miércoles, 9 de mayo de 2012

Mayo

Tenía mi hija hoy examen de -entre otros- Miguel Hernández. Y como que se me ha puesto cuerpo de Miguel Hernández. He ido a devolver un libro a la biblioteca y me he paseado por el pasillo de literatura. ¿Y a quién me encuentro llamándome? Abro al azar

Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.

Paciencia necesita mi tormento,
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.

¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.

Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo.

1 comentario:

  1. ¡Esos profesores ya no saben de qué hacer los exámenes! ¡Viva la trigonometría!

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