jueves, 29 de abril de 2010

La edad del oro

No creo que haga falta saber de economía para opinar sobre esto.

Un señor, representando a una compañía de asesoría económica, sale diciendo que España ha rebajado su calificación en no se qué escala de medidas, y al segundo siguiente las posibilidades de Un Pais de solicitar préstamos para salir de su situación económica se ponen más complicadas. Las bolsas bajan una barbaridad y los especuladores aprovechan para llenarse los bolsillos, porque prevén que en cinco días esa bajada se recuperará nuevamente y podrán cobrar cuatro por dos.

Me parece que hacer depender la economía de Un País de la inmediatez de reacción de las bolsas es algo así como subir el piano a la tercera planta usando hilo de costura. Si a eso le sumamos lo fácilmente manipulable que es la bolsa y lo poco escrupulosos con la moral que son los que se revuelcan en esos chiqueros, incluyendo a las compañías asesoras, que en su momento dieron por buenos muchos de esos negocios que, cuando se descubrió su fraude, hundieron a la economía mundial, no tengo más remedio que llevarme las manos a la cabeza y salir de la sala a grandes zancadas lentas y sentarme junto a una estatua a lamerle el dedo gordo del pie que sobresale de la sandalia.

http://www.youtube.com/watch?v=8YXKPKI0JK8

lunes, 26 de abril de 2010

Razones para leer a un autor

Siguiendo con mi exploración de los Nadaístas colombianos, me entero de que un precursor, al menos un personaje muy admirado por Gonzalo Arango, es un tal Fernando González Ochoa.Un autor-filósofo, bastante olvidado en Colombia,  pero que resulta muy interesante para mí por tres razones:
1: Los Nadaístas le profesaban admiración
2:Un libro suyo fue prohibido por la jerarquía eclesiástica colombiana
El libro del doctor Fernando González, “Viaje a pie”, está vetado por derecho natural y eclesiástico, y por tanto su lectura es prohibida bajo pecado mortal. El presente Decreto será leído en todas las iglesias y capillas de la ciudad arzobispal y publicado por la prensa para conocimiento de los fieles. Dado en Medellín, a 30 de diciembre de 1929.
3:Fue propuesto a Premio Nóbel, nada menos que por Sartre y por Thorton Wilder, y el propio gobierno colombiano influyó para que no fuese elegido.

Aquí podran encontrar una página con su obra y comentarios de otros autores.
Fernando González Ochoa

viernes, 23 de abril de 2010

Manifiesto Nadaista

Manifiesto Nadaista(pinchar aquí)


Leo estos días a unos poetas colombianos que formaron un grupo llamado Los Nadaistas. Unos tipos muy curiosos con influencias de la generación Beat americana. En 1960 sabotearon un congreso de escritores católicos publicando este manifiesto y desalojando la sala de conferencias esparciendo bombas fétidas. Por esta razón persiguieron a su cabeza más visible, Gonzalo Arango, y lo encerraron en la cárcel algún tiempo.

El manifiesto denuncia el alineamiento de la iglesia con los poderes económicos y la nefasta influencia social que esto significa.

ustedes ya atentaron bastante contra la libertad y la razón. ahora les decimos ¡basta! basta de inquisiciones, basta de intrigas políticas, basta de sofismas, basta de verdades reveladas, basta de morales basadas en el terror de satanás. basta de comerciar con la vida eterna. basta de aliarse con dictaduras militares y burguesas, basta de asistir al banquete de los industriales. basta de viajar en cadillacs último modelo. basta de catolicismo…
...
nosotros estamos de parte de la vida y ustedes vienen con una falsa taumaturgia a resucitar un cadáver: la máscara inmunda con que se oculta el rostro revolucionario de cristo,
...


  prevenimos a la juventud para que no se deje embaucar por estos negociantes que viven cambiando pecados por limosnas, cosechas por oraciones, delitos por misericordia. ¡CUIDADO! que son los enemigos más peligrosos de la cultura, y les manifestamos que los delitos que se cometen contra el espíritu no quedarán impunes

jueves, 22 de abril de 2010

Pájaro siniestro

El paraguas cuelga del perchero detrás de la puerta.
Cada vez que alguien entra o sale pendulea haciendo avanzar el tiempo en un reloj surrealista.
Pronto marcará la hora prevista y un extraño pájaro saldrá por algún agujero a cantar con un horrible graznido, quizá la hora de mi muerte o tal vez que va a empezar el fin del mundo.

