viernes, 30 de noviembre de 2007

De bibliotecas

De vez en cuando me escapo y me paseo por la biblioteca. Voy sin rumbo fijo de estantería en estantería. Saco un libro, lo hojeo y lo vuelvo a poner. Saco otro y me siento en el suelo a leer unos párrafos. Si me encuentro alguno mal colocado lo vuelvo a su lugar ¿Qué hace Pirandelo en Literatura Inglesa? Esquivel en medio de Escalante, ¡no puede ser!. Cuanto más rato paso más melancólico me pongo. Los ojos se me embotan. Tantos nombres conocidos, tantos nombres desconocidos. Por aquí estaba La historia de los heterodoxos españoles. Cojo un volumen y lo acaricio. Está nuevito, nadie lo ha leído nunca. Encuentro los viajes de Ali Bey al que he descubierto recientemente en el libro de Perucho. Y aquí hay más de Perucho. ¡Hostia!, ¡En busca del tiempo perdido en francés! ¿Estará Rimbaud?, no, no anda por aquí. Aquí está Espinosa, Agustín, con su Crimen, pero no veo por ningún lado a Miguel Espinosa, ¿no lo tendrán?, les voy a donar el mío. Voy de acá para allá como un sonámbulo, de la literatura italiana a la francesa, de la inglesa a la sección de historia y de allí a la de teatro español ¿donde están las obras de don Pedro Muñoz Seca? Al final en la de lingüística doy un gritito porque hallo un manual de ruso. Por fin tengo que marcharme. Me entra frío y un poquito de ganas de llorar. Al final no me llevo ninguno. Se quedan todos allí mirándome desconsolados como huérfanos ansiosos de ser adoptados.

martes, 27 de noviembre de 2007

Second Hand Rose 二手玫瑰

Second Hand Rose
二手玫瑰
er4shou3 mei2gui

Es otra de las bandas que me ha interesado. Estos tienen página en la wikipedia.
Es más, siguiendo por el enlace en la wikipedia que dice Chinese Rock hay un maravilloso documento que habla precisamente de esto, Rock en China. Menciona a Wan Xiaoli, pero no a Su Yan. Y luego hay otros muchos más que va a ser muy interesante explorar.
Aquí les dejo con un par de youtubes de Ershou meigui. El grupo es muy divertido. El cantante viste traje tradicional chino femenino en los concierto. Pese a la espectacularidad de la puesta en escena, no se gastan sólo en eso, la música es realmente interesante.




Uno en directo que también es interesante de ver:

sábado, 24 de noviembre de 2007

Musica China de hoy

Aunque solo sea para eso, estudiar chino (en realidad el wenlin) me ha permitido atreverme a bucear en las páginas chinas, sobre todo en el youtube y he descubierto un mundo de fantasía que me gustaría dar a conocer en estas entradas, si la iniciativa me dura.

El primero que presento aquí es SuYan un cantante folk tremendo.

凤凰 feng4huang2 Fénix



He traducido este texto que viene a continuación de la siguiente página en inglés:
http://english.cri.cn/4026/2007/10/14/164@283776.htm

Su Yan 苏阳


Su Yan es un músico de Yinchuan en la región autónoma de Ningxia Hui con una fuerte influencia de la música tradicional.

Declara Su Yan que le agrada mucho esta forma de cantar en la que las palabras y la melodía tienen una gran cohesión. Que desde joven sintió amor por la música tradicional china y ahora las adapta a las formas musicales actuales.

El músico estuvo en un principio interesado en la pintura tradicional, pero en una escuela “vocacional” ¿? En Xi’an conoció a un estudiante cuya guitarra le impresionó grandemente, así que ahorró durante un mes para comprarse su propia guitarra y comenzó a practicar.

Después de varios años de vida nómada, especialmente por el oeste de China, Su Yan se estableció en su ciudad natal Yinchuan, y formó su primera banda de rock, llamada Lucidity. Después la banda se separó temporalmente y él se trasladó a Beijing para ampliar sus horizontes, pero comprendiendo que aquella ciudad no era la meca de los guitarristas decidió no establecerse allí, aunque alternó estancias entre Beijing y su ciudad natal.

La banda local fue retomada y comenzó a escribir y componer. Pero aunque ganó popularidad en el entorno local aún se sentía insatisfecho y se separaron definitivamente a finales de los noventa.

