martes, 29 de abril de 2008

Insatisfacción

Soy ¿asiduo?... no no soy asiduo de nada. Pero de vez en cuando me aproximo a los ámbitos de la cultura contemporánea. Esto de "cultura contemporánea" suena un poco pedante, ¿acaso no es contemporáneo todo lo que se haga hoy?. Bueno, no lo sé. Sin estar en contra de que se siga cantando copla, tango o bolero, por el hecho de que se haga hoy no es contemporáneo. Contemporáneo, referido al arte, es lo que de alguna manera reta a lo habitual y trata de liberarse de las ataduras de la costumbre.


Y en cuanto a esto de "ataduras" es a lo que voy.


Observando algunas video creaciones, fotografías, películas, escuchando a John Zorn y a Ornette Coleman y leyendo ... (oh, en lecturas soy menos tolerante, he admitido a Octavio Paz y vislumbrado algo en Lezama Lima, creo que después de Cesar Vallejo es a lo más lejos que he llegado) me veo tan restringido, tan lineal, tan lógico, tan racional de regla y nivel que es como si estuviera encerrado en una caja de cristal observando lo infinito de la realidad y cuando trato de estirar las manos
" Y todo es culpa de mis manos
—no han visto de cerca mis manos aún—:
son de metal
duro y blando, como yo."
(Derecho Humano, Silvio Rodríguez)
tropiezo contra el cristal de mi sentido común, de mi lógica de ciudadano, de mi racionalidad de manual de conducción.

martes, 22 de abril de 2008

Angustia Vital

Me sobreviene a veces una sensación de angustia, de preocupación por algo impreciso, muy débil, muy allá en el fondo del alma (el empleo de esta palabra podría catalogar equivocadamente el texto completo) que precisamente por su imprecisión, por no poder asociarlo con ningún hecho concreto, uno tiende a magnificar, a dotar de repercusiones filosóficas: ¡oh, qué angustia siento! y cosas así.

Con la edad y la observación de estos hechos, que en mí se repiten con cierta frecuencia, cuyo periodo va aumentando con la edad, me he ido dando cuenta de que en la mayoría de las ocasiones, si no puedo hayar un hecho concreto que justifique la incómoda sensación es porque es un hecho tan banal, tan minúsculo que mi orgullo no me permite asociarlo con unas emociones tan intensas, tan infinitas, que en el momento que las experimentas tienes la sensación de que nunca te han abandonado y que durarán eternamente, atormentándote como a un dios.


Cuando por fín comprendo que si siento que la vida no tiene sentido, que compartir la existencia con el resto de los execrables seres humanos es una carga demasiado pesada que he padecido durante demasiado tiempo, que una vida carente de objetivos y pasión no vale el esfuerzo, etc, proviene del hecho de que mi coche se está estropeando demasiado y he de pensar en comprarme otro, o de que en unos días tendré que hacer un viaje o sencillamente que la profesora de gimnasia (E.F.I., me corrije ella) de mi hija es una tocapelotas con la que tendré que ir a hablar cualquier día de estos sobre su metodología, objetivos y rematada imbecilidad, entonces, aunque se me alivia la angustia, comprendiendo su causa fundamental, me domina a cambio un hastío tal que si no fuera por los libros que me distraen de ese hueco, no sé qué sería de mí.

viernes, 18 de abril de 2008

¿Es la muerte siempre una derrota?

