jueves, 29 de septiembre de 2022

Planetas habitables no tan lejanos

 Una de las razones por las que me parece muy estúpida esa costumbre de informar sobre los llamados exoplanetas, es decir, esos planetas que están más allá de nuestro sistema solar y que podrían disponer de todas las características para albergar vida tal y como la conocemos aquí en la Tierra es que suelen estar a distancias mucho mayores de lo que es posible alcanzar ni en miles de generaciones, es decir, decenas, centenares cuando no a miles de años luz de distancia. Ya un año luz es una distancia insalvable para el ser humano, no te digo 10, 100, 1000. 


Leo en El agujero blanco en el tiempo, de Peter Russell que cuando observamos la luz que proviene del Sol desde nuestro sistema de referencia terrestre, observamos este intervalo como compuesto de una cierta cantidad de espacio – 150 millones de kilómetros que nos separan del sol – y cierta cantidad de tiempo que tarda la luz aparentemente en cruzar esta distancia, unos ocho minutos. Sin embargo, al parecer, las ecuaciones de la Relatividad nos dicen que, a la velocidad de la luz la longitud medida en la dirección del desplazamiento se encoge hasta la nada y que el tiempo se ralentiza hasta quedar paralizado. Así que, por lo que a la luz – o a lo que viaja a esa velocidad, añado yo – se refiere, no ha viajado distancia alguna ni tampoco ha transcurrido tiempo ninguno. 


Eso quiere decir que si mandáramos a uno de esos planetas naves que viajaran a la velocidad de la luz, en efecto, desde la Tierra perderíamos la cuenta del tiempo que tardarían en alcanzar su destino, pero para los que están dentro de la nave, ese tiempo sería CERO, es decir, llegarían en el mismo instante de partir.


Pues vale. Ahora ya solo nos falta construir la nave. 

Hay un pequeño inconveniente en esto y es que, según la misma teoría, lo mismo que se encoge el tiempo y la distancia, las masas se expanden hasta el infinito. Lo que significa que por más pronto que llegáramos no cabríamos ni uno solo de nosotros en ese planeta.  A ver cómo lo resolvemos. 

En cierto modo, en todo esto parece haber truco. Si la masa se expande hasta el infinito, entonces no solo llegamos al destino en el instante cero sino que el destino al que nos dirigimos es parte de nosotros, así que ya no tenemos que ir, porque ya está aquí. Es todo muy raro. 

A la luz no le pasa porque los fotones carecen de masa. Nuestra nave espacial debería estar hecha de fotones o cualquier otra partícula sin masa.  Es decir, deberíamos hacer construir nuestras naves a aquel Salvatore Garau que construía esculturas invisibles. 


lunes, 26 de septiembre de 2022

Lluvia

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Llueve. 

Corren barrancos, revientan cloacas, se inundan calles. 

Llueve. 

Y la gente se queda mirando con una sonrisa boba la lluvia caer. 

Se inundan casas mal acondicionadas. 

Maldicen. 

Echan de menos los días de sol. 

Se quejan al gobierno de que no haga nada. 

Llueve. 

Las televisiones no hablan de otra cosa. 

Se cierran los colegios para que los niños no corran peligro. 

Los maestros aprovechan para limpiar en casa. 

Si no se les ha inundado con la lluvia. 

Llueve. 

Los móviles se inundan también con vídeos de escorrentías, 

tan hermosos de ver, carreteras cortadas por derrumbes. 

Llueve. 

Alegría. 

Algo de agua llega a las presas. 

No es suficiente. Nunca es suficiente. 

Pero al menos 

llueve.

martes, 20 de septiembre de 2022

Monólogo de Yorick (Teatro)

 Monólogo de Yorick


El escenario representará un cementerio.Debe ser un cementerio de lo más evidente. Incluso exageradamente evidente: cipreses, túmulos, estatuas de ángeles y muertes cubiertas con capucha y su guadaña alzada; lápidas con toscas calaveras talladas, tierra suelta, tumbas hundidas con sus lápidas inclinadas, si no completamente derrotadas. En el centro la tumba de Yorick, delatada por su lápida bien visible. La tierra aparece revuelta y sobre ella la calavera que usó Hamlet para su monólogo. 

