jueves, 31 de julio de 2008

City and houses with porchs

1.- Bueno, City es porque estoy leyendo este libro de Baricco, Alessandro. Lo de las casa con porche es porque uno de sus personajes, un curioso profesor universitario que se ha especializado en los espacios curvos expone ahí una teoría o más bien una metáfora acerca del comportamiento de la gente que tiene a esta típica construcción americana como base.
Dice el tío que las personas se asemejan a una casa con porche - el porche es una zona delante de la fachada de la casa, consistente en una tarima entre treinta y ciento cincuenta centimetro elevada del suelo al que se accede por medio de unos escalones, protegida con una varanda y un tejado apoyado en la fachada - cuyos usuarios apenas se atreven a permanecer dentro de la vivienda por más acogedora que ésta sea - su propio interior, su propio ser - y prefieren mantenerse sentados en la mecedora con el rifle cargado en el regazo. En esta situación están en permanente vigilancia de los posibles peligros que vengan de exterior, mientras que si permanecieran dentro, estarían, sí, mucho más cómodos y aparentemente más resguardados, pero desconociendo, en realidad, qué es lo que estuviera ocurriendo fuera y si eso pudiera significar un peligro o no, lo que les crearía una sensación de angustia y de indefensión.
Lo que me llama la atención de la metáfora es un poco su extravagancia y su simplicidad, casi infantil, pero que se me revela consistente.

2.- Este mismo profesor tiene otra tesis acerca de la ideas que también es muy poética. Dice que las ideas nacen inicialmente como unos entes que podríamos llamar perfectos con sus infinitas implicaciones - creo que para comprender esto hace falta que acudamos a nuestras propias impresiones, cuando nos surge una idea o simplemente cuando experimentamos una sensación o emoción uno tiene la sensación de que las implicaciones de ello abarcan toda nuestra existencia adelante y atrás; esto se advierte especialmente cuando tenemos un problema: sentimos que nuestra vida se derrumba que nada ha servido para nada y que el futuro ya no tiene sentido, pero acto seguido, si somos capaces de pensarlo, de darle una forma racional, conseguimos encerrarlo en unos límites, reducirlo al momento concreto en que ocurre, y, siendo ya más manejable, resulta mucho más factible pensar en darle una solución o saltar por encima de él -, pues bien, cuando tratamos de exponer estas ideas debemos modelarlas, darles una forma, delimitarlas, lo que acaba convirtiendo aquellas ideas en unos objetos manejables, cuyo único fin, volviendo a las teorías del profesor, serían lanzárselas al contrario. En un principio este "lanzárselas" podría tener como fin el hacer partícipe al otro de la idea, pero como el otro también tiene su idea y también desea comunicarla, nos replicará con la suya casi como defensa y así surge el concepto de discusión y las ideas como munición de esta batalla de la cual, a menudo, está ausente la necesidad de compartir ideas (aquellas originales) sino meramente la defensa de nuestros propios conceptos y finalmente la simple ebriedad de la batalla.

3.- Por último, y sin que esto tenga ninguna relación con lo anterior, porque se trata de otro libro, Los escombros de Dios, de un tal Scott Adam, también me ha llamado la atención la tesis de este libro, una especie de discusión al estilo socrático entre un anciano y un repartidor de paquetes. Se dice aquí que siendo Dios omnipotente y omnisapiente, ¿qué podría motivar a Dios a hacer algo puesto que cualquier cosa que pudiera desear ya "sería" sin necesidad siquiera de un acto volitivo por su parte? - pienso que aquí se presume que Dios necesite de una razón para hacer algo lo cual es atribuirle una característica humana, pero sigo - puesto que todo cuando puede ser está al alcance de Dios, nada de cuanto puede ser es un reto para él, no tendría ninguna razón para hacer nada pues sabe que no hay ningún mérito en que cualquier cosa que desee sea realidad. La única motivación de Dios para hacer algo sería que tras haber hecho ese algo algo cambiara hubiera una nueva situación, un nuevo estado como decimos en informática. Siendo Dios lo que es, el único cambio para él sería dejar de ser, por lo que cualquier acción suya sería motivada por esta causa. En resumen, todo cuanto conocemos es resultado del esfuerzo de Dios por dejar de ser,esto es el universo viene a ser lo que queda de haberse destruido Dios a sí mismo: los escombros de Dios.
¡Monumental, a mí me parece monumental!

martes, 22 de julio de 2008

"El Pueblo"

Todos somos "el pueblo". No te puedes escabullir de esa condición si no te largas a vivir sólo a un monte extraviado de la mano de Dios a cultivarte tus propias zanahorias. La condición de pueblo te traspasa por todos los poros por pocos y poco abiertos que los tengas. El traje que llevas, las palabras que usas, las conversaciones que tienes con tus amigos o con los colegas del trabajo durante el desayuno te hacen del pueblo.

