lunes, 18 de enero de 2021

Aforismos o cosa por el estilo

 "La libertad consiste en tenerla, no en usarla". 

Me doy cuenta de que me he acostumbrado a escribir en aforismos. Lo cual es un peligro porque no queda expresada auténticamente la idea original con que yo parto cuando escribo, sino que es un resumen o conclusión que apenas muestra la reflexión que me ha llevado a ella, lo que podría dar lugar a diversas interpretaciones que se aparten, en una dirección o en otra, de la que yo pretendía darle. 

Ya la lengua escrita, de por sí, tiene este peligro, o carencia o incapacidad, de expresar la idea exacta, y limitarse a bailar entorno a un centro que no está. Este sería el oficio de un discurso, llevar al lector por medio de ideas encadenadas con perfecta lógica y hábil estética hacia la conclusión que deseamos sin que parezca que le hemos traído sino que ha venido él. El truco de los aforismos es que en vez de bailar hace un gesto, más o menos gracioso, a modo de chascarrillo y da por bueno hacia dónde acabe mirando el lector.

Digo que es un peligro, en dos sentidos. En un sentido porque no queda suficientemente explícita la idea que yo quiero expresar y por lo tanto los lectores no acaban de comprender con precisión la reflexión que yo quiero que surja con esa frase. En el otro sentido porque al interpretar la frase leída de manera distinta a como yo la había presupuesto, el lector puede llegar a creer que soy más listo o más tonto de lo que verdaderamente soy, con lo cual está siendo engañado por la falta de precisión de mi frase. En ambos casos, personalmente, me perjudica porque si piensa que soy más tonto me voy a sentir injustamente despreciado y si concluye que soy más listo de lo que soy me sentiré incómodamente sobrevalorado.

Con esta frase, más que lapidaria, retretaria (de pared de retrete) lo que quería expresar es que muchas veces se nos reprocha que exijamos unos derechos que apenas utilizamos. Pienso concretamente en el derecho a leer cualquier cosa, a cuenta de (acudo mucho a este ejemplo que me impactó) cuando en cierta época de nuestro país existían libros prohibidos y a una vez que oí a alguien decir que le parecía que el franquismo no era tan malo si el único problema consistía en que no te dejaran leer algunos libros. Lo que quiero decir es que la libertad no consiste en hacer cosas, sino en poder hacerlas si tienes la santa voluntad, y no tener que hacerlas solo por que puedes, que tampoco sería libertad. A uno le gusta languidecer  en su lecho pensando en todas las posibilidades que tiene, aunque el único gesto que haga sea el de voltearse para permitir al otro caño de la nariz que respire un rato. 

2 comentarios:

  1. Cita de E. Jardiel Poncela que me ha recordado tu texto: "La dictadura es el sistema de gobierno en el que lo que está prohibido resulta obligatorio."
    Por otro lado, un frase final proustiana estupenda.

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  2. Perdón, que copié un error: "La dictadura es el sistema de gobierno en el que lo que NO está prohibido resulta obligatorio."

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