Será de noche, con la luz de la luna dando de lleno sobre la calavera. A lo largo de la obra se hará de día y anochecerá nuevamente, para luego volver a amanecer y anochecer una vez más. Así tantas veces como el director lo considere oportuno para dar una idea de eternidad. 

Es un único acto,con una única escena. 


Aquí comienza.


Yorick:






































































FIN

lunes, 12 de septiembre de 2022

Osvaldo Lamborghini,

 Supe de Lamboghini por un vídeo de Roberto Bolaño en el que clasificaba a unos cuantos autores argentinos según líneas de escritura que partían de autores consagrados de una época digamos dorada  que serían los años veinte. Derivas de la pesada se llama la conferencia.

Deriva gansteril de la literatura después de Borges.  A esta literatura la llama “de la pesada”, no sé por qué. Submundo o inframundo fuera de la ley, así define “de la pesada”. 

Primero: Martín Fierro.  No maravilla como poema, pero viva como novela. Novela de la libertad y de la mugre, del valor, no de la inteligencia y no de la moral.

Borges es solo un paréntesis, dice.  Cuentos desganados y perfectos, referido a aquellos que glosan al Martín Fierro. 

(¡cuidado!: Borges y Cortázar, los má grandes, eso queda claro, pero no toca hablar de ellos en esta conferencia)

Borges da luz a una serie de autores.

Macedonio Fernandez, Ricardo Güiraldes, Ezequiel Martinez Estrada, Mujica Láinez, Bioy Casares, José Bianco, Eduardo Mallea, Silvina Ocampo, Sábato, Cortázar, el mejor, Roberto Arlt.

Con la muerte de Borges se acaba todo aquello.

La literatura argentina actual es romántica, surge de los dominios de la pesada

La literatura actual argentina: Reacciones antiborgianas; conservadores, no revolucionarios.

Tres líneas de despliegue, (entiendo que siempre en esta idea de reacción a lo borgiano/cortazariano, y además, añado yo, a esa idea de boom latinoamericano ligado a lo folclórico)

1.- Osvaldo Soriano   no genera rama literaria. Fácil acceso a las masas de lectores (matizado). No lo deja muy bien, baja calidad, vendedor de barato.  Sin embargo no escribe mal, al contrario... insiste

2.- Roberto Arlt  rápido, arriesgado, autodidacta (desorden y caos), personaje de dostoievski

Su profeta sería Ricardo Piglia:   de los mejores narradores actuales, pero no acaba de gustarle el desvarío que teje alrededor de Arlt.

Literatura del yo, de la intimidad extrema,  no le gusta, le parece la destrucción de la literatura. Solipsistas.

3.- Osvaldo Lamborghini.  Corriente secreta.  

Reivindicado por Cesar Aira, albacea de Lamborghini.  

Una cajita en el sótano. Cuyo contenido es el infierno.  Crueldad. Un verdadero nihilista.

Sus herederos condenados a escribir mal, salvo Aira.

YO: no sé si él estaría de acuerdo, pero si en alguna de estas líneas fuéramos a incluir a Bolaño (que ya sé que no es argentino) sería en esta tercera, más hermanito de Aira que de Piglia o de Soriano


Desde mi punto de vista, Laiseca y Fogwill estarían dentro de la corriente Lamborghini/Aira. Son autores despreocupados por lo literario, más bien nihilistas,  contadores de historias sin mucha trascendencia, sin mucha preocupación por la trascendencia ni por las ventas, todo hay que decirlo. No halagan el gusto del lector

En cambio Angélica Gorodischer está en el tan denostado bando Soriano. Simplemente porque su escritura es popular, muy accesible. Y probablemente se venda tanto y tan bien, y tan justamente como se vende la de Osvaldo Soriano. Yo diría que es una escritura poco comprometida, una literatura más bien mercantil. (Insistiendo, como insiste Bolaño, que no es mala literatura, al contrario debe ser buena para sostenerse)

Me quedaría(de los que he leído últimamente) Hector Tizón al que ajustaría a la rama que me queda, la de Roberto Arlt/Piglia, por su contenido intimista, no en el sentido directo que lo hace Bolaño, referido principalmente al tipo de escritura de Piglia (¿autoficción?), sospecho, pero sí una literatura en la que prima ese análisis de emociones de los personajes. 

