Siempre es terrible volver al lugar donde no se quiere estar. Pero siempre se vuelve aunque uno no sea el mismo y por lo tanto el lugar, que es uno, tampoco se vea ya de la misma manera. Lo cierto es que, al estar en nosotros mismos permanentemente, sin opción a mudarnos salvo a ese lugar definitivo de donde no se vuelve, y al que tampoco se va porque no es ningún sitio, nunca volvemos por dos razones fundamentales: porque ya no somos el mismo y porque nunca nos hemos ido. Las cuales son dos razones contradictorias. Aunque respecto a esto no se qué pensaré dentro de un rato.
El texto es un poco complicado de entender. Está hecho para enredar las palabras y los conceptos. Pero tras leerlo un par de veces, he de decirte que es lógicamene falso: no citas ninguna razón para justificar que nunca te has ido de ese lugar al que dices no poder volver. Dices que, aunque te has ido, nunca te has ido; esto es una contradicción, y ya se sabe, en cualquier explicación una contradicción demuestra que la proposición a demostrar es una falacia o mentira.
ResponderEliminarLe saluda lógicamente indignado
G. Calamardo
uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida...http://youtu.be/CcEa8spP_i0
ResponderEliminarTu texto me recordó esta canción
Dos besos.
Volver de las vacaciones al puto lugar de trabajo es siempre deprimente hasta la náusea.
ResponderEliminarSeñor Calamardo. Aplicarle ese razonamiento lógico tan exhaustivo a este texto es de un absurdo tal que, o bien escribe usted desde el manicomio, o es usted uno de esos autoproclamados "escépticos" candidatos irrecusables a habitar en esa institución. Tenga usted cuidado con la indignación, que, a juzgar por un célebre texto ("el peo", Juan José Rodríguez Barrera), da gases.
ResponderEliminarMararía. yo pensama más bien en la de Sabina cantada por Ana Belén "Peces de ciudad": "en Macondo comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver."
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Imh0vEnOMXU
El lugar del que nunca se ha ido y por lo tanto no puede volver es él mismo. Creo comprender. Donde quiera que vaya, el pobre diablo, siempre está en sí mismo, privado de la posibilidad de volver porque solo podrá irse una única vez y para siempre.
ResponderEliminarUna persona puede tener el lujo de prescindir de la lógica en el caso de pretender hacer arte surrealista o de tener severos problemas de cognitivos. ¿Acaso usted es de los que llenan el vaso situando este encima del grifo?
ResponderEliminarNo le quiero culpar a usted de este vicio, pero algunos escribientes pretenden ser profundos, e incluso trancendentales, mediante el método de escribir texto abstrusos y en los cuales los razonamientos lógicos se complican innecesariamente, donde no pueden faltar las paradojas que aporte un poco de sabor zen. Mi mente lógica abomina de estos métodos.
La simplicidad es bella, y mi alma se siente reconfortada no sólo por la elegancia y la razón, también por la belleza.
Le saluda desde el manicomio, todavía lógicamente indignado
G. Calamardo
PS: La irracionalidad me provoca ardor de estomago. Sin embargo la expulsión explosiva de gases la encuentro una actividad placentera.
La ambivalencia (plurivalencia) de este texto me fascina. Ayer lo leí y me pareció poético. Al mediodía lo leí y me pareció fisolosófico-matemático. Lo acabo de releer y se me ha escapado una risotada, es decir, me ha parecido lúdico-humorístico.
ResponderEliminarYo ando todavia desentrañandolo.
ResponderEliminarUn saludo a todos.