Durante un periodo aparentemente inactivo tomó contacto con la música aborigen africana, particularmente sus elementos rituales, en grabaciones obtenidas sin ninguna post producción. De alguna manera estos sonidos sintonizaban con la música tradicional china con la que él había crecido. Inspirado en estos sonidos se interesó en el estilo de música local Hua’er de su ciudad natal, junto con otros cantantes folk, como Ping Qiang y Xian Xiao. Se cuestionaba por qué la música Afro-Americana había evolucionado con el tiempo en varios estilos como blues, jazz y R&B, mientras que la música tradicional china había permanecido inmutable.

Su Yan ya había grabado algunas maquetas para ese entonces, pero sentía que el rock and roll occidental que practicaba no le llenaba como forma de expresión. Así que comenzó a adaptar la música folklórica local, comenzando por el tema “La llanura de NingXia”

Su Yan comenta que todos los niños locales pueden cantar de corrido esa canción, aunque nadie está seguro de la letra. El intentó entonces completar la letra, pero encontró que no era un trabajo fácil, principalmente porque el lenguaje había evolucionado con el tiempo. Así que comenzó a aprender e interpretar el viejo estilo. Según Su Yan el lenguaje es la clave de la música: la manera en que la gente habla se refleja en todos los aspectos de su vida y la música no es una excepción.

Tras estos primeros esfuerzos, Su Yan se sumergió en la música folklórica local, creando otras adaptaciones de canciones tradicionales durante 2002 y 2003.

Dice el cantante que la vida de la gente en las ciudades de la China occidental ha cambiado dramáticamente durante el corto periodo de su propia existencia. La era moderna sufre de un exceso de información, que, según opina, confunde a la gente en su visión del mundo. Es por eso que asume el reto de despertar en la memoria de la gente el amor por las canciones tradicionales que les han sido tan familiares durante toda su vida. Así fue como comenzó a entrelazar aspectos de la vida moderna con sonidos tradicionales e inició la adaptación de ocho canciones, principalmente del folklore de Ningxia y del estilo musical Hua’er.

Interesado en conocer si estas innovaciones podrían interesar a la gente, dio un primer concierto. Recibió muchas sugerencias acerca de reivindicar las canciones familiares que estaban tan enraizadas en la conciencia de los chinos.

Comenzó una serie de conciertos y eventos musicales que llegaron a los oídos de una compañía de grabaciones musicales de Beijin, “El mes trece”. Por fin grabó su primer disco: “Xian Liang”

Esa canción, XianLiang, que representa el disco, con letra de Su Yang, es una adaptación de una melodía tradicional de la región autónoma de Ningxia Hui.

Su Yang cree que el folklore de cada nación es mucho más poderoso que los estilos de música popular. El folklore evoluciona desde las comunidades más que desde los individuos. Por ello está más penetrado de elementos instintivos que de inteligencia o expreriencia.

Asume Su Yang el propósito de redescrubrir el valor de la cultura tradicional china, encontrar lugares donde la música tradicional sea todavía un medio para comunicar pensamientos y emociones y adaptarla a las concepciones musicales modernas.

Sin embargo no tiene el propósito de forjar nuevas piezas continuamente, espera que la esencia de la música venga a él y le encamine a escribir sin demasiada preparación o previsión. Considera no estar cualificado para crear música, pero respetando la cultura musical tradicional acumulada y asimilando o encarnando esa música en sí mismo, él puede servir de transmisor de esta música a otros. El insiste en que los seres humanos sienten el espíritu de la música y lo conservan, pero que ese espíritu no se origina en ellos mismos.

Su Yan escribe y altera sus canciones muchas veces desde su primera concepción a medida que las va sintonizando con su propio estilo de cantar. Considera el compositor que es un proceso de comunicación – comunicación entre el cantante y la música. Está tan familiarizado con sus canciones que puede considerarse que estas canciones están programadas en su propio cuerpo como una especie de “memoria muscular”

Finalizamos con otro vídeo de Su Yan. Si lo buscan en youtube copien el texto en chino mandarín.
贤良 xian2liang2 Capaz y Virtuoso





Otros músicos que me tienen interesado y que exploraré con más detalle:

二手玫瑰 er4shou3 mei2gui, ¿la rosa de segunda mano? muy interesante. Hacen un rockandroll muy divertido con unos toques o guiños tradicionales – en los instrumentos y en el estilo de interpretación del cantante.

万晓利 wan4xiao3li4 ¿diez mil amaneceres propicios?
Un cantautor que suena bastante curioso.

viernes, 23 de noviembre de 2007

La triste historia de ser solo yo

UNO (la mayoría de nosotros; unos gozosamente y otros como un castigo de los dioses – ¿a qué dios habremos ofendido? - al estilo del de Sísifo o Prometeo) está condenado a repetir su historia porque siempre somos el mismo.