¿Qué hay de Juan José Saer? Todavía no puedo asegurarlo pero creo que va en la banda más anárquica de Aira, lejos de Lamborghini, (aunque las descripciones de los asesinatos en La Pesquisa son desagradablemente explícitas, sin llegar al regodeo de Lamborghini) pero en esa línea despreocupada, conscientemente despreocupada de «lo literario» que es una forma también de tenerlo presente; más preocupados de la construcción de la historia (o la observación de la construcción de la historia, sospecho, en el sentido de que son autores espectadores de su propia obra).

Respecto a Lamgorghini.

¡Uf! Como sugiere Bolaño, un lector no avisado puede quedar seriamente traumatizado por su lectura. El relato Fiord empieza ya directamente con un festival de lo feo, de lo sucio, de lo violento.  Un regodearse en un chiquero de seres humanos. Muestra unas leves insinuaciones políticas y un escenario que paródicamente podría definirse como ceremonial, pero que no llevan a ninguna conclusión.  Es como un refocilarse en lo feo, la porquería, la violencia. Y sin embargo, todavía, aquí, hay como un histrionismo, una falta de veracidad, una payasería que levemente alivian el impacto. Pero más adelante...

Después viene Sobregondi retrocede, que, aunque tiene título, porque hay una apariencia de personaje, es una retahila de textos muchas veces incoherentes, sin orientación ni sentido. Yo los he comparado con los que escribo en mi libreta cuando me aburro. A mí me gusta, no escribir, sino rallar con formas de letras. Me gusta trazar con las plumas y no me fijo muy bien en lo que escribo. Lo hago incluso mirando una película o escuchando música más atento a los diálogos o a la música que a lo que estoy escribiendo. A veces transcribo partes del diálogo. A veces construyo palabras mezclando comienzos y finales de otras palabras que oigo o me sobrevienen.  Eso es la escritura de Lamborghini. Bien, pues a eso le sumamos una mente enferma, enferma de ganas de crueldad, enferma de alcoholismo, y probablemente de algo de locura, aunque cuando el hombre se pone escribe muy coherentemente y entonces es peor, es cuando se te revuelve el estómago, te entra miedo de que alguien descubra que estás leyendo aquello. Eso es Lamborghini.


Ya no lo leí más después de El niño proletario.


El libro es Novelas y cuentos I, edición de César Aira – Bolaño dice que lo mismo podía haberla editado el portero del edificio, un señor que pasase –, en Mondadori /Editorial Sudamericana Narrativas. Si la buscan puden – no lo recomiendo – descargársela de por ahí. 

Post Data: he empezado a leer a Rodolfo Wilcock y lo primero que pensé es que me recordaba a las invenciones de Bioy Casares. Pues acabo de leer en wikipedia que, en efecto, eran muy amigos. 

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Tren sin sentido (cívico) tren desbocado.

 "Me vienen a la cabeza las últimas páginas de la novela de Emile zola, La bestia en el hombre. Un tren, lleno de soldados de camino al frente, rueda cuesta abajo a toda velocidad; mientras tanto, el maquinista y el fogonero se pelean. El fogonero insiste en avivar el fuego del motor y el maquinista intenta detenerle. En pleno forcejeo, uno de ellos agarra al otro por el cuello y los dos caen de la locomotora... dejando que el tren, lleno de soldados que cantan y beben y no se enteran de lo que ocurre, se precipite colina abajo. ¡Y así acaba el libro!

Parece que nos encontramos en una situación similar. Nos precipitamos hacia el desastre a un ritmo cada vez más acelerado y no hay nadie en el asiento del conductor. La única diferencia significactiva es que conocemos el peligro que nos aguarda. Es como si el maquinista estuviese recorriendo todos los vagones para advertirnos que el tren está fuera de control, y nosotros seguimos tranquilamente sentados jugando a las cartas. Oímos la advertencia, pero por alguna razón -- quizaś porque estamos ya curados de espantos, nos sentimos impotentes o estamos demasiado preocupados con nuestros propios problemas -- continuamos como si todo fuese a salir bien. 

