Lo de siempre es no saber por donde tirar, esa vaguedad, esa frialdad, esa falta de energía, ese preguntarse por qué por todo y responderse, por todo, por nada. Ese pertinaz no tener proyectos porque al poco de comenzar cualquier proyecto ya nos parece una imbecilidad.
Yo creo que si partimos de la base que todos los proyectos, por buenos que sean, son una imbecilidad (mal que mal, como raza, no nos quedan muchos años en la Tierra; ergo, cualquier intento de trascender es idiota), que sea o no imbécil carece de relevancia. Además dudo que tus naipes sean de esos.
ResponderEliminarUn abrazo!
S.
Esa es otra. Encima mis cartas son buenas. Simplemente no sé jugar.
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