jueves, 19 de julio de 2018

El libro negro

Sobre el capítulo 10, El ojo

Después que leí el capítulo completo del artículo(*)de Celâl vengo a comprender que nos explica un encuentro consigo mismo. Hablando en genérico – él lo cuenta en primera persona – durante nuestra vida nos hacemos el propósito de llegar a ser como determinada imagen – compuesta de miles de retazos que adaptamos a nuestra figura – de nosotros mismos. Osea, un otro yo que no deja de ser nosotros, un yo idealizado que nos vigila constantemente corrigiéndonos la postura, dictándonos las pautas de nuestro hablar, aconsejándonos en las decisiones que tomamos, hasta escogiendo nuestra manera de vestir, haciéndonos a su imagen. Solo cuando nos despistamos, nos sentimos cansado o enfermos, notamos esa distancia que nos separa de él, cuán distinto somos del que actuamos ser, del que querríamos ser; incluso del que la mayor parte del tiempo creemos que somos. Ese es el ojo que vigila a Celâl.
Es una constatación sin conflicto, sin trauma,  trata él de explicarnos, simplemente a veces te das cuenta de que hay un tú auténtico o más auténtico, sin tantas capas – pilladas de aquí – esta película, aquel libro – y allí – tus padres, los amigos, los anhelos de ser reconocido por los demás – por ahí dentro, y lo observas con ternura deseando que te cuente algo que suene verdaderamente auténtico, que te revele algo de lo que tú eres en realidad.
Pero es una sensación muy sutil, que tan pronto tomas conciencia de ella se extingue, como los sueños,  sabes que hay un cuerpo ahí, tratas de abrazarlo y solamente es un velo en el aire que también desaparece, despiertas y solo recuerdas sensaciones, presencias. En cuanto intentas interrogarle ya eres otra vez tú, el de los muchos disfraces o simplemente los muchos vestidos,  el que quiere ser como los demás distinguiéndose, el que ansía ser considerado, el que solo quiere ser él pero con todos...el tú de siempre. Que duda de la existencia real de ese sueño, de las sensaciones, que ya se han, casi, evaporado, que te dejó.

Libros y autores citados por Celâl

El libro de Dde Korkut: la epopeya más famosa de los Turcos Oguz
Muhammad Ibn Ismail Al-Bujari: erudito islámico de ascendencia persa (810-870)
Yalal ad-Din Muhammad Rumi o Mevlânâ Celâleddîn-i Balkhi: poeta místico persa y erudito (1207-1273) fundador de los Derviches Giróvagos.
Vathek: una novela gótica escrita por William Bekford en 1782 de temática arabesca, llena de magia, demonios, visitas a los infiernos etc.

(*)El libro negro de Orhan Pamuk. Alterna la historia que nos cuenta -la desaparición de Ruya y la búsqueda de Galip, con los artículos de Celâl, un periodista, medio hermano de Ruya y primo de Galip. Me impresionan los artículos de Celâl, cómo fluyen, cómo van derivando sin abandonar el cauce del tema pese a los meandros por los que se aleja para volver de nuevo y salirse por el otro lado, pero al final van a dar al mar sin perder el hilo inicial.

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