martes, 29 de marzo de 2011

Asaduras (2ª parte)

El 27 de Septiembre me dio el patatús del riñón. Me duró dos semanas. Luego acabé meando una piedrecita. La médica me mandó una radiografía que luego envió a un especialista para que la revisara porque había unas sombras que no sabía interpretar. También me mandó una ecografía, para tener una visión más clara de mis asaduras. Pues bien, ya ha llegado el momento. Por fin en abril me harán la ecografía. No sé si servirá de algo. Pediré que me la den y, por lo menos, haré un vídeo para el youtube. En cuanto a la radiografía, por ahí sigue esperando a que un experto le eche un vistazo y confirme que la sombra aquella era una mota de polvo en la cámara de rayos X. No sé. Me parece que ejemplos como este hay muchos y son significativos de por donde se cuela el dinero de la sanidad. No sé a quien echar la culpa de todo esto. A las pocas semanas de tener ese dolor, alguien me contó de un caso parecido. En esta ocasión el fulano orinó sangre, lo que no me pasó a mí, y al parecer eso fue crucial para que tuviera su radiografía y su ecografía en menos de una semana. De una semana a siete meses va toda una vida. Yo sigo vivo porque el azar quiso sustituir algo más grave por una simple piedrecita. Pero no me siento nada seguro. Con mi falta de espíritu combativo sumado a mi aversión a tratar con ciertos gremios me da la impresión de que no acabaré como uno de esos ejemplos de la eficacia de la sanidad pública.

3 comentarios:

  1. No debe ser nada grave. La expulsión de la piedra me tranquilizó. Pero podía haberlo sido y en ese caso habrías dejado viuda y huérfana. Me parece vergonzoso que no te hubieran dado un diagnóstico en un tiempo razonable. Otra cosa es que una vez hecho un diagnóstico hubieran concluido que no había prisa. Denunciemos este tipo de barbaridades del servicio Canario de Salud. No lo podemos permitir. Como no podemos permitir a los médicos que te maltratan por la mañana en la consulta pública que te atiendan como a un rey por la tarde previo pago y sin factura. Te diría, con la teoría económica en la mano, que es la que formalmente usan para organizar el servicio, que sólo darán mayor calidad cuando el coste de las indemnizaciones supere los de mejorar la calidad y plazos de las pruebas (a esto se le llama externalidades y le dieron un premio Nobel de economía a no sé quien por el desarrollo teórico) pero esto sólo funcionaría si recayera en los mismos bolsillos, cosa que los entramados de corrupción impiden. El economista no lo aplicaba a la sanidad, por una cuestión ética evidente. Aunque los políticos no lo reconozcan, es evidente que es la filosofía que subyace al servicio. Por tanto, DENUNCIA. Otra cuestión planteable, que debería avergonzarnos como canarios es la devolución de competencias. Si una vez transferidas funcionan peor deben devolverse al estado y que se jodan estos que sólo buscan presupuestos más gordos que mangonear. De este desastre tienen culpa también muchos usuarios. Enfermos de pacotilla, eternamente de baja que están perennemente en el Servicio ROBANDO el tiempo y los recursos a los VERDADEROS ENFERMOS, y lo que es peor, haciendo creer a los médicos que todos son iguales. Pero como todo no va a ser malo cierro felicitando a muchísimos médicos, enfermeros y ATS de los hospitales, que suelen tener un comportamiento extraordinario. Normalmente, el problema está en entrar en el hospital, una vez dentro, si no te han derivado antes al cementerio, el servicio suele ser de calidad.

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  2. Tienes toda la razón, de una semana a siete meses puede estar la diferencia en una vida. Tienes toda mi empatía contigo.

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  3. Quisiera enfatizar dos opiniones del primer comentario que me parecen importantes.
    La primera es la doble moral que utilizan los médicos, con su trabajo matutino a costa del erario público, y por las tardes a costa del bolsillo cuyo sueldo se lo puede permitir. No sé cómo las leyes lo permiten. Que trabajen para la sanidad pública o privada, pero en ningún caso para las dos al mismo tiempo.
    No se puede trabajar en la sanidad pública y en la privada porque esto implica indefectiblemente que esos médicos aplican dos tipos de tratamiento: uno para los ricos y otro para los pobres.
    En cuanto a lo de las competencias estoy de acuerdo. Si el gobierno autonómico no es capaz de gestionar la competencia en materia de sanidad, y teniendo en cuenta que en las otras competencias tampoco le va mucho mejor, entonces ¿para qué queremos ese gobierno, para crear la "guanchancha"?

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