martes, 16 de diciembre de 2014

Mahabharata


El Mahabharata es uno de los libros sagrados del hinduismo. En él se habla de dos tipos de libros, los que se consideran revelados (sruti) y los que se consideran oídos (smriti) o transmitidos por la tradición. El Mahabharata se encuentra entre estos últimos.
Es un relato épico que cuenta la batalla entre dos clanes de una misma familia, los Kurus y los Pandavas. Algunos lo sitúan en un origen tan largo como 3000 años antes de Cristo. Estaríamos hablando de la civilización del valle del Indo, de la cual muy poco se sabe salvo los relativamente recientes descubrimientos de las ciudades de Mohenjo Daro y Harappa. Otros los consideran una obra de procedencia Aria. Se cree que los arios llegaron a esa zona del valle del Indo en torno al 1500 antes de Cristo y que su llegada significó el final de la civilización que construyó aquellas ciudades mencionadas (otros dicen que esa civilización ya había entrado en decadencia un siglo antes). No obstante se le atribuye su autoría a un tal Vyasa. Aunque este hombre muy bien podría haber sido el que fijara en escritura un texto que se habría transmitido por tradición oral. (Lo que resulta increíble es que pueda transmitirse por tradición oral una historia que tiene las dimensiones de nada menos que siete veces el número de versos de la Ilíada y la Odisea juntos)
La historia comienza con un tal Hastinapura que tenía dos hijos. El mayor se llamaba Dhritarashta y el menor Pandu. La corona le correspondía al hijo mayor, Dhritarashta, pero este era ciego y no quedaría bien que dirigiera el reino un monarca ciego que fue su hermano menor, Pandu, el que asumió el cargo. Pandu tenía cinco hijos: Yudhistriya, Arjuna, Bhima, Makula y Sahadeva. Junto con ellos, y a causa de una ofensa, tuvo que retirarse al bosque durante doce años. Mientras, su hermano, el ciego, asumió la corona. Este hombre tenía un hijo con bastante ambición Duryodhana que estaba ansioso por heredar la corona y que se puso muy nervioso cuando los cinco hermanos regresaron -supongo que Pandu murió en el exilio- y Dhritarashta los acogió como a sus propios hijos. Por recomendación de un tío suyo, Bhishma, decidió que concedería la mitad del reino a los hijos de Pandu, pero Duryodhana, su propio hijo, no estaba conforme con ello y decidió engañar a Yudhistriya, el mayor de los hijos de Pandu y por lo tanto el heredero de esa mitad del reino, jugándose con él a los dados la herencia. Lo consiguió, aunque sin el consentimiento de Dhritarashta, y ya no recuerdo por qué, para limar asperezas, supongo, los cinco hermanos se marcharon otra vez al exilio por otros doce años. Durante ese tiempo se casaron, todos a una, con una tal Draupadi. Al volver reclamaron su parte del reino a Duryodhana, pero este se negó ni siquiera a concederles una ciudad a cada hermano por lo que se montó una guerra.
Antes de enfrentarse piden su colaboración a Khrisna, un dios, el cual les da a elegir a cada uno: unos recibirán el apoyo de sus tropas, los Vrishnis, y los otros se verán asistidos por su sola presencia. Duryodhana, opta por lo material, las tropas, mientras que los Pandava, se quedan con el propio dios.
En el mismo momento de la batalla, Arjuna, que es el héroe central de esta historia, siente desfallecer. No le hace ninguna gracia tener que guerrear contra los miembros de su propia familia. Entonces Khrishna le suelta un discursito. Este discurso es otros de los libros sagrados de la India, porque contiene los fundamentos de la religión, se llama el Baghavad-Gita, en él se expone todo este asunto de la intrascendencia de lo material, y de la necesidad de unirse con la Realidad Última. Empieza diciéndole cosas como el hombre sabio no debe sentir compasión por los vivos, ni tampoco por los muertos porque la vida y la muerte no son diferentes. Total que lo convence de que no hace nada malo combatiendo pues cumple con su deber. Tiene lugar la batalla y ganan. Tras la victoria, Arjuna y sus hermanos se retiran al Himalaya buscando alcanzar el paraíso.

Y en eso estamos ahora. De esta narración hay una película que hizo Peter Brook, el mismo que filmó Encuentros con hombres notables, la célebre autobiografía de Gurdjieff.


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