Te aprenderé como un alumno aplicado
porque me he propuesto ser un experto de ti.
Enterraré mis codos en la mesa
y leeré cada detalle de tu cuerpo; relacionaré cada parte con el todo
y la mitad con lo de más allá.
Me aprenderé cada expresión, cada gesto,
cada insinuación y cada risa,
y hasta la manera que tienes de quitarte los zapatos
y como te llevas la cuchara a la boca.
Catalogaré tus miradas,
tus pecas, los pliegues de tus articulaciones,
tus dientes y las papilas gustativas de tu lengua.
Me adentraré en los misterios de tus silencios
y desvelaré tus omisiones en la conversación.
Revelaré tus pensamientos más íntimos
y los clavaré con chincheta ordenados por colores.
No habrá nada de ti que se me oculte,
porque me volveré tú
y hasta tú cuando digas yo
pensarás en mí.
qué cosas...quién fuera tu profesora?
ResponderEliminarUn poema. Especialmente estupendos los cuatro últimos versos.
ResponderEliminarEs usted una caja de sorpresas, Capitán.
ResponderEliminar¡Un saludo!