Eres manipulado, aunque tú creas que haces todo lo posible por evitarlo. Porque la única forma de evitarlo es sabiéndolo. Aún así la manipulación sigue moviendo tus brazos y piernas, tus pensamientos y tu voz pero al menos los hilos encuentran mayor resistencia. ¿Eres un tonto porque te dejas manipular? No. En todo caso eres un tonto porque no lo sabes. No te dejes culpar. Y procura por todos los medios no dejarte envilecer.

¿Quién manipula al pueblo? El pueblo. El pueblo es manipulado por sí mismo a través de sus representantes elegidos democráticamente en unos casos y menos democráticamente en otros. Esos representantes que manipulan al pueblo tienen obligación de manipular al pueblo, pues para ello fueron elegidos. Pero fueron elegidos para que los manipularan hacia el progreso de la sociedad. Es asombroso lo que ha progresado la sociedad gracias a sus dirigentes, pero es aún más asombroso lo que ha dejado de progresar por culpa de ellos, que somos nosotros mismos, el pueblo.

Debemos tomar conciencia de la necesidad de esta manipulación a la hora de elegir a nuestros dirigentes. Debemos elegir dirigentes que esten convencidos de ser pueblo porque los otros que creen no ser pueblo odian lo que son y empujan hacia atrás, regresan en lugar de progresar. Detalle menor, que demuestra su necedad, es su necesidad de distinguirse con mansiones y coches lujosos y bodas en la catedral. Detalle peor es que traten de convencerte de que la vida que mereces tiene que ver con un campo de golf y cesped. Lo verdaderamente importante es que esos dirigentes paran la máquina, detienen el mundo. Tienen un concepto exotérico de progreso y plantan edificios y carreteras para llegar a él, inventan la bomba atómica y van a la luna, te venden teléfonos móviles y minicomputadores de mano, pero no te hacen progresar, te mantienen detenido con tu diez por ciento de cerebro mal utilizado y el resto licuándose al sol del cambio climático.

lunes, 14 de julio de 2008

El niño gusano (en memoria de Algora)

Yo concibo la realidad como la matemática concibe un plano, infinitos sucesos aconteciendo simultáneamente. Para poder desenvolverme en esa realidad yo le aplico una máscara, es decir, tapo la realidad con un elemento opaco en el que practico unos agujeros y solo observo de la realidad lo que puedo percibir a través de esos agujeros. Los agujeros vienen a representar mi foco de atención. Así soy capaz de ordenar la cantidad de percepciones que recibo constantemente a través de mis sentidos.
Dónde y qué tamaño le doy a los agujeros que practico en mi máscara dependen de mi cultura, de mi entorno, de mi estado de ánimo, de mi interés.
Creo que crezco cuando consigo aumentar el diámetro de esos agujeritos captando mayor cantidad de realidad sin volverme loco. Creo que crezco también cuando practico nuevos agujeros en la máscara que para mi sentir es como si descubriera "nuevas" realidades a las que antes estaba ciego. Creo que llegaría a ser un Dios si no necesitara de esa máscara y fuera capaz de "ver" toda la realidad que soy capaz de percibir a través de mis sentidos. O algo así.

Ahora se me ocurre que la metáfora puede también ser esta otra. La realidad, esos infinitos sucesos simultáneos, transcurren para mi, en la oscuridad. Mi atención es como un foco de luz que la ilumina y así veo la parte de realidad que está dentro del círculo de luz. Cuanto más grande es ese círculo más realidad soy capaz de percibir. Cuanto más conozco más intensidad tiene la luz y más amplio es el círculo de lo que puedo ver. Cuanto más débil es mi foco, más estrecho y limitado es mi mundo.

Cada vez que consigo ampliar mi círculo de percepciones, cada vez que accedo a un nuevo trozo de realidad que antes ignoraba, experimento un relámpago de felicidad. La sensación se extingue con la costumbre pero queda en mí ese nuevo conocimiento que alimenta la intensidad del foco.

