jueves, 14 de mayo de 2015

¿Hay escritores ciegos?

Se empeña Peter Russell en convencernos que porque nuestra mente es consciente del espacio y del tiempo solamente porque los sentidos nos proporcionan información al respecto y no porque sean conceptos que estén en ella, nuestra mente es en realidad un concepto intemporal y inespacial. Dadas sus argumentaciones no hay manera de rebatirlo. Pero sí que es rebatible lo que subyace a eso, y es que la mente es una entidad que persiste más allá de los sentidos, e incluso −esto no lo dice él pero yo creo que es adonde quiere llegar− más allá de la propia existencia del cerebro.
Desde luego que para el ser humano todo es mente. El ser humano vive en su mente o al menos ese medio en el que cree vivir, su realidad, es prácticamente todo una creación de su mente. Por supuesto que hay materia, pero su mente la ha transformado en objetos funcionales que han dejado de ser materia para ser silla, pianos, colores, amigos, enemigos, vecinos ...todos esos son conceptos mentales y no físicos. Por supuesto que la silla está compuesta de hierro, plásticos, madera, son objetos físicos, pero no existe la silla en la materia, lo que existe es un objeto complejo, artificial, compuesto, solo es silla en la mente del hombre. Ese es el mundo espiritual del hombre. El mundo en el que vive continuamente y del cual ¿puede o no puede salir?, no lo sé. Salir de ese mundo es volver al mundo del caracol, o del pez, los cuales, sospecho, no se hacen una composición del mundo, simplemente lo habitan y reaccionan a los estímulos de manera más o menos compleja según su sistema nervioso.  Lo mismo está haciendo el hombre continuamente, solo que él ha sublimado su sistema nervioso hasta crear un mundo virtual  que es el que habita, que encaja en el mundo real o más bien que se amolda a las rigideces del mundo real  y que las interpreta (las rigideces) para modelar ese mundo interno. Así, establecemos leyes a partir de la observación selectiva que nos permiten nuestros sentidos −ampliando la palabra «sentidos» a las extensiones artificiales que hemos creado para percibir más allá de las nuestras capacidades físicas− prestando atención a las regularidades que observamos, y eso nos ayuda mejorar nuestra experiencia del encaje de nuestro mundo en el mundo real, lo que quiera que haya ahí fuera, que necesariamente es mucho más grande de lo que podemos percibir. (Tal vez esto también sea una fantasía generada en mi mente, y el mundo «real» sea bastante más limitado de lo que yo quiero creer, que por ejemplo la tabla periódica más las cuatro o cinco fuerzas fundamentales sean verdaderamente el resumen del universo)
Yo veo claro esto, que nuestro mundo es mental, cuando trato de imaginarme como sería un mundo de ciegos. No el mundo de un ciego, que ya de por sí es diferente, pero que al fin ha tenido que adaptarse a un mundo de videntes, y por lo tanto es un «discapacitado», sino cómo sería un mundo donde todos fuéramos ciego, cuáles serían los inventos, cómo serían las construcciones, qué elementos de percepción más allá de nuestras capacidades construiríamos para ir más allá, cómo poblaríamos el mundo, cómo nos las habríamos ingeniado para sobrevivir (¿hubiéramos sobrevivido como raza?). Pongamos que nos quedamos ciegos todos de golpe y tenemos que empezar de nuevo a reconstruir un mundo a partir del otro al que ya estábamos habituados, y a partir de lo que ya habríamos creado. Yo creo que aún así cambiarían muchas cosas. No lo sé. Pero es fascinante pensar en ello. ¿Hay escritores ciegos?

4 comentarios:

  1. ¿Borges era cieguito no? Y la leyenda Homero (aunque, claro, no era escritor y Broges nació vidente).
    En fin. Me encanta este tema. Imagina que la gente que adquiere la visión o la audición tardíamente no puede ocuparlas de manera funcional, porque su cerebro ya se acostumbró a no tenerlas. Y hay algo terrorífico en lo que dices... Ante la pregunta ¿de qué color, pues, ve un ciego? la respuesta científica es atroz: No ve de ningún color. No negro, no blanco. No. No ve de ningún color. Al menos en los que padecen de cierto tipo de ceguera asociada a los nervios ópticos y no al ojo. Por acá un compatrotia escribió un comic de una colonia de humanos que se instaló en un planeta con muy poca luz. A la larga todos quedaron ciegos, ciegos genéticos. Nacían sin ver, pero con capacidades de sonar como la de los murciélagos. Y claro, la producción cultural era casi pura música, de tradición oral y eso. Increíble.
    Un abrazo!!
    S.

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  2. Por supuesto que hay escritores que se quedaron ciegos. Algunos desde muy niños. Mi interés está más en escritores ciegos de nacimiento o desde muy jóvenes que hayan hablado de cómo es su vida siendo ciegos y sus dificultades de adaptación a un mundo de videntes. Y mejor todavía, escritores ciegos que fantaseasen con como sería un mundo de ciegos en el que las dificultades, los "discapacitados" fueran los videntes. ¿De verdad sería el rey el tuerto en un mundo de ciegos?

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  3. Ensayo Sobre la Ceguera, de Saramago, es una interesante novela sobre el tema.

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