martes, 22 de mayo de 2012

Hiperion o el eremita en Grecia (Mi lectura privada)

La gran tragedia (poética, llamémosla así) es descubrir que uno no está a la altura de sus sueños. Pero, tal vez, mayor tragedia sea que uno se impida soñar por miedo a descubrirlo.

Algunos fragmentos que he sacado de Hiperion o el eremita en Grecia de Hölderlin

"Pero gimo atado a la cadena y atrapo con amarga alegría la copa que ofrecen a mi sed"

Refleja esta sensación de vida cotidiana insatisfecha. Y de cómo nos hemos de resignar a disfrutar de los escasos momentos de goce que nos proporciona.

"El único condimento que sazonaba  la insípida alimentación del trato cotidiano eran los pocos rostros y fisonomías agradables que la compasiva naturaleza envía de vez en cuando a nuestra oscuridad como estrellas que iluminen" 

Y sí, yo tengo mis estrellas.

"Igual que un lirio se balancea en el aire callado, así se mecía mi ser en su elemento en el fascinador soñar con ella"

Y, tal vez, por un momento, uno llega a alcanzar un punto culminante:

"Y en aquel momento acabó la insignificancia de mi vida"

Pero, habrá sido o no, uno al menos se queda con la sensación...

"... tan lleno solo de la esperanza de una vida más hermosa"

porque, al fin, estamos hablando de algo tan sutil, tan intangible, inalcanzable, tal vez nada más que sueño, somos como ese niño:

"una vez ví a un niño que tendía su mano para atrapar la luz de la luna"




martes, 15 de mayo de 2012

La verdadera historia (quizás)


