viernes, 8 de mayo de 2009

Un estudiante aplicado

Te aprenderé como un alumno aplicado

porque me he propuesto ser un experto de ti.

Enterraré mis codos en la mesa

y leeré cada detalle de tu cuerpo; relacionaré cada parte con el todo

y la mitad con lo de más allá.

Me aprenderé cada expresión, cada gesto,

cada insinuación y cada risa,

y hasta la manera que tienes de quitarte los zapatos

y como te llevas la cuchara a la boca.

Catalogaré tus miradas,

tus pecas, los pliegues de tus articulaciones,

tus dientes y las papilas gustativas de tu lengua.

Me adentraré en los misterios de tus silencios

y desvelaré tus omisiones en la conversación.

Revelaré tus pensamientos más íntimos

y los clavaré con chincheta ordenados por colores.

No habrá nada de ti que se me oculte,

porque me volveré tú

y hasta tú cuando digas yo

pensarás en mí.

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