Llueve.
Corren barrancos, revientan cloacas, se inundan calles.
Llueve.
Y la gente se queda mirando con una sonrisa boba la lluvia caer.
Se inundan casas mal acondicionadas.
Maldicen.
Echan de menos los días de sol.
Se quejan al gobierno de que no haga nada.
Llueve.
Las televisiones no hablan de otra cosa.
Se cierran los colegios para que los niños no corran peligro.
Los maestros aprovechan para limpiar en casa.
Si no se les ha inundado con la lluvia.
Llueve.
Los móviles se inundan también con vídeos de escorrentías,
tan hermosos de ver, carreteras cortadas por derrumbes.
Llueve.
Alegría.
Algo de agua llega a las presas.
No es suficiente. Nunca es suficiente.
Pero al menos
llueve.
Nunca llueve a gusto de todos. Dicen que las presas han recibido aguas que aseguran el riego hasta 2023 ó 24, no recuerdo, pero más pronto que tarde nos quejaremos de sus bajos niveles y poco caso se hará a quienes apremian por tomar medidas contra la sequía. ¿Qué autoridades prestarán oídos? Como quien oye llover, y es que llueve sobre mojado.
ResponderEliminarSancho