martes, 21 de mayo de 2013

De castillos y cosas


Tú hablas de infierno y de horror y yo te hablo de flores y mariposas.

Yo estoy siempre tratando de entrar y tú haces desaparecer puertas.
En este baile que me traigo, yo asedio tu castillo y tú le prendes fuego desde dentro.
Cuando hay fiesta no se oyen mis llamadas, otras veces las ventanas permanecen oscuras, y el castillo parece abandonado, ni eco devuelve de mis gritos.
Hay días en que despierto y nada de esto es verdad, las ventanas están abiertas, hay flores en el alféizar, los gritos de los niños alegran el aire y hasta se oye la televisión. Son los menos, pero suceden. Es cuando único siento el impulso de marcharme.
Siempre me siento de sobra en la normalidad.

1 comentario:

  1. Me encanta este texto, no me preguntes por qué. Quizá porque me huele a intimidad, a lugar cercano al corazón.

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