Leyendo el libro este de John Krakauer, "Hacia rutas salvajes", da la impresión de que estamos leyendo la historia de uno que ha perdido, que ha sido derrotado. Este muchacho, McCandless - y otros más que se mencionan como precedentes en el libro - decidió llevar una vida fuera de los cauces normales y recibió un castigo por ello, se murió. O por decirlo de otra manera, el hecho de que se muriera de hambre allá en los bosques de Alaska demuestra que estaba equivocado.
El tipo habría ganado, habría tenido razón en llevar una vida tan poco común, si después de haber estado unos años tonteando por ahí hubiera regresado a casa con todo ese bagaje de experiencias y hubiera, como su hermana, montado un negocio propio y trabajado con tesón 14 horas al día hasta obtener "su primer millón".
No sé quién dijo aquello de "vive deprisa, muere joven y has un cadáver bonito". Es, tal vez, este el ideal de los que toman esta vía. La muerte no es vista como un fracaso sino como un contratiempo que interrumpe su proyecto de vida. Para ser justos con el muchacho el libro debería contar su historia y dejarla inconclusa, porque fue eso lo que ocurrió. Pudo haber muerto, al parecer, en el desierto, en su primera salida, y el libro hubiera tenido que ser más corto. O, si hubiera sido más imprudente, ahogadose en las aguas del golfo de California, o podría haber llegado alguien antes al autobús 142 de la senda de la Estampida. Sencillamente el tipo no contaba con la muerte, aunque esta siempre estaba ahí no era algo que le disuadiera ni le preocupara - con las matizaciones propias del instinto de supervivencia, pues tampoco era un suicida.
Desde mi punto de vista, y quiero creer que también desde el punto de vista del personaje, como realmente hubiera sido una derrota su vida es si hubiera sobrevivido y nos estuviera contando él mismo sus "increíbles aventuras" sentado en una mecedora en el porche de alguna casa junto a la de sus padres con los que se habría reconcilidado después de comprender que sus reproches hacia ellos no eran más que razones inventadas de un chico rebelde para justificar su locura.
El libro terminaría con el perro Buck ladrándole desde el jardín para que fuera a jugar con él y la madre cruzando la verja con una tarta de manzana recién horneada para celebrar su cuarenta cumpleaños. Patético. (¡ah sí, falta que todos rían al final!)

miércoles, 16 de abril de 2008

John Zorn

¡Al fin he llegado a John Zorn!. Ha sido así:
Después de años de escuchar esporádicamente ese sonido salvaje que emite John Zorn por sus saxos, sin haberme tropezado nunca con ninguna de esas composiciones - tampoco es una búsqueda muy activa, sencillamente espero a que me caiga encima - habiendo todo lo más buscadolas en John Coltrane, voy ayer y, no sé porqué me tropiezo con un tal Otomo Yoshihide, un tipo que sencillamente es un experto en generar ruidos.
(Aquí un vídeo de una de sus actuaciones machacando una especie de guitarra)


Otomo Yoshihide ha actuado con Fred Frith


otro tipo que también se ha especializado en generar ruidos y Fred Frith entre otros ha tocado con John Zorn.

Un tipo increíble este John Zorn con más de doscientas publicaciones que abarcan, al parecer, todos los estilos musicales habidos y por haber. Influencias desde John Cage hasta el freeJazz y ¿las músicas de película de disney? aquí aparece un grupo interpretando un tema cautivador (el que dirige es, creo, el tal John Zorn)


Pero hace otras múltiples cosas este Zorn, entre otras esto


Y mucho mas. Un tipo fascinante. Aquí una entrevista con el mismísimo maestro.
Y acabamos con un acústico

martes, 15 de abril de 2008

Henry David Thoreau, Chris McCandless y yo

Faltaría en la lista Jack London y tal vez James Oliver Curwood.
Chriss McCandless es un chico que se echó a la vida vagabunda, digamos que se exilió del modo de vida ordenado, metódico, estresado y aburrido que damos en llamar "la vida normal". No le duró mucho la cosa, yo creo que tenía muchos pájaros en la cabeza, que le llevaron volando hasta Alaska en donde murió, muy probablemente de inanición.

Lo cuenta un tal John Krakahuer en un libro que se llama, en español, "Hacia rutas salvajes". Aunque ha saltado a la fama y a mi conocimiento por una película que ha hecho Sean Penn, el actor, que yo no he visto.

Muy probablemente estaba influenciado por las novelas de Jack London de temática, cómo describirla,... bueno pues que transcurren en Alaska durante la época del oro, las que tienen, principalmente, como personajes a perros que van recuperando o reviviendo, a medida que profundizan en su contacto con la selva, una veta salvaje que habían olvidado .

También tiene influencia, aunque se menciona menos, de Henry David Thoreau que proponía simplificar la vida que llevamos como seres sociales, que hemos, según él, complicado innecesariamente hasta el absurdo. En uno de sus libros, Walden, relata sus experiencias, ciertamente nada alocadas, bastante coherentes tanto con el sentido común como con sus propias reflexiones acerca de las necesidades reales de un ser humano, viviendo en una cabaña al borde de un lago en medio de un bosque y alejado del pueblo unos cuantos kilómetros. Otro de sus escritos, Sobre la desobediencia civil, más conocido entre el mundillo progresista y anarquistoide, narra un episodio de su vida en el que se negó a pagar impuestos por considerar que el estado los malempleaba en empresas contrarias a sus convicciones - creo que en esta ocasión se refería a la guerra contra España en Cuba y Filipinas- a causa de lo cual fue ingresado en la cárcel hasta que alguien se hizo cargo de la deuda.