Otras versiones dictan que somos multitud, que no hay nada en nosotros que pueda llamarse, así en singular, yo. Pero algunos (tal vez la mayoría de nosotros, yo al menos) observamos decepcionados con el paso de los años que somos los ¿involuntarios? actores de las mismas tristes historias. Y que sólo los sueños nos salvan de ellas obligándolas a procrear finales felices y no los abortos a los que parecen estar destinadas. ¿Cómo explicar esa repetición si no somos - ¿la mayoría o sólo yo? - siempre nosotros, uno?

¿Cómo no voy a comprender a Pessoa, que no quería ser él, sino todos? Siendo todos, teniendo que vivir todas las historias, cómo vas a hastiarte de ti si no hay un “tí” fijo del que poder cansarse de sus repeticiones.

Hago esfuerzos, no crean. Emprendo mis viajes huyendo de mi destino – aquí el héroe al que aludo es Ulises, que a diferencia de los que mencioné arriba, no se quedó quieto, sino que luchó contra los mismos dioses y al final llegó a Itaca -. Son esfuerzos un poco más modestos que derribar a un gigante o soportar el canto de las sirenas, pero a mí me parecían grandes gestas; en cambio, para mi destino, que no ve más que molinos donde hay gigantes lo que importa es volver a casa.

Y aquí estoy en casa de nuevo. En mí, que noy soy persona, sino yo. El de siempre. El árbol infinito plantado aquí para limitada eternidad de una vida.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Mi subsonsciente y yo

Tengo la horrible sospecha de que mi subconsciente es mejor que yo.

Me ocurre incontables veces que inmerso en alguna tarea con todas mis capacidades racionales en activo no hay manera de resolverlas y que luego, en el coche, distraído oyendo la radio, me salta una idea resoluta a la mente, como tirada con desprecio a la cara.

Toco mal la guitarra porque me empeño en seguir los cursos ordenadamente y nunca los termino, pero cuando me dejo llevar un poco por la improvisación resultan agradables melodías que, si bien no apuntan al virtuosismo, podrían ser tomadas por música.

Cuando leo, si trato de memorizar las palabras el esfuerzo me resulta tan arduo que consigo lo contrario, mientras que si sencillamente leo por el placer de hacerlo, a los días me encuentro recitando trozos enteros de poemas que ni siquiera recordaba haber leído.

Todas estas pruebas me han llevado a pensar que mi subconsciente es mejor que yo y que vive en mí como constreñido por mi torpeza.

Lo horrible de mi sospecha es que creo que mi subconsciente lo sabe y que me desprecia por su superioridad. Creo que me reprocha que sea yo el que está de cara a la gente y, según él, disfrute de los beneficios de ser, al tiempo que desperdicia lastimosamente incontables oportunidades por incapacidad, cuando él podría haber hecho maravillas con la mitad de oportunidades.

Yo, muchas veces presa del remordimiento, le doy la razón y desearía poder darme la vuelta y ser yo el subconsciente de mi subconsciente.

Como él sería superior a mí viviríamos una vida de éxitos y oportunidades y el tendría la fuerza de voluntad suficiente para ignorar mis a menudo equivocadas sugerencias. Seríamos mucho más felices, creo.

R.

Al hilo de la anterior reflexión me estaba cuestionando si sería bueno que el subconsciente fuera "peor" que el consciente. "Peor" significa menos acertado en sus intuiciones, menos hábil en las matemáticas o la música, menos impetuoso con las mujeres que el consciente. Digo yo que debe haber una razón por la cual la mayor parte del iceberg esté debajo del agua.

Al parecer esa razón está relacionada con la fuerza de la gravedad y con las particularidades de los fluidos. Tal vez exista una interacción entre la fuerza de la gravedad del carácter con el fluido del espíritu del ser que lleve a enterrar en el subconsciente la mejor parte de nosotros. Que esté enterrado allí no significa que no esté actuando y compensando las debilidades de la cara vista. La punta del iceberg es la que choca con el titanic pero es la inercia de la gran masa sumergida la que le hace daño. Un subconsciente débil soportando un consciente poderoso no cumpliría las leyes del equilibrio del ser.

ergo: lo de darse la vuelta como un calcetín queda rechazado.