-        Mira, mira Pilatos, ese era el hombre.
-        ¿Cuál? ¿Aquel desgraciado que va por allí?
-        El mismo.
-        ¿Ese fue el que dio tanto que hablar hace unos años? ¿la bestia negra de los judíos? ¿el que se atrevió a meterse en el templo a decirles cómo tenían que organizar sus cosas?¿el de los milagros con los cojos que no eran cojos, los ciegos que no eran ciegos y la putas... bueno esas sí que eran putas
-        El mismo
-        ¡Llámale, llámale, nos divertiremos un rato!
Y llamaron a Jesús. Estaba avejentado. Habían pasado algunos años desde aquello.
-        ¡Eh, buen hombre!¿Quieres venir un momento? Acércate.
-        ¿Querían algo de mí?
-        ¿No eres tú Jesús, el de Nazareth?. Creo reconocerte...
Jesús responde un poco turbado...
-        Bueno... yo soy Jesús el carpintero...
-        Sí, sí, pero antes  te llamaban Jesus de Nazareth. ¡Te llamaban Rey de los Judíos!
Visiblemente incómodo, mirando al suelo, revuelve el polvo con el pié. Mira de reojo a los guardias pensando en salir corriendo, pero está demasiado viejo para esos trotes.
-        Eran otros tiempos... Yo era un idealista... Más joven... Cumplí mi condena...
-        ¿Ah, si? ¿Te condenaron?
-        Me crucificaron, señor.
-        ¡Caramba! Eso no es posible, estás vivo.
-        Es que resucité señor.
-        ¿Qué resucitaste? ¡No me digas! Pero entonces eras verdaderamente el hijo de Dios (burlonamente, mirando de reojo a su sirviente)
-        Usted lo ha dicho, su excelencia, no yo.
-        Pero entonces como es que no estás por ahí reinando con tu pandilla, cómo es que vas tan miserable. Según tengo entendido los tuyos cada vez van en aumento.
-        Sí, desde luego van creciendo, pero no son los míos... (fastidiado)
-        No te entiendo viejo, explícate (Pilatos comienza a mostrar interés y le suelta un sopapo a su criado que no hace más que reírle todo lo que cree que son gracias. Da unas palmadas y ordena que le traigan a Jesús un asiento y algo de beber) ¿bebes, no?
-        Si, un vinito de vez en cuando
-        Pues cuéntame, hombre, cuéntame.
-        Verá, todo iba según el plan previsto hasta que me crucificaron. Se iba cumpliendo muy bien y los muchachos, (los apóstoles... yo les llamaba así, ¿sabe usted?) se portaban como debían, con sus debilidades y sus cosas, pero todos dentro de las previsiones....
-        ¿Y qué pasó?
-        Pasó que las cosas se torcieron a partir del momento de mi muerte...(y quedó suspensa en el aire su mirada)
-        Sigue, hombre, sigue, no te pares...
-        En primer lugar Judas tomó una decisión demasiado precipitada.
-        ¿Quién es Judas?
-        Era, señor, se murió.
-        ¿Ah, sí? ¿Y de qué?
-        Se asfixió con una cuerda, señor. El otro extremos estaba atado a un árbol. Se conoce que resbaló mientras estaba limpiándola y...
-        ¡Pero ese hombre se ahorcó!, eso es lo que me estás diciendo ¿no?, se ahorcó...
-        Si, señor
-        Pues entonces dilo, hombre. ¿Y por qué tomó una decisión precipitada?
-        Porque él no era malo, en el fondo no hacía más que seguir unas directrices
-        ¡Ah! Ese fue el que te denunció seguramente
-        El mismo. Pero él no hacía más que cumplir con la voluntad de mi padre. ¿Qué podía hacer? Teníamos todas nuestras esperanzas volcadas en él. Era un hombre de iniciativas, él era la pieza más importante del plan después de mí... los demás sólo eran figurantes
-        Y se ahorcó
-        Exactamente. Y se torció el plan...
-        ¿Por qué? ¿Cuál era el plan, conquistar el mundo?, ¡porque el camino que llevan es el correcto!
-        No, no era ese el plan. El plan era cambiar la mentalidad del hombre.
-        Te entiendo amigo, Roma ha intentado eso mismo durante siglos, pero...
-        Bueno...sin ánimo de molestar... no es lo mismo...
-        ¿Cómo que no es lo mismo....? pero, sigue, cuéntame el resto.
-        Pues en cuanto eché el último suspiro se dieron la vuelta y se fueron a sus casas. Y al día siguiente, o al otro, cuando se les pasó el susto empezaron a discutir sobre quién iba a ser el jefe...
-        Qué me vas a contar, en Roma eso es el pan de cada día...
