Síndrome del impostor
Descubrí que existía el "síndrome del impostor". Al leer su explicación parecía que estaban haciendo una descripción pormenorizada de mi situación laboral. Aliviado de saber que padecía un trauma catalogado por la ciencia decidí consultar con un especialista para que me descargara de ese peso que afligía mi conciencia. Tras exponerle mis inquietudes, mis sufrimientos a lo largo de los años en ese detestable oficio en el que, sin embargo había logrado mantenerme y no en mala situación, el especialista concluyó que yo no padecía de esa dolencia psicológica. Que mi caso no era tampoco anormal entre los que creían padecer ese síndrome, y lo que me aconsejaba era que si quería conservar el empleo siguiera comportándome como hasta ahora, porque de otra manera iban a descubrir que era un auténtico fraude y me largarían a la menor oportunidad.
Descubrí que existía el "síndrome del impostor". Al leer su explicación parecía que estaban haciendo una descripción pormenorizada de mi situación laboral. Aliviado de saber que padecía un trauma catalogado por la ciencia decidí consultar con un especialista para que me descargara de ese peso que afligía mi conciencia. Tras exponerle mis inquietudes, mis sufrimientos a lo largo de los años en ese detestable oficio en el que, sin embargo había logrado mantenerme y no en mala situación, el especialista concluyó que yo no padecía de esa dolencia psicológica. Que mi caso no era tampoco anormal entre los que creían padecer ese síndrome, y lo que me aconsejaba era que si quería conservar el empleo siguiera comportándome como hasta ahora, porque de otra manera iban a descubrir que era un auténtico fraude y me largarían a la menor oportunidad.
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