Lo que parece faltarnos es la voluntad de levantarnos de nuestros asientos e intentar evitar el desastre colaborando todos juntos. Nos falta valor para afrontar la verdad. La mayoría parecemos estar más preocupados en defendernos de los demás pasajeros o en asegurarnos de ganar nuestra partida". (de Un agujero blanco en el tiempo, de Peter Russell, GAIA, 1994)


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El martes pusieron "Solo ante el peligro"(Fred Zinneman, 1952). El peligro es Frank Miller, un malvado que tenía la ciudad sumida en el caos hasta que el chérif consiguió encarcelarlo por asesinato. El tío estaba condenado a muerte pero le conmutaron la pena por cadena perpetua. Y más tarde le indultaron y salió de la cárcel. Va a regresar a la ciudad para, primero, asesinar al chérif que lo encarceló y luego volver a tomar posesión de la ciudad. 

El chérif pide ayuda a todos los ciudadanos. Hasta hace un momento todos se mostraban agradecidos con él, lo felicitaban por su reciente boda, le agradecían lo que había hecho por la ciudad. Pero desde que se enteraron de que Miller volvía a la ciudad su actitud ha cambiado. Unos consideran que no es asunto suyo parar a Miller, que eso es cosa del chérif, que para eso le pagan. Otros se desvían del tema acusando a los politicastros de Washington de incompetencia, bla, bla, bla. Otros consideran que no se estaba tan mal en la época de Miller, se ganaba dinero y había mucho ambiente en la ciudad. Otros declaran explícitamente su miedo. Algunos, absurdamente, creen que el chérif debería irse de la ciudad para que los tiros ocurran en otra parte y no perjudiquen la buena reputación de ciudad tranquila. Absurdamente porque, si gana Miller, todos están seguros de que regresará a "tomar posesión" de "su" ciudad. Al final todos están dispuestos a dejar que la ciudad retroceda hasta el caos primigenio con tal de no ser ellos los que se tengan que sacrificar intentando conservar lo que todos consideran que es una buena situación, la actual.

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A mí me parece que en ambos ejemplos, de lo que se está hablando es de falta de un sentido cívico, un sentido de autorresponsabilidad (es decir, responsabilidad que se impone uno a sí mismo) por el todo, por lo público, el lugar en el que vive y comparte con los demás, lo que no le pertenece propiamente a uno, sí perteneciéndole porque nos pertenece a todos. Y como nos pertenece a todos todos debemos estar implicados en su mantenimiento en la mejor situación, y no solo aquellos de nosotros que tengamos como labor concreta ese mantenimiento puntual. 

Me aclaro. La confianza de todos los soldados es que el asunto de conducir el tren es del maquinista y ellos no tienen que hacer nada más que disfrutar del viaje; si el tren va desbocado, ese es un problema que tiene que resolver únicamente el maquinista, no ellos.  A pesar de que si el maquinista no lo resuelve todos acaban muertos. La idea es que todos deberían contribuir, siguiendo naturalmente las indicaciones del experto, pero no dándole la espalda a sus peticiones de ayuda y exigiéndole que él solo se encargue del asunto puesto que ya le pagan para eso, como le sucede al pobre Kane ante la llegada del malvado Miller y sus secuaces. 

Sentido cívico es ese compromiso común que debemos -- exigencia -- tener todos por conservar lo nuestro. Y no, nunca, apropiándonoslo, porque que sea nuestro no implica que sea mío. Ese nuestro debe estar tan asumido como ese mío y con su sentido propio. 

Si esto ocurriera así no veríamos los entornos de los contenedores de basura de la ciudad -- al menos por mi barrio -- siempre saturados de los más variopintos objetos (libros, muebles, vacijas de retrete, colchones) que la gente que los tira allí no se molesta en llevar a los lugares apropiados -- los puntos limpios, ¡coño! -- simplemente porque confían en que otros lo harán por ellos. Muchos creyendo que tienen el derecho ciudadano de que los llamados Servidores Públicos estén al quite de sus menores caprichos. Por no hablar de los c...nes que aprovechan cualquier rincón para abandonar bolsas de escombros. 

Lo mismo que digo de los contenedores de basura, lo digo de las cagadas de los perros, el mantenimiento de los jardines y mobiliario urbano, la generación de ruidos y humos, el uso indiscriminado de los automóviles, la deforestación de las ciudades y por extensión la del planeta, la extinción asesina de especies animales y vegetales, el cambio climático, el respeto por la diferencia, el apoyo a los más desvalidos que nosotros, aunque vengan en barca... votar en conciencia, pagar impuestos honestamente, yo qué sé la cantidad de cosas que encierra esto de tener Sentido cívico. 

