Pocas sensaciones más desagradables
conozco que la de descubrir una mentira. Esa sensación de ver
desaparecer todo un universo que te habías creado detrás de una
falsa verdad y que te deja como desnudo -una desnudez metafísica si
se quiere. Naturalmente, esto me ocurre cuando el asunto es relevante y me afecta
directamente. Soy muy crédulo y generalmente aplico una máxima de
indiferencia, en cuanto no tenga que ver conmigo no veo en que pueda
afectarme una verdad o una mentira, así que si alguien afirma que es
verdad yo me lo creo. Me contrapongo a quienes andan a la caza de una
falsedad detrás de cada afirmación, les afecte o no, lo cual les
toma un trabajo constante de estar poniéndolo todo en duda;
agotador. En un cuento de Ray Bradbury un personaje se presentaba
como Charles Dickens, y en verdad vestía con ropas anticuadas, y
cargaba con libros y manuscritos. Pero la historia transcurría en
una época en la que ya don Carlos hacía muchos años que había
muerto. El muchacho presentaba al personaje a su abuelo, “Abuelo,
este es Charles Dickens”, el abuelo, sin inmutarse estiraba la mano
para apretar la del hombre y replicaba: “los amigos de Nicolas
Nickleby(*) son mis amigos”. Esa es la actitud a la que me refiero.
Sintéticamente el abuelo expuso en esa amigable frase, que no
desconocía al célebre autor, ni su obra, y que probablemente estaba
al tanto de su biografía, y que sin embargo aceptaba perfectamente
que alguien tuviera el capricho de querer ser Charles Dickens. Al mismo tiempo preservaba con delicadeza la credulidad inocente del muchacho.
*Personaje de La vida y aventuras de Nicholas Nickleby de
Charles Dickens
NOTA: Vaya, descubro que hay precisamente una película que desarrolla este cuento de Bradbury, y cuyo título es precisamente la expresión del abuelo: Any friend of Nicholas Nickelby is a friend of mine.
Mentimos, nos mienten e incluso nos mentimos a nosotros mismos. Puede que la mentira esté intrisicamente relacionada con ser humano.
ResponderEliminarTal vez, sólo tal vez, y es una propuesta que no tengo claro que sea aceptable, debamos considerar la mentira en función de sus consecuencias.
Es aceptable teniendo en cuenta lo anterior. Si la mentira es inevitable en todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el "intrapersonal", va a ser necesario convivir con ella y decidir cuándo es aceptable y cuando no, buscarse un criterio.
ResponderEliminar