No te empujan, te van dando toquitos
que corrigen, apenas, tu dirección;
tan poco que no te vale la pena el esfuerzo
de protestar.
Un día te despiertas
y descubres que vas en dirección contraria.
Pero bien, en un buen vehículo y eso,
cómodo, rápido, cada vez más rápido,
rumbo hacia donde no querías ir.
que corrigen, apenas, tu dirección;
tan poco que no te vale la pena el esfuerzo
de protestar.
Un día te despiertas
y descubres que vas en dirección contraria.
Pero bien, en un buen vehículo y eso,
cómodo, rápido, cada vez más rápido,
rumbo hacia donde no querías ir.
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