Pero todo se resume en tener un poco de voluntad de convivencia. Resulta tan fácil decirlo y la idea es tan simple. 

Postdata. Hay un programa de radio en el que tienen como eslogan: "No estás sola". Pues el eslógan del Sentido cívico es la misma frase pero en sentido admonitorio: ¡No está usted solo, coño!

viernes, 2 de septiembre de 2022

Reflexiones sugeridas por la lectura de El AGUJERO BLANCO EN EL TIEMPO de Peter Russell

Tal vez no tienen nada que ver con lo que se lee allí, pero de su lectura salen. 

-1-

Medimos el mundo con nuestras coordenadas y por lo tanto el mundo tiene nuestras dimensiones. Pero otros miden el mundo con las suyas y las dimensiones son otras. Lo cierto es que el mundo es multidimensional y cada uno de nosotros somos un sistema de referencia, y los otros, puntos en el espacio que nosotros regimos y centramos. Por eso toda afirmación que hagamos sobre el mundo será cierta en nuestro sistema de referencia pero no necesariamente en los otros sistemas. 

-2-

Todos – probablemente forma parte de la psique humana – nos sentimos la cima de la evolución, el tope superior, después del cual todo es decadencia. Y cuando admiramos a otro, lo hacemos de la misma manera que una alta montaña admira y envidia los picos nevados de otra superior. Orgullosa de su propia altura que le permite comprender la majestuosidad de la otra. Despreciando aquellas colinas más bajas, incapaces de alzar la mirada más allá de sus propias mediocridades.

-3-

Nuestra visión del mundo está tan manipulada por los libros que leímos, las películas que miramos, las noticias que recibimos – seleccionadas para despertar nuestro interés – que la gran mayoría vivimos en un mundo irreal y pensamos, opinamos y actuamos como respuesta a ese mundo irreal en el mundo real y concreto en el que vivimos. No es muy diferente de llevar permanentemente una de esas gafas de realidad virtual caminando por el mundo real. (Probablemente este es el efecto del sedentarismo, la pérdida de la realidad física, solo conocemos lo que nos rodea, lo demás lo imaginamos. Cuando caminábamos, no necesitábamos imaginar, íbamos allí)

-4-

La única solución a este problema es viajar. Ir a ver los sitios, no leerlos. Pero esto nos descubrirá que la realidad no nos interesa. (La realidad es plana, es… real)

-5-

Necesitamos el misterio – ¿o solo yo? –, necesitamos creer que hay todavía zonas blancas en los mapas de las que nada sabemos. Necesitamos creer en palabras que inventamos y que no definimos a propósito porque precisamente es su indefinición lo que nos atrae hacia ellas.

-6-

Este mismo nosotros es una invención. ¿Quiénes somos nosotros sino yo y la esperanza de no estar solo en el mundo? Y al mismo tiempo, yo soy el único digno en este mi mundo, y el resto, puntos deficientes en el espacio del cual yo soy referencia. (Pertenecer al grupo pero no como partícula indistinguible. Ser como todos pero siendo distinto. Todos tatuados pero con un tatuaje distinto… del mismo catálogo)

-7-

Si fuéramos todos iguales, si, al final, el nosotros fuéramos la gran mayoría ¿no sería terrible? Saber que todas nuestras decisiones, todos nuestros actos están previstos, están inscritos dentro de una limítadísima zona del infinito espacio multidimensional que habitamos. 

-8-

Nuestro cuerpo se limita a un espacio tetradimensional, con alguna de las dimensiones lastimosamente capadas, pero nuestra mente vive en un espacio de ¿cuántas dimensiones? Es decir, ¿cuántas coordenadas independientes localizan cada uno de nuestros pensamientos, y al final, nuestras acciones? 

-9-

Si todas esas coordenadas fueran físicas, adiós trascendencia. Somos mecanismos. No puede ser. Seres tan importantes como nosotros, como yo. La cima de la evolución. Vale. Los ateos lo aceptamos, pero entonces no puede ser que la evolución se pare aquí. Tiene que continuar. Nos vamos refinando.  La cosa no puede pararse aquí, tiene que haber una dirección y un sentido (el anti-sentido es regresar atrás, a la cueva, a los árboles, al agua).

-10-

Esta supuesta post evolución que tal vez transcurra en el ámbito de la mente, supongo, no deja de ser una nueva zona blanca que explorar