miércoles, 31 de marzo de 2010

Ocurrencias

Tras la lectura de "La espuma de los días" de Boris Vian se me han venido a la mente estas dos imágenes:

A) El entierro era tan pobre que ni el Cristo se había dignado quedarse en la cruz. Se había bajado al suelo y se pasó la ceremonia sentado echándose desganadamente un cigarrillo.

B)El entierro era tan suntuoso que habían vestido al Cristo con recargados ropajes de luto y adornado las puntas de los clavos con gordos diamantes. El pelo se lo habían peinado a un lado y lucía un rostro inmaculado de barba recortada. Componía un gesto de gran consternación acentuado por dos grandes lagrimones que, sabiamente iluminados, repartían reflejos por toda la iglesia.

viernes, 26 de marzo de 2010

Gloria Efímera

Estamos en el aire. Hay una sensación de movimiento vertiginoso hacia la derecha. Entonces se produce un desplazamiento de cámara y aparece un tomate. El tomate abre los ojos y se ve volando: “¡Oh, Dios! ¡Estoy volando! ¡Soy un tomate volador! ¡Vuelo li... “. El tomate se estrella contra un muro. Se aplasta y el pegote resbala por el muro hasta perderse de vista.

viernes, 19 de marzo de 2010

Creación

Por el afán de ser original, de no copiar, todos huyen de todos tratando de ser únicos; y así, cada creación es efímera, muere en el instante de nacer porque no hay posibilidad de reproducción y de crecimiento. Si los colonizadores hubieran dejado de ir porque ya había estado allí alguien antes que ellos, la Tierra seguiría siendo plana.

miércoles, 17 de marzo de 2010

“Un abrazo. Y un beso. Tan sencillo.”

"Y de pronto de la arena desnuda brota una mano. Es el día de los muertos vivientes. A la mano le sigue un brazo atado a un cuerpo que brota también alzando su tronco del que cuelgan dos largas ramas hasta el suelo piernas y pies funcionales que comienzan a compasear sosteniendo en equilibrio toda la estructura de carne podrida al principio pero que con la cauterizante luz solar se va regenerando recuperando su antiguo color y su pálida tersura de mujer u hombre pues no es sólo uno sino miles los que brotan de la antigua arena de la playa. Una masa de cuerpos lozanos y alegres huyen de sus tumbas y cada paso que dan rejuvenecen a largas zancadas. Muchos no alcanzan el borde limite rocoso que delimita la playa y caen a las piedras incapaces de andar bebés lactantes que se reducen hasta el tamaño de una judía y se cuelan por entre los callados."



viernes, 12 de marzo de 2010

Actor

Claro que he hecho teatro: interpreté a Godot en la famosa obra de Samuel Beckett. Me ofrecieron el papel de Yorick en Hamlet, pero lo rechacé. Pero mi mejor interpretación fue con Fuenteovejuna, en la obra del mismo nombre de Lope.

jueves, 11 de marzo de 2010

Celso contra los cristianos

Teniendo en cuenta que leo sus textos a posteriori, pues en su tiempo el cristianismo aún no era más que una secta que empezaba a adquirir relevancia, como lo demuestra el hecho mismo de que alguien, Celso, se preocupase de despotricar contra ella, los argumentos de Celso, tan racionales y tan evidentes, resultan meros sofismas en el sentido de que critica la apariencia, la iconografía del cristianismo, supongo que presumiendo que si desmonta esas mentiras todo el resto se debería venir a bajo por gravedad, puesto que esa iconografía, Jesus y sus milagros principalmente, son el sostén de toda esa estructura. Pero lo cierto es que la estructura no solo no se viene abajo sino que sigue creciendo aún sobre la falsedad de sus fundamentos. Eso demuestra que esa iconografía no es realmente el fundamento del cristianismo, o de cualquier otra religión, sino otra cosa, de la que nadie nunca se ocupa realmente. Menciona Celso, una frase que los cristianos repiten muy a menudo para defenderse de las argumentaciones contra sus creencias: “no examinéis, creed solamente y vuestra fe os salvará”: creo que es ahí donde está la clave de la fuerza de las religiones y también la clave de la inutilidad de las argumentaciones racionalistas contra las religiones. No se puede argumentar racionalmente contra las religiones, pretendiendo con ello minarlas, porque las religiones no están en el ámbito de la razón, los que siguen esas religiones no pueden nunca considerar esos argumentos con aprobación, porque no siguen, por así decir, las leyes del ámbito de la religión. Las férreas argumentaciones en el ámbito de la razón no son más que humo en el ámbito de la religión, de la misma manera que las creencias en el ámbito de la religión, “vuestra fe moverá montañas”, son absurdas en el ámbito de la razón.
En resumen, Celso peca de puerilidad en la manera de considerar el nacimiento de lo que será una nueva religión. En lugar de tratar de desmontarla debía haber estudiado las razones por las cuales esa religión crecía tan deprisa. Qué es lo que hace, por muy absurdos y vanos fundamentos que tenga, que una nueva religión surja de la nada, de un pueblucho de Judea, como él indica, y crezca hasta dominar una gran parte del mundo.


http://es.wikipedia.org/wiki/Celso

miércoles, 10 de marzo de 2010

Un pingüino

Tú sólo eres tú mismo en medio de los otros. Tú solo, en tu cabeza, puedes ser cualquier cosa que imagines. O puedes no ser nada, si nada imaginas. En tu cabeza no hay referencias que te limiten, puedes vivir en tu fantasía como un globo suelto zarandeado por el aire; no estás nunca en ninguna parte porque puedes estar en todas. Pero ser todo es no ser nada. Por eso es tan insatisfactoria la soledad.
Estar en medio de los otros implica limitaciones, referencias a las que necesariamente tienes que vincularte. Cómo te comportas con respecto a esas referencias es lo que te va definiendo. Esas referencias son las que te dan la localización. Si eres algo, eres el que eres en medio de la gente.
Cuando te acostumbras a vivir en tu mente y un día comprendes que debes salir, te encuentra con que es muy difícil aceptarte. Todo lo que creías ser en la libertad de tu cabeza se ve matizado por la presencia de los otros. El vuelo libre se convierte en un torpe andar de pingüino en tierra.

lunes, 8 de marzo de 2010

A tapar la calle

A tapar la calle
que no pase nadie
que no tenga dudas
que vaya con prisas
y tenga señora
que le lava y le guisa

                Pablo Guerrero

martes, 2 de marzo de 2010

Las palabras

Dice un proverbio griego que nunca se regresa a un lugar, porque el lugar al que se llega ya no es el mismo. Lo que todos sabemos es que los lugares apenas cambian, que los que en realidad han cambiado son los que han vuelto. Son ellos los que ya no son los mismos y por lo tanto no ven las cosas de la misma manera. La gran condena del tiempo es que siempre transcurre hacia delante, porque cada paso que das te cambia, y ya eres otro cuando lo has dado.
Todo esto se me ha ocurrido mientras caminaba, y en seguida he comprendido que no es más que una elucubración, que no tiene más interés que lo bien que suenen las palabras con que lo compongo cuando lo estoy escribiendo. Y que la verdad y las palabras tienen dimensiones diferentes.