lunes, 26 de mayo de 2008

Sobre la moral y la muerte

moral
(del lat. moralis)
w adj. Perteneciente o relativo a las costumbres, los actos y los pensamientos humanos, en especial desde el punto de vista de su bondad o malicia.
--------------------
inmoral
adj. Que se opone a la moral o a las buenas costumbres.
----------------------
amoral
adj. Indiferente o ajeno al sentido moral.
----------------------------


Acabo de leer una historieta de Alvaro Mutis, contenida en los Diarios de Lecumberri. Nos habla de un "viejito" que le limpia la celda, que hace diversos trabajos de recadero para conseguir dinero para pagarse la "tecata" o "tacata" que no recuerdo bien el término preciso, la droga.
De este hombre, nos dice Alvaro, "dicen que 'debe' más de cincuenta muertes", pues es, digámoslo así, asesino profesional. Luego nos suelta como en gotas relatos de "sus muertes" tal y como las cuenta el autor.

Lo que da miedo de estas historias es la "amoralidad" del personaje. La falta de escrúpulos con que cumple su trabajo. Pero, es que no considera que tenga nada por lo que arrepentirse. Sólo mata por trabajo o por venganza. No odia ni desprecia a la víctima, sencillamente la mata porque le han dicho que lo haga o porque ha de hacerlo por honor o venganza. Esa indiferencia moral hace que le regale el escapulario del cura que acaba de asesinar a su hija "que es cojita y reza todas las noches" y no haya ninguna contradicción en ello. Es una indiferencia animal, salvaje.

Desde luego no quiero tropezarme con un individuo de estos por la calle. Pero no es un individuo ofensivo, no es una bomba latente que estalla en cualquier momento.

Lo contrapongo a los "asesinos en serie" tan venerados en estados unidos y de los que sabemos por las incontables películas que se han hecho sobre ellos, y por las noticias sobre tipos que disparan a la gente a mansalva. Estos son "inmorales" porque van intencionadamente contra una moral, contra un sentido del bien y del mal que ellos mismos asumen. Procuran el mal por el mal y no lo hacen con indiferencia. Suelen presentárnolos - al menos los que les resultan más atractivos - como oscuros e inteligentes tipos maquinadores, que matan sofisticadamente y por razones concretas, que siempre se retrotraen a maltratos infantiles tan horrendos como los que ellos practican con sus víctimas. Estos están siempre tramando el siguiente crimen que llegará con seguridad.

A efectos prácticos tal vez no haya ninguna diferencia entre ambos, pero en las películas americanas casi siempre te presentan a estos tipos como pirados, insociables y en todo momento peligrosos, mientras que Alvaro nos presenta a su hombre como un viejito pacífico que le limpia escrupulosamente los libros mientras le cuenta sucesos de su vida.

----

En un caso, la muerte es vista con una indiferencia absoluta (salvo en el caso propio, claro), mientras que en el segundo, la muerte es el supremo castigo que el asesino imparte a los demás.

jueves, 22 de mayo de 2008

La inversión de perspectiva

Invertir la perspectiva es dejar de ver con los ojos de la comunidad, de la ideología, de la familia, de los demás. Es entenderse a sí mismo sólidamente, elegirse como punto de partida y como centro. Fundarlo todo sobre la subjetividad y seguir su voluntad subjetiva de ser todo. En el punto de mira de mi insaciable deseo de vivir, la totalidad del poder no es más que un blanco concreto en un horizonte más vasto. Su despliegue de fuerza no me obstruye la visión, yo lo localizo, aprecio el peligro, estudio la jugada. Por muy pobre que sea, mi creatividad es un guía más seguro que todos los conocimientos adquiridos por obligación. En la noche del poder, su pequeño resplandor mantiene a distancia a las fuerzas hostiles: condicionamiento cultural, especializaciones de todo tipo, Weltanschauungen inevitablemente totalitarias. Cada uno detenta así el arma absoluta. Pero hay que servirse de ella –como sucede con ciertos hechizos- con conocimiento de causa. Si se aborda por el sesgo de la mentira y de la opresión, al revés, no es más que una lamentable bufonada, una consagración artística. Los gestos que destruyen el poder y los gestos que construyen la libre voluntad individual son los mismos, pero su alcance es diferente; como en el dominio de la estrategia, la preparación de la defensiva difiere evidentemente de la preparación de la ofensiva.