Un hombre feliz, pero tonto

He leído mucho, pero no he aprendido en la misma medida. Se me revela entonces la lectura como un acto menos relevante de lo que me envanezco en considerar como defensa de mi compulsividad. Quisiera haber adquirido la sabiduría de todos esos libros más que nada para emplearla en la vida, o tal vez en la simple interpretación de esta vida que llevo; porque, al final, no es lo que hacemos sino lo que pensamos de ello lo que importa. De esto se revela, evidentemente, que lo que pienso de mi vida es que no es todo lo plena que podía haber sido si hubiera sabido más. Como Sabines en algún poema, a veces me gustaría dejarle mi vida a otro que la supiera llevar con más dignidad que yo. Me compadezco de ese pobre otro que por culpa de mi intrusión, no está llevando, mejor que yo, esta vida que yo llevo a medias, imprecisa, indecisa, incompleta. Y me compadezco de mí que no puedo soñar con llevar una vida mejor, puesto que ya la llevo y no he sabido aprovecharla.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Sobre la veleidosa mente

Si, vamos a ver. El lugar donde uno está es el mundo. Todo el mundo, e incluso te diría que todo el universo. Querer estar en otra parte es un absurdo porque no existe otra parte más que la que pisan sus pies. Y es ahí, precisamente ahí a donde le ha llevado su vida y la del universo entero. Que es verdad que podría ser cualquier otra parte y usted podría ser cualquier otro, pero que resulta que ahora, en este momento, es aquí y es usted. ¿Cómo va usted a luchar contra eso señora, señor, niño, niña?

Es verdad que a veces sería mejor estar en otra parte. En otra casa en otra cama, en otra habitación de hotel u otro despacho de la oficina o de otra oficina. Cuando uno se pregunta, ¿por qué a mí, por qué yo? ¿Quién me tiene apuntado en su lista y no piensa más que en joderme? (Es curioso que uno nunca cree que nadie lo tenga apuntado en su lista y no piense más que en hacerle feliz cuando es feliz) Todo esto me hace sospechar que todo es mentira y que lo que es es no porque tenga que ser sino porque simplemente ha sido. Y qué bien estaría que yo creyera eso que digo pues cada instante no sería más que este instante que es lo que tiene que ser y no todos los instantes pasados y futuros que parece cosa imposible que todos los instantes puedan ser todos los instantes y sin embargo uno llega a creérselo en algunos momentos. Y todo esto me lleva a la curiosa cosa y falsa que es la mente que te hace volar sobre la realidad como un globo suelto y a que hace mucha falta estar dotado de una poderosa capacidad de razón para agarrar esa mente y atarla a un punto fijo y darle una referencia con la cual medir todas las cosas por las que sobrevuela.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Premios Jiménez Losantos

Quisiera proponer la candidatura de
Carlos Herrera,
para el
Premio Jiménez Losantos de periodismo.

martes, 13 de noviembre de 2007

Sentado en una piedra, pensando...

"La realidad" es un continuo de impresiones que me llegan por los sentidos. Constantemente mis sentidos están siendo impresionados por infinitos estímulos - hasta la resolución que mi mente es capaz de discriminar, del orden de milisegundos, creo. De esa infinidad de estímulos, mi mente selecciona una mínima parte.
Los criterios de selección son físicos y a medida que mi mente evoluciona psicológicos. En la infancia el criterio de selección solo puede ser todo aquello que me satisface necesidades, pero luego voy "aprendiendo" es decir introduciendo discriminantes.
Me voy convirtiendo en lo que soy a fuerza de ir adquiriendo discriminantes personales, influido por mis experiencias, por mi familia, mis amigos, la televisión, lo que leo. Y detrás de todo, tiene que haber un sustrato, por mínimo que sea, físico que es la base de todo "yo".
A pesar del "sustrato físico" siempre hay margen para un cambio, me bastaría con forzarme, al principio, a mirar el mundo con otros discriminantes hasta que me habitúe a ellos y los haga míos. De todas maneras, como las influencias son constantes y el aprendizaje es continuo siempre hay mutaciones de esos discriminantes - limitados al redil de lo físico -

La idea que trato de expresar es que la realidad es un plano infinito mientras que nuestra visión de ella se reduce a puntos dispersos en ese plano. La posibilidad de que otra mente vea en ese plano los mismos puntos que veo yo es practicamente nula, pero ocurre que al convivir muchos de los discriminantes que vamos incorporando son muy semejantes porque las influencias que recibimos son las mismas. Al final convenimos en llamar realidad a una nube de puntos más o menos próxima en ese plano. El centro de esa nube sería poco más o menos las famosas "ideas". Todos vemos una mesa distinta pero al final podemos convenir en qué es una "mesa".