-        Hubo rencillas y cosas que no salieron en los papeles y cuando me les aparecí,... después de haber resucitado... (haciendo un gesto como para que recuerden que resucitó de verdad)
-        Ah, sí, sí, después de haber resucitado... ¿qué pasó?
-        Pues que no me hicieron caso. No me reconocieron. No tuvieron fe
-        ¡Qué me dices!
-        Lo que le cuento (Jesús ya está completamente entregado a la narración) y me echaron a patadas. Las mujeres tampoco creyeron en mí, pero al menos me recogieron y me curaron algunas heridas que aún tenía abiertas...
-        Sí, claro, después de lo que te había...mos hecho tenías que estar destrozado.
-        No, no crea, la cosa era que tenía que venir así, para que ellos vieran las heridas y creyeran, pero ni por esas. Se rieron un rato de mí, apagaron los cigarros en mis llagas y continuaron contando las monedas que ya para entonces habían empezado a recaudar entre los simpatizantes.
-        ¡Ah! Qué bandidos...
-        Y que lo diga. Estuve intentándolo varios días. Y hasta me presenté como un adepto, pero como no tenía ni un duro no me admitieron. Así fue como me metí a carpintero, como mi padre... el de aquí, digo, José
-        Sí, sí, claro, José (y mira Pilatos, a su criado para que también afirme)
-        Me separé del movimiento y traté de rehacer mi vida. Me casé y tuve hijos. La carpintería no da para mucho, menos mal que he conseguido un contrato con su excelencia para proporcionarle los maderos para las crucifixiones.
-        ¡Ah, ¿así que trabajas para nosotros? Me alegro, hombre, me alegro. ¿Y qué más sabes de esos que fueron los tuyos?
-        Pues ahí siguen, su majestad.
-        No me llames así, hombre, que todavía no se usa.
-        Disculpe
-        Vale
-        Pues ahí siguen. Parece ser que Pedro, bueno, se llamaba Simón, pero yo le puse el sobrenombre de Pedro por una cuestión que se me hace largo explicarle, pero que es una estupidez ahora que lo pienso. Pues eso, que Pedro tomó el mando y mandó, disculpe el jueguito, a los demás por ahí a publicar la noticia
-        ¿Qué noticia?
-        Que si yo he muerto por ellos, que si mi sacrificio no ha sido en vano, que si Dios les ha perdonado, que si la única salvación está en su ... en fin, mariconadas, ... oh, disculpe
-        No te preocupes, hombre... sigue
-        No hay mucho más. Empezaron a crecer. La gente, ávida de soluciones, se les reunió alrededor y como se veía que la cosa iba a más comenzaron a arrimarse también los arribistas...
-        ¿quiénes?
-        Bueno, un tal Pablo... ese es el verdadero artífice de todo esto.
-        Sí, creo que he oído hablar de él. También hace milagros ¿no? Cura ciegos...
-        Sí, sí, ciegos...
-        Lo que yo digo. Y experimenta unos trances que llaman mucho la atención.
-        Un falsario mistificador, su señoría, se lo digo yo...
-        No, si te creo viejo, te creo...
-        Pues el tal Pablo anda por ahí pregonando falsedades y engañando a quien se acerca a oírle. Según parece es muy rígido y una vez que entras en su organización, que por cierto, los muy hipócritas tiene un pez como símbolo y estoy seguro que hace años que no prueban el pescado, al menos la camarilla dirigente (nota del autor: presumo que en esos tiempos comer pescado era cosa de pobres y que lo bueno era hincharse a cordero asado) porque a los tontos que les siguen les darán mojama todo lo más
-        Sí, sí... (bostezando) te entiendo..
-        Le aburro, su excelencia, a mí también me aburre hablar de esto, discúlpeme.
-        No, no, si he sido yo el que ha insistido.
-        En seguida me voy, me acabo el vaso y continúo, que precisamente vengo del negociado y me han encargado ocho cruces para mañana.
-        Sí, sí, puro trámite, algunos ladrones y dos o tres palestinos que han estado dando la lata.
-        Pobres muchachos
-        Sí, sí pobres, suben a las cruces cantando, deben de venir de la banda de sumeria por lo locos que están.
Jesús se levanta despacito, saluda, agradece el vino y el descanso y se va
-        Adiós buen hombre, adiós, nunca pierdas las mañas, vuelve otro día (adiós pesao)
Fin