También se cierran agujeros o se debilita el foco de luz cuando caigo en el hastío y el hábito. Olvido con demasiada frecuencia sentir el aire fresco dándome en la cara y mirar de noche a las estrellas, por ejemplo.

martes, 8 de julio de 2008

¡ROGAD POR LOS DIFUNTOS!

"(1)Desgraciadamente, cuando alguien muere, sus familiares creen que ya con la Misa de funeral tiene bastante...¡Qué poco saben de la otra vida!...(2) Si en vez de tantas lágrimas, coronas, flores y mausoleos caros, se acordaran de rezar por ellos, de dar limosnas en su nombre y de decirles misas - (3)las Misas Gregorianas serían las ideales, pues tras treinta misas seguidas aplicadas al mismo difunto, según privilegio en la Iglesia, el alma del Purgatorio sube al Cielo - así acertarías.(4) ¡Pero nadie escarmienta en cabeza ajena!, y mientras sus familiares difuntos sufren los tormentos y llamas del Purgatorio, ellos viven sus vidas olvidados totalmente de quienes vivieron, sufrieron y se sacrificaron por su bienestar.(5) No seas tú de éstos y tenlos en cuenta con tus oraciones , limosnas y sacrificios y, sobre todo, con la Misa, remedio por excelencia para sacar almas del Purgatorio. (6)Ellos saben lo que tú haces en su favor y jamás olvidarán el gran beneficio que les haces al aliviarlos en sus dolores y sacarlos del aquel lugar de fufrimiento.(7) Las almas del purgatorio jamás permitirán que pasen hambre quienes piden, rezan o encargan misas por ellas. No lo olvides.(8) Si tienes dificultades para decirles misas a tus difuntos en la parroquia, puedes escribir a ... y allí te dirán mediante un donativo, las misas que quieras, incluso la Gregorianas. (9)Si no tienes medios económicos para decirles misas a tus difuntos no olvides que después de la Misa, el Rosario es la oración más eficaz aplicable a los difuntos."


En primer lugar, este es un panfleto publicitario. Publicita (8) a un organismo que por un donativo celebra Misas, nada menos que Gregorianas, por tus difuntos. Magnifican su producto (3) para darle valor por encima de otros productos semejantes (las Misas corrientes), señalan al cliente (5) directamente para que se sienta aludido de forma individual, y dejan claro que no es gratuito (9). Incluso, tergiversan un poco la "realidad"(4) para incentivar la adquisición al describir los sufrimientos del Purgatorio de manera semejante a como se describe el Infierno. Pero como contrapartida te indican los beneficios de adquirir su producto (6).

Después me llama la atención la absoluta ingenuidad - desde mi punto de vista - de ofrecerte un absurdo a cambio de un absurdo. Algo así como - recordando un tango de Goyeneche - "no te pongas media sandía en la cabeza por sombrero, ponte a cambio medio melón". Si ya es suficientemente estúpido lo de las coronas, flores y mausoleos (2) que, desde un punto de vista económico, al menos fomenta el consumo, no les diré qué pienso de encargar misas a cambio de limosnas (yo le llamaría comprar). En cuanto al hecho de cuantizar exactamente en treinta misas el número de necesario - de las Gregorianas, que son las mejores - me pregunto cómo se valorarán esas cosas. ¿A cuánto estará en Misas corrientes, la salida de un difunto del purgatorio?
Lo último (9) ya me rebela un poquito. Es la constatación de que la Misa es un producto comercial que solo está al alcance de quienes pueden pagarla. Quienes no pueden pagarla deben contentarse con un producto de menor calidad.

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Aunque no soy creyente, creo que soy pefectamente capaz de comprender que esto no tiene nada que ver primero, con las enseñanzas de Cristo, que rechazaba precisamente todas las paparruchadas semejantes que se montaban en torno al Templo y, en segundo lugar, con el hecho religioso, con creer en una vida más allá de esta vida que está condicionada a tu comportamiento en ésta. Estos tíos han despojado de toda espiritualidad a la manifestación religiosa y la han convertido en un cúmulo de gestos económicos -de nuevo, también, en contradicción con las enseñanzas de Jesucristo -, en el sentido de tantos gestos tantos puntos para la salvación, da igual lo que pienses, lo que sientas, al respecto.