miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Cuándo fue ayer?

Qué antiguo parece todo.
Ayer ¿cuándo fue?
¡Todo ha cambiado tanto!
Qué antiguo y qué pobre
a la luz de hoy.
¿Y mañana?
¿Cómo será hoy mañana?
¡Todo cambia tan rápido!
De ayer a hoy han pasado mil años.
Y luego pasan mil años siendo siempre hoy.
¿Cómo puede ser todo tan raro?

3 comentarios:

  1. Pasado, presente, futuro, tres palabras que se refieren a periódos de tiempos siempre cambiantes. Si me permites la ordinariez apuntarte que el presente es como una alimaña que se come el futuro para acto seguido defecarlo en foma de pasado. Pásado y futuro son periódos con empaque, pero o han sido o están por ser. El presente parece que es, pero realmente es tan fugaz que sólo consume al uno para convertirlo en el otro.

    ResponderEliminar
  2. Es lo que pasa cuando uno se lleva un buen golpe en la cabeza.

    ResponderEliminar
  3. Me temo que estoy condenado a no compartir las opiniones de Calamardo.
    El futuro es un horizonte de posibilidad abierto y necesario. Sin él, la vida no tiene ningún sentido.
    Es cierto que cada vez el presente es más efímero, que las cosas sólo tienen sentido en la medida en que están por llegar -están "en potencia", diría Aristóteles- y que, una vez manifestadas, se consumen muy rápidamente. Eso pone de manifiesto la preferencia por la novedad de estos tiempos.
    Pero eso no quiere decir que el futuro no exista o que no tenga sentido.
    Y el pasado es la memoria individual y colectiva: imprescindible para saber quienes somos y quienes queremos llegar a ser.
    Interesante poema, que nos hace reflexionar sobre todas estas cosas.

    ResponderEliminar