-
Mira, mira Pilatos, ese era el hombre.
-
¿Cuál? ¿Aquel desgraciado que va por allí?
-
El mismo.
-
¿Ese fue el que dio tanto que hablar hace unos años?
¿la bestia negra de los judíos? ¿el que se atrevió a meterse en el templo a
decirles cómo tenían que organizar sus cosas?¿el de los milagros con los cojos
que no eran cojos, los ciegos que no eran ciegos y la putas... bueno esas sí
que eran putas
-
El mismo
-
¡Llámale, llámale, nos divertiremos un rato!
Y llamaron a Jesús. Estaba avejentado. Habían pasado algunos
años desde aquello.
-
¡Eh, buen hombre!¿Quieres venir un momento? Acércate.
-
¿Querían algo de mí?
-
¿No eres tú Jesús, el de Nazareth?. Creo reconocerte...
Jesús responde un poco turbado...
-
Bueno... yo soy Jesús el carpintero...
-
Sí, sí, pero antes
te llamaban Jesus de Nazareth. ¡Te llamaban Rey de los Judíos!
Visiblemente incómodo, mirando al suelo, revuelve el polvo
con el pié. Mira de reojo a los guardias pensando en salir corriendo, pero está
demasiado viejo para esos trotes.
-
Eran otros tiempos... Yo era un idealista... Más
joven... Cumplí mi condena...
-
¿Ah, si? ¿Te condenaron?
-
Me crucificaron, señor.
-
¡Caramba! Eso no es posible, estás vivo.
-
Es que resucité señor.
-
¿Qué resucitaste? ¡No me digas! Pero entonces eras
verdaderamente el hijo de Dios (burlonamente, mirando de reojo a su sirviente)
-
Usted lo ha dicho, su excelencia, no yo.
-
Pero entonces como es que no estás por ahí reinando con
tu pandilla, cómo es que vas tan miserable. Según tengo entendido los tuyos
cada vez van en aumento.
-
Sí, desde luego van creciendo, pero no son los míos...
(fastidiado)
-
No te entiendo viejo, explícate (Pilatos comienza a
mostrar interés y le suelta un sopapo a su criado que no hace más que reírle
todo lo que cree que son gracias. Da unas palmadas y ordena que le traigan a
Jesús un asiento y algo de beber) ¿bebes, no?
-
Si, un vinito de vez en cuando
-
Pues cuéntame, hombre, cuéntame.
-
Verá, todo iba según el plan previsto hasta que me
crucificaron. Se iba cumpliendo muy bien y los muchachos, (los apóstoles... yo
les llamaba así, ¿sabe usted?) se portaban como debían, con sus debilidades y
sus cosas, pero todos dentro de las previsiones....
-
¿Y qué pasó?
-
Pasó que las cosas se torcieron a partir del momento de
mi muerte...(y quedó suspensa en el aire su mirada)
-
Sigue, hombre, sigue, no te pares...
-
En primer lugar Judas tomó una decisión demasiado
precipitada.
-
¿Quién es Judas?
-
Era, señor, se murió.
-
¿Ah, sí? ¿Y de qué?
-
Se asfixió con una cuerda, señor. El otro extremos
estaba atado a un árbol. Se conoce que resbaló mientras estaba limpiándola y...
-
¡Pero ese hombre se ahorcó!, eso es lo que me estás
diciendo ¿no?, se ahorcó...
-
Si, señor
-
Pues entonces dilo, hombre. ¿Y por qué tomó una
decisión precipitada?
-
Porque él no era malo, en el fondo no hacía más que
seguir unas directrices
-
¡Ah! Ese fue el que te denunció seguramente
-
El mismo. Pero él no hacía más que cumplir con la
voluntad de mi padre. ¿Qué podía hacer? Teníamos todas nuestras esperanzas
volcadas en él. Era un hombre de iniciativas, él era la pieza más importante
del plan después de mí... los demás sólo eran figurantes
-
Y se ahorcó
-
Exactamente. Y se torció el plan...
-
¿Por qué? ¿Cuál era el plan, conquistar el mundo?,
¡porque el camino que llevan es el correcto!
-
No, no era ese el plan. El plan era cambiar la
mentalidad del hombre.
-
Te entiendo amigo, Roma ha intentado eso mismo durante
siglos, pero...
-
Bueno...sin ánimo de molestar... no es lo mismo...
-
¿Cómo que no es lo mismo....? pero, sigue, cuéntame el
resto.
-
Pues en cuanto eché el último suspiro se dieron la
vuelta y se fueron a sus casas. Y al día siguiente, o al otro, cuando se les
pasó el susto empezaron a discutir sobre quién iba a ser el jefe...
-
Qué me vas a contar, en Roma eso es el pan de cada
día...