Pese a ello somos capaces de opinar con la seguridad de un martillazo sobre quién tiene razón y quién no, quién es un completo mamarracho y quién es todo un caballero, y sabemos equivocados a los otros que no piensan lo que nosotros.

No sé por qué me maravillo de tanta imbecilidad, pero me sigue sorprendiendo. La única forma que tengo de comprender que los otros no piensen como yo es que los otros mienten y tergiversan sus razones para adaptarlas a sus intereses, mientras que yo soy el único que ve la realidad tal y como es.

¿Cuanto me miento yo a mi mismo al juzgar la realidad? ¿Cuánto miento sabiendo que miento?
Cuando miento sabiendo que miento lo hago por una razón, mi falta de argumentos para defender una clase de realidad que a mí me gustaría que fuera y que no parece serlo; incrédulo, me obstino en creer que algo falla y mientras descubro el error en mi apreciación de la realidad, sigo afirmado que aquello es como afirmo que es. Yo trato de ser un tio honesto y miento poco. ¿Pero cuánto me miento a mi mismo? ¿cómo descubrirme al menos a mí en mis trampas? ¿Creo en lo que creo o solo lo creo porque me interesa creerlo?

Acabo de leer algo de un autor que no mencionaré para no condicionar la lectura que dijo que había apuntado todas sus certezas en un papel y luego había quemado el papel. Hay certezas que no deben quemarse porque entonces uno no podría salir a la calle, pero arrastramos mucho lastre, muchos condicionantes, muchas limitaciones impuestas que nos ciegan para apreciar, si no la realidad, al menos otras realidades. (Esto creo que es el fundamento de la empatía.)

A la manera de Descartes sentado en aquella piedra en el descanso de la batalla - ¿era así la escena o sólo la recuerdo así?, leí hace mucho tiempo el libro - deberíamos de vez en cuando tratar de llegar al mínimo de certezas de las cuales no podemos deshacernos, aquellas impuestas por nuestro sustrato físico y comprender luego que todo lo demás viene condicionado por dónde y cómo vivimos, no lo pensamos nosotros, se piensa en nosotros con un mínimo de nuestra voluntad. Nuestros miedos, nuestros intereses particulares no nos van a dejar desprendernos aún de parte de eso, pero sí que podríamos - si tenemos interés en ser honestos - limpiar de mucho pajullo nuestra mente saturada. Tal vez esto sea lo que se busca en las religiones orientales basadas en la meditación.

Comentario final:
Lo peor de todo esto es que más o menos creo en esto que he expuesto. Y muchas veces siento que debo sentarme en esa piedra y descomponerme en partes mínimas, eliminar lo sobrante y empezar de nuevo, como si dijéramos. Pero me tengo que levantar a las seis de la mañana todos los días, sacar al perro, ir al trabajo, estresarme en el trabajo, volver a casa, almorzar, dormir la siesta, estudiar chino, ir a comprar al mercardo, cuidar mis papas, leer todo el tiempo... ¿Sería capaz de detener este tren? ¿y luego qué? ¿Tenemos o no tenemos razón al acariciar siempre la posibilidad de esos "expedientes" de que hablaba Kierkegaard, las ganas de morirte que te entran a veces - no por morir, sino por detener el tren - o una larga enfermedad sin demasiada agonía, o que salga el puñetero número de ciegos que compro todos los viernes......

lunes, 12 de noviembre de 2007

A vueltas con el dinosaurio

Y bien, allí seguía el dinosaurio. Mirándome con asombro como si nunca hubiera visto a un hombre dormir. Miré el reloj y eran las tres de la mañana. Por las persianas se laminaba una luz lechosa interrumpida a intervalos por el despliegue de colores del anuncio luminoso del bar de abajo. Me incorporé en la cama y me encendí un cigarro. El dinosaurio seguía mirándome interrogante. Me acabé el cigarro y fui a la cocina a por agua. Cuando regresé había desaparecido. Volví a meterme en la cama. Pero antes de dormirme estiré la mano y tanteé el aire por el lugar que había ocupado. Tranquilizado cerré lo ojos.

Nadie me pregunta nada.

Nadie me pregunta mi opinión. Al parecer, lo que yo piense de esto o de aquello no es relevante para ninguno. Me siento incómodo ante esta situación pues noto que al mundo le falta un rumbo, un guía que señale el camino, ¿y por qué no voy a ser yo?. El mundo se pierde, al no atenderla, mi opinión sobre las cosas y por eso voy a lanzárselas a la cara, la quieran o no. Y luego les exigiré agradecimientos. Claro que sí.