jueves, 2 de febrero de 2023

Colonoscopia

 Pues, me dolía la pierna. Un dolor que tiraba desde la cadera hacia abajo cada vez que me levantaba o me daba la vuelta en la cama. Caminando también dolía pero era soportable, no iba a dejar de caminar por eso. Poncho no puede permitírmelo. 

Ya llevaba un mes con eso cuando por fin  me decidí a pedir hora al médico, que es médica. Me senté delante de la mesa y respondí a las preguntas. Me duele así y asao, cuando me levanto, cuando me siento. Cuando camino también pero me aguanto igual… etc. Ella me hizo echarme en la chaise longue, me movió la pierna que no era, ¿le duele?, no, (para cogerme en la mentira, sería), luego me movió la que sí era, ¿le duele?, sí.  Ya está, puede vestirse. (¡Pero si no me había desnudado!)

Total, que vuelve a la mesa y escribe en el ordenador mientras habla. Le mandaré un radiografía…. Veo que hace tiempo que no se hace unos análisis, hay que vigilar su tensión y su azúcar. También le mandaré un análisis. Y ya que estamos le miramos el ritmo del corazón.  Y, de paso, que ya tiene usted una edad, le hacemos una colonoscopia.  ¿Y con lo de la pierna qué hago, doctora?, aguántese hasta más ver. 

El cardiograma me lo hicieron a los tres días. Por la tarde me llamó y me dijo que estaba muy bien. El análisis me lo hicieron a los cuatro días, un par de días después me llamó y me dijo que todo estaba muy bien. No me preguntó por la pierna.

La colonoscopia me la hicieron a los diez días. ¿Lo de la pierna? Ahí me tienes, cojeando.  

Cojeando fui a colonizarme. 

¿Ha seguido rigurosamente todos los preceptos? Como un reloj de militar mi doctor. Muy bien, quítese la ropa, póngase esta media bata con el culo por fuera y échese aquí. ¿Me podrían grabar la sesión para ponerla en mi canal de youtube?

No me desperté hasta una hora y pico después,yo soy de mucho dormir y si encima me drogan, más. Había tres personas con bata mirándome y hablando entre ellos. ¿Qué pasa, qué pasa?, creo que murmuré. Y me tiré un pedo. 

Pues esto fue lo que pasó. 

Por lo visto el comienzo fue bien. La entrada no fue traumática. Oscura, eso sí, hasta que encendieron el foco que lleva la lente delante. Se veía, normal, un tubo con sus paredes rosáceas, limpitas porque había seguido rigurosamente las normas de limpieza interior. Ahí avanzaron explorando minuciosamente en busca de no sé qué, bultitos o cosas raras serán. El caso es que al final de un recodo creyeron advertir una luminosidad. No era un reflejo del foco de la cámara, porque tuvieron la precaución de apagarlo un momento y, en efecto, era una luminosidad ajena. ¡Qué raro! Se dijeron. Y siguieron avanzando. Al doblar, operación algo dificultosa porque tuvieron que retroceder y rectificar la curvatura porque chocaban contra una pared, se encontraron con la fuente de luminosidad. 

¡Aquello parecía una ciudad! Había estructuras adheridas a las paredes y movimientos de unos seres minúsculos, había vehículos, había hasta diminutas partículas de volaban. Aumentaron el zoom y, en efecto, eran también vehículos, porque se diferenciaban claramente de los seres que se movían por sí mismos por medio de unas especies de tentáculos muy ágiles.  Se conoce que notaron la súbita aparición de la luz que se paralizaron, luego hubo como un movimiento aleatorio, histérico y todos esos seres desaparecieron. Al momento también se apagó la luminosidad. 

Los médicos estaban asombrados observando aquello y discutiendo entre sí si aquello que veían era posible, si no sería que se les habría metido un hacker en el sistema y estaba engañándolos con una simulación; los más magufos proponían una colonización extraterrestre. En eso estaban cuando un grupo de aquellos seres, una especie de mancha semoviente se salió de las estructuras, se agrupó en el centro y procedió a avanzar hacia el foco de la cámara. A mismo tiempo se pudieron observar interferencias en la imagen. Después de un rato de pasmada observación comprendieron que las supuestas interferencias eran golpes de algún tipo de material sobre el cristal de la cámara, era que los diminutos seres los estaban atacando con alguna especie de armamento. Así que reaccionaron humanamente y aplicaron una rociada de láser, del que va incorporado al dispositivo de observación, que es el que utilizan para cauterizar las heridas después de que el dispositivo de corte ha intervenido. 

Una parte de la mancha quedo quemada y otra parte se retiró de nuevo hacia los cubículos. Absurdamente los doctores se felicitaron porque habían obtenido una primera victoria. Pero continuaron observando a ver qué ocurría a continuación. Y lo que ocurrió fue que desde más atrás de la «ciudadela» avanzó una nueva mancha, esta vez mucho más homogénea. En cuanto se aproximó, se iniciaron de nuevos las distorsiones de la imagen se volvían permanentes, no desaparecían y comprendieron que el nuevo armamento sí que estaba dañando de verdad el vidrio, corrían el riesgo de quedarse sin visibilidad. Volvieron a disparar con el láser, pero esta vez no pareció afectarle. El grupo de doctores había adoptado el papel de gabinete de guerra, como si fueran generales de división, y proponían estrategias de ataque, o huida estratégica. Por fin se decidieron por el uso del dispositivo de corte que avanzó hacia el vehículo,lo aprisionó entre sus garras y lo aplastó fácilmente. 

Todo quedo detenido. No volvieron a aparecer nuevas manchas. Hasta que por fin, una especie de enorme manchón, muy lentamente, avanzó extendiéndose de lado a lado. No se notaron distorsiones en la imagen, así que no se trataba de un ataque. Cuando hubieron cubierto todo el espacio delante del dispositivo de exploración, se abrió un canal entre ellos como invitándole a pasar. El equipo de doctores concluyó que aquellos seres de declaraban derrotados y les franqueaban el paso. Eureka, se felicitaron, victoria, se abrazaban emocionados, hasta que las enfermeras entraron a interesarse por lo que estaba sucediendo. Entonces se sintieron ridículos, no podían explicar todo aquello, así que decidieron continuar a ver qué nuevas sorpresas encontraban. 

Más tarde, al retroceder hallarían que la supuesta ciudad y sus habitantes, habían sido arrasados por el paso del dispositivo de observación y su largo hilo prolongador. Fue una pena porque no pudieron recuperar ninguna muestra válida para observar qué cosas, de qué materia, eran aquellos seres. Simplemente desaparecieron. En cuanto a las construcciones, algún material pudieron obtener, pero no dejaban de ser simples estructuras compuestas de materiales que se podían perfectamente extraer de las heces, estructuras calcáreas muy delicadas que al contacto con el aire se deshicieron. De los posibles «seres» nada hallaron en sus detalladas observaciones de este material.

Quedaron profundamente estupefactos con la experiencias y allí estaban, apremiando mi despertar para hacerme infinidad de preguntas que yo no sabía responder: ¡qué es lo que había comido recientemente?, ¿adónde había viajado últimamente?. No pude darles ninguna pista al respecto porque yo soy muy conservador en lo que a alimentación respecta, y en cuanto a viajes, con los paseos con Poncho ya me siento Marco Polo. Así que ahí los dejé con la intriga y con el fastidio de no poder contar a nadie la extraordinaria experiencia que habían vivido.