viernes, 11 de febrero de 2022

No hago falta

 


Lo cierto es que  no Hago falta …, no siento que la vida se agite nerviosa si no comparezco, si no estoy... No Siento que haya un sitio para mí en la fila, que se vea ese vacío; si hay una respiración que falte, no es la mía ;no defraudo una espera... No Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor de alguien que me aguarde lastimado ... Es absolutamente indiferente mi cara en la gráfica del Pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo... los ojos míos en la contemplación del mañana… No están  mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, apenas mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos.


Supongo que por eso admiro a don Alfredo, uno es fuerte cuando se siente así, haciendo falta, dejando un vacío. Por otro lado, es un peso muy grande ser el centro de tantas expectativas; tal vez habemos caracteres que no estamos hechos para lucir, que hemos nacido de la materia de las sombras, de las transparencias. Y sí, supongo que se siente uno un poco humillado. Una estupidez porque uno sabe que no. Pero quisiera; un poquito, una pizca, no sé...

Yo a esto lo llamo "sentirse salvable".¿Quién no quiere sentir que es de los que merecen salvarse?. Creo que esa es una de la potencias que mueven a los seres humanos, que nos hace hacer cosas y mostrarlas. Y desear que nos digan, ¡eh, qué bien!

Para eso tenemos un blog, escribimos,  nos hacemos influences, actores, políticos, ejecutivos. Para ser importantes, para hacer falta.

Sí, claro, no solo por eso, no solo por nada. Todo es muy complejo. Me gusta escribir, y escribiría así fuese de barriga (vallejianamente), aunque nadie lo leyera... já, qué gracioso.

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