martes, 27 de enero de 2015

Mis historias con el oso

No es un oso
No se puede no pensar en el oso. Cuanto más te esfuerces en no pensar en el oso más concentrado estarás en el puto oso. Cuando dejas de pensar en el oso, ya no hay oso. A menudo nos imponemos no pensar en el oso. Por eso siempre está presente el oso. Llega un momento en que te habitúas a pensar en el oso y aunque probablemente ya no te importa una mierda, sigues hablando del oso. Y llevas varios días sin pensar en el oso  cuando de pronto vuelve a salir el oso.Y ya sabes que no hay oso, pero sigues paseando al oso. ¿Pero si no hay oso?, te dices mirándole a la cara al oso. Y el oso te sonríe.

2 comentarios:

  1. Jajaja ¿Por qué un oso y no un pollo? Solo escribí un animal al azar.

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    1. http://smoda.elpais.com/articulos/talleres-para-adictos-a-pensar/5161
      Esta es la respuesta de por qué el oso.

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