lunes, 14 de mayo de 2012

luz

Quién sabe de dónde salen estas imágenes que le asaltan a uno de pronto:

Entramos en el lugar siniestro y la oscuridad se derramó por nuestros ojos, pero no nos soltamos de las manos y eso fue luz suficiente.

viernes, 11 de mayo de 2012

Inversión de Perspectiva


La inversión de perspectiva

Invertir la perspectiva es dejar de ver con los ojos de la comunidad, de la ideología, de la familia, de los demás. Es entenderse a sí mismo sólidamente, elegirse como punto de partida y como centro. Fundarlo todo sobre la subjetividad y seguir su voluntad subjetiva de ser todo. En el punto de mira de mi insaciable deseo de vivir, la totalidad del poder no es más que un blanco concreto en un horizonte más vasto.Su despliegue de fuerza no me obstruye la visión, yo lo localizo, aprecio el peligro, estudio la jugada. Por muy pobre que sea, mi creatividad es un guía más seguro que todos los conocimientos adquiridos por obligación. En la noche del poder, su pequeño resplandor mantiene a distancia a las fuerzas hostiles: condicionamiento cultural, especializaciones de todo tipo, Weltanschauungen inevitablemente totalitarias. Cada uno detenta así el arma absoluta. Pero hay que servirse de ella –como sucede con ciertos hechizos- con conocimiento de causa. Si se aborda por el sesgo de la mentira y de la opresión, al revés, no es más que una lamentable bufonada, una consagración artística. Los gestos que destruyen el poder y los gestos que construyen la libre voluntad individual son los mismos, pero su alcance es diferente; como en el dominio de la estrategia, la preparación de la defensiva difiere evidentemente de la preparación de la ofensiva.
No hemos elegido la inversión de perspectivas por un voluntarismo cualquiera, es ella quien no ha elegido. Comprometidos como estamos en la fase histórica de la NADA, el paso siguiente sólo puede ser un cambio
del TODO. La conciencia de una revolución total, de su necesidad, es nuestra última forma de ser histórica, nuestra última posibilidad de deshacer la historia en ciertas condiciones. El juego en el que entramos
es el juego de nuestra creatividad. Sus reglas se oponen radicalmente a las reglas y a las leyes que rigen nuestra sociedad. Es un juego de quien-pierde-gana: lo que se calla es más importante que lo que se dice; lo que se vive  más importante que lo que se representa en el plano de las apariencias. Hay que jugar este juego hasta el fin. Quien ha experimentado la opresión hasta que sus huesos ya no pueden soportarla más, ¿cómo no se arrojará a la voluntad de vivir sin reservas, como si fuera un último recursos? Desdichado quien abandona en el camino su violencia y sus exigencias radicales. Las verdades asesinadas se convierten en venenosas, ha dicho Nietzsche. Si no invertimos la perspectiva, la perspectiva del poder acabará por encaminarnos definitivamente contra nosotros mismos. El fascismo alemán ha nacido en la sangre de Spartakus. En cada renuncia cotidiana, la reacción no prepara sino nuestra muerte total.

Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones.
Raoul Vaneigem
Editorial Anagrama 1988
(la original es de 1967)
pgs: 198-199

miércoles, 9 de mayo de 2012

Mayo

Tenía mi hija hoy examen de -entre otros- Miguel Hernández. Y como que se me ha puesto cuerpo de Miguel Hernández. He ido a devolver un libro a la biblioteca y me he paseado por el pasillo de literatura. ¿Y a quién me encuentro llamándome? Abro al azar

Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.

Paciencia necesita mi tormento,
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.

¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.

Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo.

martes, 8 de mayo de 2012

El marino que perdió la gracia del mar (Yukio Mishima)


