lunes, 19 de diciembre de 2011

El rato que no fui yo

Solo sé que ya no era yo. Ese yo que solo habla de sí. Que era otro el que andaba por aquellas murallas. Sin pensar. Viviendo solamente. No. Ya no era yo. Y estaba en mí como podría haber estado en otro. Un cuerpo cualquiera. Ausente de sí. De él que ya no era yo. Y él, que no era yo, andaba, leía el periódico, compraba un regalo. Sonreía a la muchacha de la cafetería, dejaba propina. Miraba los puestos del mercado. Y yo trataba de salir, pero él, que era yo pero otro, no le dejaba. ¡Quédate ahí, en tus oscuridades, maldito, estoy muy ocupado siendo feliz para perder el tiempo contigo! Ya volverás de nuevo, lo sé, ya volverás. Soy yo el que te ocupo, lo sé, déjame un rato, déjate un rato ser lo que siempre has sido nunca. Ese otro que eres y que matas diariamente, que me ahogas en tu inmenso lago de ti. Lago cenagoso, inútil. Déjame subir a la superficie solo hoy, solo este rato, gozar del sol, de estas vistas, de este libro idiota que me he comprado porque sí. Preso liberado por un día de la cárcel de sí. Y por un dia, o dos, no fui yo. Y vengo muy contento de no haberlo sido. Y aquí estoy, señores, en mí de nuevo, pero otro, espero. O no. Tal vez el mismo. Tal vez soy yo otra vez. Y nada ha cambiado, salvo el recuerdo de haber sido otro. Otro que pude haber sido siempre. Pero ahora solo soy yo otra vez. Y me echo de menos. Te echo de menos. Gracias.

7 comentarios:

  1. Y si el que eres tú es precisamente ese que no eres?? cómo estás tan seguro de quién es quién??

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  2. Bueno, yo llamo yo al que estoy más habituado a ser. Es verdad nunca se puede estar seguro de nada. si es por elegir, prefiero al otro, siempre al otro.

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  4. Siempre queremos lo que no tenemos. Estoy casi seguro que si realmente fueras el otro te morirías por ser el que ya eres.

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  5. Saber quien se es es un asunto peliagudo. Puede dar lugar a líos tremendos. Es mejor pensar en otra cosa, desprenderse de uno. Digo.

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  6. sabio consejo. dejarse de zarandajas y vivir a como sea.

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  7. Interesante reinterpretación del tema del doble. Ese otro que nos habita pero que nos niega con sus catos. Magnífico.

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