En cuanto a James Oliver Curwood, es un autor que yo leía de jovencito, tardes enteras encerrado en casa, deambulando por los bosques del Canadá, junto a un Policía Montado, buscando a algún criminal. No he vuelto a releerlos desde entonces, pero aun recuerdo las emocionantes lecturas, los paisajes que transcurrían en mi imaginación - de los cuales me desencantaba a menudo Félix Rodrígues de la Fuente hablándonos de la incomodidad de los mosquitos, el calor, la humedad o el intenso frío de los inviernos - las luchas cuerpo a cuerpo y las hermosas mujeres con que nos tropezábamos por el camino.

Yo, soy funcionario. Me levanto temprano cada día, saco al perro, voy al trabajo, hago lo que tengo que hacer con más voluntad que ganas, vuelvo a casa, como a mis horas, duermo la siesta, veo la televisión. Los fines de semana cultivo unas lechugas, si no se han muerto todavía, miro a ver si se ha hecho el compost, riego con manguera. Y de vez en cuando se me rompe el coche y me humillo ante el mecánico.

miércoles, 9 de abril de 2008

Crímenes de género

Leyendo a Spengler ("La decadencia de occidente") uno trata de buscarle a todo lo que ocurre una relación con un cierto "sino", es decir, una especie de inevitabilidad, de necesidad que de algún modo reduce la importancia de la voluntad o intencionalidad conscientes de cada uno.

A la luz de esta interpretacion se podría ver esta cadena de crímentes, que al final se han terminado por denominar "de género" o "machistas", que venimos sufriendo desde hace ya algunos años como una reacción desesperada del Hombre, el Macho, el Patriarca, por retener el control de su poder social, que se deshace en una sociedad en transición hacia un nuevo modelo de roles en lo que respecta a géneros.

Me sospecho que agresiones de hombres a mujeres siempre ha habido, en cuanto a la cantidad por año no sé si realmente hay un aumento con respecto a otras épocas o lo que ha aumentado es el escándalo, la repercusión social - ¿en gran parte inducida por los medios de comunicación ? - que han adquirido.

En cualquiera de los dos casos implica un cambio, una degradación del "derecho" del hombre sobre la mujer que el hombre percibe, yo diría que de una manera inconsciente y además colectiva; percepción frente a la cual unos reacción con alivio (una responsabilidad que se quitan de encima) y otros con desesperación (lo que ha sido mío lo seguirá siendo o no será de nadie).

En favor de este argumento quiero aludir a las inexplicables, a juzgar por muchos testigos que declaran tras uno de estos hechos, circustancias que han llevado a que "una persona tan buena, que se llevaban tan bien, que nunca le levantó la mano, yo no les oí discutir nunca..." un honesto caballero acuchille múltiples veces a su señora de toda la vida.

En otros casos en los que los testigos no son tan benévolos, sin embargo sigue siendo inexplicable la razón por la cual el animalito de turno pasa del palo o la mano al cuchillo o la escopeta de caza de los domingos.

Tiende uno a echar mano a una especie de conspiración machista inconsciente que reacciona a la desesperada contra la pérdida de preponderancia social, lo que de alguna manera sirve como evidencia de que en efecto se está produciendo una severa transformación social a este respecto. Transformación que hasta ahora ha resultado manifiesta a efectos superficiales, pero que estos hechos confirmarían que también está alcanzando raices más profundas en el sentir del Hombre.

martes, 8 de abril de 2008

Coltan

Como un ejemplo más de la superioridad de los occidentales sobre otras razas, en particular las residentes actualmente en Africa, y por si fuera poco el lamentable estado en que se encuentran esos países, está el hecho de que poseen infinitas riquezas imprescindibles para nuestro actual progreso económico y sean incapaces de explotar por sí mismos esos filones; por lo que tenemos que ir los occidentales a enseñarles.

Así, el Congo, República Democrática del, posee, según dice la wikipedia el 80% de las reservas de Coltan, un mineral del cual se extrae el Tantalio - uno de esos cuadraditos de la tabla periódica, creo - y que por lo visto está resultando de los más interesante para la elaboración de baterías con las que alimentamos nuestros preciados teléfonos móviles.

Los ingresos de esa materia prima podrían servir para sostener la economía de ese país - bien que destrozando su suelo - y sin embargo son la causa fundamental - o no fundamental, realmente, pero actualmente la circunstancial - de las guerras producidas en ese lugar.