No hemos elegido la inversión de perspectivas por un voluntarismo cualquiera, es ella quien no ha elegido. Comprometidos como estamos en la fase histórica de la NADA, el paso siguiente sólo puede ser un cambio del TODO. La conciencia de una revolución total, de su necesidad, es nuestra última forma de ser histórica, nuestra última posibilidad de deshacer la historia en ciertas condiciones. El juego en el que entramos es el juego de nuestra creatividad. Sus reglas se oponen radicalmente a las reglas y a las leyes que rigen nuestra sociedad. Es un juego de quien-pierde-gana: lo que se calla es más importante que lo que se dice; lo que se vive más importante que lo que se representa en el plano de las apariencias. Hay que jugar este juego hasta el fin. Quien ha experimentado la opresión hasta que sus huesos ya no pueden soportarla más, ¿cómo no se arrojará a la voluntad de vivir sin reservas, como si fuera un último recursos? Desdichado quien abandona en el camino su violencia y sus exigencias radicales. Las verdades asesinadas se convierten en venenosas, ha dicho Nietzsche. Si no invertimos la perspectiva, la perspectiva del poder acabará por encaminarnos definitivamente contra nosotros mismos. El fascismo alemán ha nacido en la sangre de Spartakus. En cada renuncia cotidiana, la reacción no prepara sino nuestra muerte total.

Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones.

Raoul Vaneigem

Editorial Anagrama 1988

(la original es de 1967)

pgs: 198-199

martes, 20 de mayo de 2008

astronomía o astrología

Viendo vídeos en youtube sobre los agujeros negros, el origen de las galaxias y cosas así, no me quito de la mente la idea de que todo esto no es más que pura fantasía, una forma sofisticada de literatura. Yo me dedico a leer novelitas y estos tipos, con más estudios, se dedican a averiguar qué es lo que le pasará a esta galaxia dentro de unos cuantos miles de millones de años, qué planetas hay cinco mil o seis mil años luz de aquí y si en esos planetas hay una bacteria o algo más ridículo a lo que pueda calificarse poco más o menos de "vivo". Cada uno a su nivel.
Mi pregunta es, ¿tiene alguna utilidad la astronomía?, hasta la astrología me parece algo más práctico, cómo influyen los astros en la vida. Lo mismo si emplearan tanta tecnología en este campo descubrirían que en efecto, hay una relación entre la alineación de los planetas y el estado de cosas de este mundo nuestro. Y podríamos estar avisados, ¡atención señores, que nadie salga de casa en las próximas cuatro horas que hay una alineación de marte y venus y la cosa puede complicarse!. Dejemos la conferencia de paz entre israelíes y palestinos para cuando la luna esté en cuarto menguante y júpiter esté asomando por la casilla de Tauro. En fin, algo práctico.

Postdata
En realidad la pregunta es, ¿por qué se gastan dineros, cantidades importantes, en astronomía en estos tiempos en que priman los beneficios económicos? Es incomprensible. ¿Cual es el beneficio que se le saca a todas esas exploraciones, análisis, especulaciones? Tiene que haber algo, no puede tratarse de una singularidad. Alguna explicación tiene que haber.

lunes, 12 de mayo de 2008

Aprendizaje

Dicen, sobre todo los que les gustan el rollo ese de las paraciencias y los esoterismos, que las casualidades no existen, que todo ocurre por una causa y para un fin. Creo que la ciencia también está de acuerdo en que todo ocurre por una causa, no hay movimiento (o transformación) que no tenga por origen una fuerza inicial. La situación actual deriva de una situación anterior gracias a un cambio provocado por una fuerza (a los esotéricos les gusta decir "energía") Pero vengámonos a nuestro entorno local, a mí, también creo que nada ocurre por casualidad. Alrededor mío están siempre ocurriendo infinidad de cosas, pero como yo estoy limitado por una percepción focal, sólo soy consciente de aquellas que caen dentro de mi foco de atención. Mi foco de atención se mueve y explora el mundo siguiendo los impulsos de mi experiencia, sobre todo la inmediata, es por eso que cuanta más experiencia voy adquiriendo mas rico me parece el mundo. Cuantas más cosas aprendo más capacidad adquiero de dirigir mi atención hacia elementos más sutiles de mi entorno, que antes, con menos experiencia, era incapaz de ver.