-
Hubo rencillas y cosas que no salieron en los papeles y
cuando me les aparecí,... después de haber resucitado... (haciendo un gesto
como para que recuerden que resucitó de verdad)
-
Ah, sí, sí, después de haber resucitado... ¿qué pasó?
-
Pues que no me hicieron caso. No me reconocieron. No
tuvieron fe
-
¡Qué me dices!
-
Lo que le cuento (Jesús ya está completamente entregado
a la narración) y me echaron a patadas. Las mujeres tampoco creyeron en mí,
pero al menos me recogieron y me curaron algunas heridas que aún tenía
abiertas...
-
Sí, claro, después de lo que te había...mos hecho
tenías que estar destrozado.
-
No, no crea, la cosa era que tenía que venir así, para
que ellos vieran las heridas y creyeran, pero ni por esas. Se rieron un rato de
mí, apagaron los cigarros en mis llagas y continuaron contando las monedas que
ya para entonces habían empezado a recaudar entre los simpatizantes.
-
¡Ah! Qué bandidos...
-
Y que lo diga. Estuve intentándolo varios días. Y hasta
me presenté como un adepto, pero como no tenía ni un duro no me admitieron. Así
fue como me metí a carpintero, como mi padre... el de aquí, digo, José
-
Sí, sí, claro, José (y mira Pilatos, a su criado para
que también afirme)
-
Me separé del movimiento y traté de rehacer mi vida. Me
casé y tuve hijos. La carpintería no da para mucho, menos mal que he conseguido
un contrato con su excelencia para proporcionarle los maderos para las
crucifixiones.
-
¡Ah, ¿así que trabajas para nosotros? Me alegro,
hombre, me alegro. ¿Y qué más sabes de esos que fueron los tuyos?
-
Pues ahí siguen, su majestad.
-
No me llames así, hombre, que todavía no se usa.
-
Disculpe
-
Vale
-
Pues ahí siguen. Parece ser que Pedro, bueno, se
llamaba Simón, pero yo le puse el sobrenombre de Pedro por una cuestión que se
me hace largo explicarle, pero que es una estupidez ahora que lo pienso. Pues
eso, que Pedro tomó el mando y mandó, disculpe el jueguito, a los demás por ahí
a publicar la noticia
-
¿Qué noticia?
-
Que si yo he muerto por ellos, que si mi sacrificio no
ha sido en vano, que si Dios les ha perdonado, que si la única salvación está
en su ... en fin, mariconadas, ... oh, disculpe
-
No te preocupes, hombre... sigue
-
No hay mucho más. Empezaron a crecer. La gente, ávida
de soluciones, se les reunió alrededor y como se veía que la cosa iba a más
comenzaron a arrimarse también los arribistas...
-
¿quiénes?
-
Bueno, un tal Pablo... ese es el verdadero artífice de
todo esto.
-
Sí, creo que he oído hablar de él. También hace
milagros ¿no? Cura ciegos...
-
Sí, sí, ciegos...
-
Lo que yo digo. Y experimenta unos trances que llaman
mucho la atención.
-
Un falsario mistificador, su señoría, se lo digo yo...
-
No, si te creo viejo, te creo...
-
Pues el tal Pablo anda por ahí pregonando falsedades y
engañando a quien se acerca a oírle. Según parece es muy rígido y una vez que
entras en su organización, que por cierto, los muy hipócritas tiene un pez como
símbolo y estoy seguro que hace años que no prueban el pescado, al menos la
camarilla dirigente (nota del autor: presumo que en esos tiempos comer pescado
era cosa de pobres y que lo bueno era hincharse a cordero asado) porque a los
tontos que les siguen les darán mojama todo lo más
-
Sí, sí... (bostezando) te entiendo..
-
Le aburro, su excelencia, a mí también me aburre hablar
de esto, discúlpeme.
-
No, no, si he sido yo el que ha insistido.
-
En seguida me voy, me acabo el vaso y continúo, que
precisamente vengo del negociado y me han encargado ocho cruces para mañana.
-
Sí, sí, puro trámite, algunos ladrones y dos o tres
palestinos que han estado dando la lata.
-
Pobres muchachos
-
Sí, sí pobres, suben a las cruces cantando, deben de
venir de la banda de sumeria por lo locos que están.
Jesús se levanta despacito, saluda, agradece el vino y el
descanso y se va
-
Adiós buen hombre, adiós, nunca pierdas las mañas,
vuelve otro día (adiós pesao)
Fin
Casi seguro que fue así.
ResponderEliminarEste relato me ha recordado las historias -que algunos califican de "obras menores"- de Eduardo Mendoza. Por ejemplo, "El asombroso viaje de Pomponio Flato", en el que el niño Jesús es ayudado por el protagonista del título a esclarecer un asesinato del que han culpado a su padre, José el carpintero de Judea.
ResponderEliminarHumor irreverente para deshacernos de los fantasmas de esta ubicua crisis.