Las guerrillas que luchan entre sí utilizan esta materia prima para financiar su rearmamento y naturalmente las que les compran el producto - nosotros no tenemos culpa de lo que ellos hacen con el dinero - son nuestras grandes empresas fabricantes de dispositivos electrónicos - aparte de alguna que fabrica armamento y otras que suministran material para explorar el espacio interestelar.

Algo bueno está ocurriendo. Mucho de ese material sale del país a través de los países limítrofes con RDC (Uganda, Ruanda y Angola, que están bajo sospecha de finanzar directamente - agentes indirectos de los verdaderos financieros - a las guerrillas en conflicto) que no poseen en su suelo realmente ese material, pero que hacen de intermediarios para estas ventas, lo cual les proporciona pingües beneficios que, ellos son así, se cuidan muy bien de que alcancen a la población.

Lo cierto es que estos salvajes africanos están poniendo en peligro el desarrollo de nuestra tecnología, y uno se pregunta si moralmente una sociedad civilizada como es la occidental puede permitirse debilidades en un mundo tan competitivo como es el de hoy. Aparte del hecho humanitario, y tal.

Mi pregunta es, a veces tengo dudas : ¿es realmente el atraso de Africa debido a la ineficacia de sus gentes en gestionar sus propios recursos, a las condiciones cada vez más precarias del medio - desertización, sequía, epidemias -? ¿Qué impide a estas pobres gentes progresar y alcanzar una situación social como la nuestra?

Este video es un poco comunista. Carece de toda credibilidad porque al final ponen la cara de Che.

jueves, 3 de abril de 2008

Motivos de risa.

Esta mañana escuchaba en el programa de radio - que oigo cada mañana durante un buen rato - No somos nadie, se burlaban de las dificultades del habla de la madre de Mario Conde, al que, por cierto, entrevistaron en televisión y también ponían no demasiado dignamente. No comprendo la gracia que tiene la observación de los problemas de dicción de esta mujer , por otra parte - por la voz parecía tener bastante más que avanzada edad - probablemente perfectamente justificados

Nunca he conseguido reirme con los programas de vídeos. Me refiero a esos que incitan a la gente a sacar en vídeo las caídas de sus familiares - cuando no a provocarlas - y que luego ponen por televisión acompañando el golpe con un coro de carcajadas. No quiero categorizar, pero siempre he dudado del nivel intelectual (lo estoy diciendo finamente, en realidad lo que pienso - y la realidad observada desde mi conciencia siempre me lo confirma - es que son rematadamente imbéciles) de los que en lugar de compadecer al que cae, dan un paso atrás y rien observando a la acomplejada y culpabilizada víctima.
El otro día vi una película norteamericana en la que ocurría un hecho de estos: en una discoteca, una chica que llevaba unas copas resbalaba y caía tirando las copas y a ella misma por el suelo. Todos paraban de bailar, miraban, señalaban y reían. Y luego continuaba la película sin darle importancia a lo ocurrido. Como si fuera lo más normal y bueno burlarse del que sufre. Lo único que me dice esto es que españoles y norteamericanos estamos hermanados en esta clase de imbecilidad.

Entre estos tipos de programas de vídeos, tampoco me hacen puñetera gracia los que llaman de "cámara oculta", en particular esos en que un "gancho" solicita la ayuda de una "víctima", la cual le presta de buena fe, para luego dejarla completamente en ridículo o metida en una situación que hace que se arrepienta de haber decidido ayudar a un desconocido. Aunque después, desvelado el engaño, sonría confusamente, cuando probablemente lo que hubiera deseado es machacarle la cabeza al "gancho"

Creo que este tipo de programas, de modelos televisivos, van calando en la inconsciencia de la gente, en la mía propia que los rechazo, cuánto más en las de los que disfrutas "a tope" con ellos, y creando patrones de comportamiento social que se contagian con mucha facilidad y nos vuelven cada vez más desconfiados de los otros, incluso de los más próximos.

Dan miedo estos "medios de difusión masiva de estulticia", que nunca tendrán un Bush que los persiga con férrea obsesión.

martes, 1 de abril de 2008

Un chocolatín

Me entraron ganas de comerme una chocolatina. Bajé a la máquina. Metí la moneda y elegí una. Entonces se abrió la puerta y salió una muchacha preciosa. Se humedeció los labios con la lengua, se pasó una barrita de chocolate por ellos y luego me dió un beso largo. Después volvió a meterse en la máquina antes de que pudiera reaccionar.
A toda prisa busqué otra moneda, pero ya no me quedaban. Me volví al despacho relamiéndome.