Cuando llueve, el tiempo se detiene, porque lo descuelgo y me lo llevo puesto para que las gotas de frío con que el destino me acribilla no me calen el alma.
Y el pájaro impaciente se remueve en la oscuridad de mi interior rasgando con rabia las paredes deterioradas.
Pero el pájaro está también oculto en las paredes de este cuarto desde donde, cuando estoy solo, lo oigo suspirar inquietantemente.
En esos momentos agradezco cualquier compañía.
Es entonces cuando espero la salida del sol que me libere de esta noche siniestra, y, para acelerar el tiempo, me acerco al paraguas y lo golpeo disimuladamente.
Al volver a mi sitio oigo reír al pájaro, pero su risa no me tranquiliza en absoluto.

Band of Horses

No entiendo la letra. Lo que me gusta es la música y la pronunciación del tío.Y ese estribillo que dice algo así como: "Los ojos no pueden mirarte de otra manera". Las guitarras.

miércoles, 14 de abril de 2010

Los ojos negros

Cada vez que paso por delante de ella descubro, alarmado, que no me reflejo en sus ojos. Unos ojos negros, enormes y limpios como el cristal. Voy corriendo, entonces, al baño, a mirarme en el espejo, a ver si aún estoy allí. Y sí, allí estoy. Pero al volver donde ella está, me fijo más detenidamente y no aparezco reflejado en sus ojos. ¡Qué angustia no aparecer reflejado en sus ojos! ¡Qué carencia de ser que siento! ¿Qué le pasa a mi imagen que soslayan esos negros cristales? ¿Soy sólo yo su punto ciego o le ocurre a más gente? Temo bajar por la escalera y que ella esté mirando hacia afuera. Temo esa mágica transformación de mí que me hace invisible a sus ojos para luego reaparecer más adelante. Siento que soy un yo incompleto si no me reflejo en sus ojos. Es una parte del mundo en la que nunca podré estar, porque allí no soy. Mi Zona Prohibida. Mi Zona Imposible.
Me deshago a pedazos pensando en todos los ojos en los que no me reflejo. Porque habrá más, no me hago ilusiones. Millones de ojos negros y pardos, azules maravillosos en los que nunca se bañará mi imagen.

lunes, 12 de abril de 2010

La normalidad

Le preguntaba a mi hija, mientras oíamos por la radio, en el coche de vuelta a casa, una canción por un tal Gary Jules, "Mad World", que por qué la gente cantaba. "Porque le gusta", respondía ella. Sí, pero ¿por qué le gusta a la gente cantar?, ¿y por qué la gente cree que les gustará a otros que ellos canten? ¿Y por qué en efecto así ocurre? ¿Qué hay en eso de cantar que nos atrae? Me parece un misterio, y trataba de que mi hija comprendiera ese misterio, pero creo que no lo conseguí. 
Es muy difícil cuestionarse las cosas cotidianas, lo normal es simplemente normal y no es necesaria una razón para que lo sea. Tiene uno que violentarse para conseguir llegar a hacerse la pregunta ¿podría lo normal no haberlo sido? ¿Y por qué tiene uno que hacerse este tipo de preguntas? ¿Acaso no basta con que lo normal lo sea y ya está? ¿Por qué me hago estas preguntas? Creo que para romper la cristalización de lo normal y que eso que llamamos normal sea algo más fluido, que no me sienta tan constreñido por "lo que tiene que ser" o "lo que ha sido así siempre".

martes, 6 de abril de 2010

¡Joder, yo, una vez, escribí esto!

Tengo el corazón abierto y fresco para tu yunta
tengo el alma cruzada en surcos para tu simiente
tengo la venas dispuestas para regar este amor
que tus manos sembrarán en mi cuerpo

lunes, 5 de abril de 2010

Mi vida ahora

Me acaban de entrar ganas de preguntarme “¿Qué es mi vida ahora?”, porque de pronto me he sentido vivir. Uno se siente vivir cuando algo le pica. Por lo tanto esta pregunta en realidad es la tapadera de otra más banal “¿Qué me está picando, que no sé dónde rascarme?”. Me están picando muchas cosas, todas estúpidas, contingentes, como dice Jaime Jaramillo que no son las cosas de las que depende su felicidad: el excesivo gasto familiar, la última factura de Emalsa que delata una fuga de agua, la pertinaz postergación de la compra del coche, los suspensos de Tere, el último asesinato de una adolescente por otra adolescente, la falta de tiempo para leer Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato, mi vientre expansivo. Todo esto puede, de retorno, vestirse con expresiones grandilocuentes: la crisis económica que afecta a mi familia; un desastre ecológico a pequeña escala con implicaciones económicas inmediatas, posiblemente; el enfrentamiento contra el impulso consumista; el futuro de mi hija; la violencia de la sociedad; la falta de tiempo para mí y mis aficiones; la degeneración del cuerpo. Eso es mi vida ahora.