El marino mentado es Ryuji. Ya veremos cuál es su “gracia” a los ojos de los muchachos, pero a los ojos de sí mismo y a mis ojos, su gracia es que él sueña con la gloria. Él espera algo grande de su vida: “¡Hay una única cosa a la que yo estoy destinado, la gloria, sí la gloria!”, piensa de sí mismo. Para él la vida en tierra, el hogar, es una trampa, esto piensa de los otros oficiales a los que una familia espera en tierra: “Esos hombres han perdido su oportunidad, ya no hay esperanza para ellos. Nunca he hecho gran cosa, pero me he pasado la vida entera pensando que soy el único hombre verdadero”.
Pero con los años ha perdido esta ilusión “Empezó a examinar uno a uno sus sueños y esperanzas, y uno a uno los hubo de ir desechando” Y en este punto llega a la mujer, Fusaku. Ya ha tenido otras experiencias con mujeres, pero para él no tenían ningún sentido, inmerso como estaba en la espera de su momento glorioso. Ahora cuando encuentra a Fusaku, siente que de alguna manera ella es un consuelo, no es la gloria que anhela, a la que ya ha renunciado, sino su reconciliación con la tierra. Ella no es ni mucho menos la mujer esperada, con la que aspiraba a “descender hasta el fondo de la gran profundidad del corazón, donde ningún hombre ha estado jamás”. Y entiende, al principio, al menos, que ella es incapaz de comprender los sueños que él alimenta, que ella “no puede ver a través del muro de sombras de mi naturaleza de hombre el anhelo que a veces me hace llorar”, sin embargo, luego, sufre una transformación y siente con ella “que ha recorrido una inmensa distancia para llegar al fin a un punto de exquisita sensación
Fusaku no es más que una mujer que ansía resolver su soledad, lo único que espera de Ryuji es que no sea un soñador “había encontrado más tranquilizadora su simpleza, cualidad, como un mueble recio y antiguo, más duradera que imaginativa” Ella lo que necesita es tener una garantía de seguridad. Y Ryuji termina por proporcionársela abandonando el mar.
Aquí entra Noboru, el hijo de Fusaku, y sus amigos. Mucho más difíciles de describir. Son unos chicos de menos de catorce años, pero dotados de una extraordinaria inteligencia. Ellos están en el secreto de la vida, y de hecho, son los únicos que son capaces de comprender ese secreto. En primer lugar para ellos la vida es un vacío, (“Todos sabemos que el mundo está vacío, y que lo importante, lo único, es tratar de mantener el orden en dicha vacuidad”), una trampa; más importante es la muerte “que sienta sus raíces en el instante del nacimiento, y, en lo sucesivo, el hombre no podía sino procurar cuidado y riego a este germen;”, creían en consecuencia que “ la reproducción es ficticia y consecuentemente la sociedad también lo era: padres y educadores, por el mero hecho de serlo, eran responsables de un ominoso pecado”. Los padres, uno de sus grandes enemigos: “no existe nada parecido a un padre bueno” “tratan de cercenar el mundo hasta reducirlo a algo mezquino fácil de manejar”. Ellos perciben la mezquindad y bajeza de la sociedad y tratan de mantenerse apartados, entrenándose en evitar caer en las debilidades más comunes, principalmente las emociones. Para ello no dudan en cometer actos que a los ojos de la sociedad son horribles, pero para ellos no son más que actos de afirmación y de independencia frente a los demás: “El jefe solía insistir en la necesidad de actos como aquel para llenar los grandes huecos del mundo. El asesinato y solo el asesinato sería capaz de llenar tales cavernas boquiabiertas, del mismo modo que una larga grieta llena un espejo. Ellos lograrían entonces un poder real sobre la existencia”. Las consecuencias de perder esta independencia y libertad frente a la mezquindad social será terribles: “terminaremos en las adulaciones vomitivas y los cotilleos; temblaremos día tras día agobiados por la sumisión, el compromiso y el miedo; nos preocuparemos por lo que digan los vecinos; viviremos como ratones estridentes. Y algún día nos casaremos y tendremos hijos, y al fin llegaremos a ser padres: lo más vil en este mundo”.
Pues bien, al comienzo de la novela, con la llegada de Ryuji, Noboru tiene un instante glorioso: “Creo que la otra noche vi el sentido del orden interno de la vida”, esto hace a Ryuji tolerable ante los otros porque es un hombre de mar y “solo existen unas cuantas cosas realmente permisibles: el mar, por ejemplo”. Pero Ryuji abandona el mar, y en un momento crítico, cae en lo más bajo, se convierte en padre: “Noboru sintió como si le faltara el aliento. ¿Cómo es posible que diga tales cosas?¿Es este el héroe espléndido que un día brilló tanto?” “Cada palabra quemaba como fuego” “Noboru sintió náuseas”. Y así se precipita Ryuji, perdiendo su gracia.

(Ed. Debate. trad. Jesús Zulaika Goicoechea)

Una de quellas míticas bases de concurso de la lista l-ectura

Como no nos acordamos de cuántas convocatorias lleva ya el concurso hemos decidido convocar este año el PRIMER CONCURSO DE CUENTOS DE NAVIDAD DE LA LISTA L-ECTURA (segunda época). Así sea.

BASES DEL CONCURSO.

Del propósito del concurso.

1.- El concurso tiene por objeto fomentar los valores tradicionales en especial aquellos relacionados con la Navidad, sin excluir aquellos otros que por su carácter, forma o condición también pudieran ser incorporados al acervo de valores del ser humano, como son el amor por el dinero, el morbo por las tragedias ajenas, el sadismo aplicado a la mujer y a cualquier ser indefenso en general, la soberbia, el fanatismo, la gloria amén.