lunes, 5 de mayo de 2008

A vueltas con Thoreau

No sé si será autodefensa, pero considero que la manera de vivir que nos propone Thoreau no puede ser de este mundo. Thoreau propone su solución ignorando al resto de la gente. Si tan solo diez o quince como él fueran a pescar al lago Walden todos los días, y todos los días incursionaran en el bosque en busca de bayas y se construyeran todos una cabañita en las márgenes del lago para vivir a su modo, entonces él comprendería que no hace bien haciendo proselitismo de sus ideas.
Es necesario un proyecto de vida social que regule la interacción de la gente entre sí, y de la gente y el entorno en el que habita. Pero tiene, a mi juicio, toda la razón en que este modelo social debe ser radicalmente otro que el que llevamos (el que ya se apuntaba en sus tiempos y que ya le parecía absurdamente trabajoso).
Lo que impulsa a nuestra sociedad no es, como a veces nos pretenden vender los que creen sacar ventaja de todo esto o estar en una situación privilegiada, el afán de superación y progreso, la competencia en la competición, la búsqueda del éxito, sino la avaricia y el miedo.
Ambas funcionan como una fuerza disgregadora y destructora no solo de nuestra especie sino del entorno que habita. No buscan mejorar su condición sino asegurar su mejor condición aún a costa de los otros y de lo otro.

El cambio hacia un nuevo modelo de sociedad solo puede venir del interior del hombre. Ninguna revolución, ninguna catástrofe climática ni energética - como se está demostrando con la crisis petrolera que lleva, por ejemplo, a quitar el trigo de la boca de los hambrientos para elaborar nuevas energías asoladoras de recursos - propiciará este cambio. Tal vez estos problemas nos lleven a una aparente modificación de nuestras costumbres mientras el peligro aceche más directamente a los que actualmente llevan las riendas de este mundo (que en realidad somos todos en una especie de conciencia colectiva aparentemente encarnada en unas pocas manos, seres irreales que denominamos ejecutivos de multinacionales, presidentes de estado o "manos negras" de lobbys económicos), pero en cuanto esta amenaza tome la apariencia remitir volveremos a las mismas bárbaras maneras.

Hay que plantar semillas de la nueva sociedad del futuro. La ONU o la UNESCO deberían encargarse de eso. De crear pequeñas sociedades utópicas en determinados puntos del planeta que vayan extendiendo su influencia de manera natural. Pequeñas sociedades en las que los niños sean educados en habilidades sociales y no entrenados para "luchar por la superviciencia en la sociedad" (el entrecomillado es mío, para resaltar la idea). En la que los recursos naturales no sean "explotados" sino aprovechados, y ese aprovechamiento signifique un intercambio. Una sociedad en la que las gentes no se planteen objetivos absurdos (como explorar planetas que nunca llegaremos a alcanzar, o máquinas que hacen el trabajo cien veces más rápido y con la mitad de gente - el que crea que esto es un mérito es que no comprende nada de lo que trato de decir), sino objetivos sustentados en las necesidades. En fin, sociedades y gentes que ya han sido descritas por miles de libros despreciados por plantear modelos vitales "irrealizables", que son leídos como novelitas-caramelo para quitar el mal sabor de boca y luego volver al tajo de machacarle la cabeza al vecino por nuestro bien.

viernes, 2 de mayo de 2008

Feria del libro

¡Qué Feria del Libro más poco vistosa! consiste únicamente en sacar las librerías a la calle, (que está bien; se hiciera todos los días que las librerías te salieran al paso para competir con las llamadas grandes superficies que colocan los libros al lado de las promociones de jabón) pero sin aportar prácticamente diferencias entre ellas. La mayoría muestran los mismos libros en las mismas ediciones. Tienes que mirar el nombre para distinguir una de otra. Sí, es verdad, todo esto es mentira; está la librería del cabildo, que te muestra sus ediciones, la del ayuntamiento que te muestra las suyas, este año hay dos librerías de libro antiguo y ocasión, y también estaba Juan Luis Panero comiéndose un bocadillo, y la editorial Anroart; que yo conozca, la única que funciona en Las Palmas con carácter independiente.

Ahí se sientan los dependientes mirando a la gente que pasa y hojea. Te sientes un poco incómodo por no comprar nada. Yo incluso con una sensación de culpa o de responsabilidad por ser un gran lector y sin embargo no comprar nada, pero es que nada me llama la atención. Y lo que me llama la atención es algo corriente, que puedo encontrar en cualquier momento que me decida a satisfacer esa curiosidad, nada llamativo que digas: o lo compro ahora o no lo volveré a ver.

Y en cuanto a lo que no conoces... ¿qué vas a hacer, comprar al azar? ¡Promocionen un poco, joder, señores de Anroart!. Pongan unos paneles, llamen la atención sobre sus autores, que no tenga uno que comprar a ciegas si quiere conocer a los nuevos autores de nuestras islas.