martes, 3 de noviembre de 2015

más sobre el olvido

El pasado pesa, y, a veces, pisa el presente, aplastándolo y restando futuro.  Por eso conviene dejar olvidar, que olvidamos que el olvido viene solo, si nada se le opone. ¿Y por qué nos oponemos al olvido? Porque creemos conservar en la memoria lo que somos o creemos ser. Pero lo que somos no está en la memoria, al menos en esa memoria emocional que es la que muchas veces queremos conservar. Lo que somos está en nuestro comportamiento de cada día, en nuestras reacciones y decisiones, en nuestros cambios también (has cambiado, decimos como un reproche, como diciendo sigues vivo después de mí). A menudo lo que queremos conservar es la memoria que creemos que tienen los otros de nosotros, olvidando, conscientemente, que los otros nos han olvidado. 

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