2.- El aspirante a concursante debe, en primer lugar, soltar el aire y a continuación escribir un cuento original sobre temática Navideña o cualquier otra cosa, de longitud apropiada a las circunstancias del
medio, de amplitud lo que dé el ancho de recepción del cliente de correo y de altitud el infinito.

3.- El suspirante debe someter su obra a exposición pública en el medio l-ectura o cualquier otro medio que considere conveniente.

3.1.- Las obras se presentarán preferiblemente con el lema PARA EL CONCURSO en el subject.

4.- La comisión del concurso valorará las obras presentadas y emitirá un dictamen basado en el sufragio de los miembros de la misma.

5.- La obra seleccionada por la comisión será la ganadora del concurso.

6.- Este concurso no tiene premio directo.

7.- Ni indirecto.

8.- Ni nada.

9.- El primer premio puede quedar desierto si al presidente de la comisión se le agrieta la voz.

De los miembros de la comisión y los criterios y formas de valoración de las obras presentadas.

1.- Los miembros de la comisión de evaluación del Primer Concurso de Cuentos de Navidad de la Lista L-ectura (2ª época) son todos los miembros suscritos a la lista l-ectura en el momento en que emitan su
veredicto, o bien todos aquellos no suscritos que conozcan directa o indirectamente a un miembro de la comisión y deseen, y lo realicen, ejercer su derecho a través de éstos.

2.- De entre todos los miembros uno será el presidente de la comisión.

3.- El presidente de la comisión seré yo.

4.- El cometido del presidente de la comisión será coordinar a los miembros de la comisión y llevar la voz cantante, entonando con gracia y salero todos los acuerdos que se convengan en la misma.

4.1.- El presidente de la comisión se encargará también de determinar y conservar, al menos durante el tiempo de duración del mismo, las obras presentadas a concurso.

5.- Llegado el momento cada uno de los miembros de la comisión emitirá un veredicto sobre cada una de las obras presentadas bajo la forma de un mensaje a la lista l-ectura conteniendo  una lista ordenada de mayor preferencia a menor de las obras presentadas.

5.1.- El mensaje aludido en (5) lucirá preferiblemente en el Subject la frase VIOLINES VENGAN DEL MAR.

De los plazos

1.- El presidente de la comisión fijará unos plazos de presentación de obras, valoración de las mismas y emisión del dictamen final.

2.- Para qué voy a esperar:

 de presentación de obras: 1 de Noviembre hasta el 30 de noviembre
 de evaluación de obras: 1 de Diciembre hasta 15 de diciembre
 de la proclamación del vencedor: 21 de Diciembre

3.- Las obras presentadas a concurso fuera de los plazos o bien sin la manifestación directa del deseo de su autor de ser incluido en el concurso pueden ser incluidas en el concurso si alguno de los miembros
de la comisión manifiesta explícitamente que así sea.

Disposiciones transitorias

a) La vida es una disposición transitoria, cuantimás un concurso sin premio. Si algún participante se considerase lesionado por estas bases tiene todo el derecho a impugnarlas ante el altísimo clamando al cielo
con el puño en alto y recitando aquella famosa frase: "al cielo clamé y no me oyó"

NOTA: Estas Bases han sido redactadas por el Servicio Jurídico de la Asociación de Primeros Concursos de Cuentos de Navidad de la Lista L-ectura y cualquier reclamación o duda debe ser dirigida a su
presidente.

NOTA DE PRENSA: La Asociación de Primeros Concursos de Cuentos de Navidad de la Lista L-ectura se ha disuelto en este instante dejando en la calle y sin rumbo fijo hacia el que derivar a su único integrante el cual por el momento parece que ha montado una agencia de noticias internacionales y locales despreciando olímpicamente las nacionales por carecer de interés relevante.

AVISO: Busco trabajo. Tengo experiencia en dirección de personal en el ramo jurídico y también en Periodismo.