación. Lo que me molesta es tirar como basura algo que todavía no lo es, que aún tiene utilidad. Esta es la sociedad que somos, una sociedad generadora de basura. Pero basura útil que no vamos a utilizar porque sí, porque es más importante para el buen funcionamiento social comprar nuevas cosas que tirar que agotar las posibilidades de las que ya tenemos. Y todo ello por un matiz económico, nos resulta más barato deshacernos de algo y comprarlo nuevo que reparar. Y es que de hecho tiramos aparatos que ni siquiera se han estropeado, un ejemplo escandaloso son los móviles a propósito de los cuales hay campañas monstruosas que te instan a cambiarlos casi cada año. Otro son los ordenadores o las impresoras que cada vez más se ven en los contenedores completamente operativas (con sus motorcitos paso a paso, sus leds, sus resistencias, sus controladores). A mí todo eso me asusta y huyo – en la corta medida en que se me está permitido – de los aparatos eléctricos, lo que quiere decir que me pienso mucho el comprarlos, no por reparos económicos sino por pensar que estoy adquiriendo algo que cada vez más pronto voy a tener que tirar. Ni que decir tiene que me escandalizan las campañas de regalos de los periódicos, los “restaurantes de comida étnica”(McDonald etc), los bancos. Sistemáticamente rechazo esos regalos que son absolutamente inútiles, que sólo cumplen una función efímera (recibir algo, cualquier cosa, con tal de que sea gratis).
En fin, que se me ha estropeado el microondas.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Programa Infantil. Escuela Libertaria

(Se trata de un capítulo piloto para una propuesta de programa infantil de marionetas que pienso presentar a la Televisión Canaria. Los personajes serían el Maestro, los Niños y un Niño Repelente que haría muchas preguntas. Cada programa se desarrolla invitando a un personaje muy característico: un bombero, un policía, un piloto, un médico...etc. que explicaría su papel en la sociedad. En el capítulo piloto he pensado que el personaje invitado sea El Anarquista.)

Maestro: Hola niños. Hoy tenemos una visita muy especial, el señor Anarquista.
Niños:Bien, bien.
Maestro:¿Qué traes para nosotros hoy, señor anarquista?
Anarquista:Hoy, niños, les voy a enseñar como hacer… ¡una bomba!
Niños: Bien, bien
Niño Repelente: Pero, ¿para qué queremos una bomba, señor anarquista?
Anarquista: Pues, ¿para qué va a ser, niño?, para matar a todos los burgueses.
Niños:Bien, bien.
Niño Repelente: ¿Quienes son los burgueses, señor anarquista?.
Anarquista: Pero, niño, ¿quienes van a ser los burgueses?, los acaparadores del capital y los medios de producción ¿quién si no?
Niño Repelente: ¿Y por qué son malos, señor anarquista?
Anarquista: ¿Por qué va a ser, niño?, pues porque los utilizan para sojuzgar al pueblo. Pero vamos a dejar la teoría, que hoy no toca, ¿queréis, niños, que empecemos ya a construir una bomba?
Niños: Siiii, siiii

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El lugar al que nunca se vuelve porque siempre estamos allí

Siempre es terrible volver al lugar donde no se quiere estar. Pero siempre se vuelve aunque uno no sea el mismo y por lo tanto el lugar, que es uno, tampoco se vea ya de la misma manera. Lo cierto es que, al estar en nosotros mismos permanentemente, sin opción a mudarnos salvo a ese lugar definitivo de donde no se vuelve, y al que tampoco se va porque no es ningún sitio, nunca volvemos por dos razones fundamentales: porque ya no somos el mismo y porque nunca nos hemos ido. Las cuales son dos razones contradictorias. Aunque respecto a esto no se qué pensaré dentro de un rato.