El poeta mejor soy de mi calle,
pero mi calle, a la verdad, no es larga.
Domingo Rivero
Soy el mejor escritor de mi calle.
Y con certeza somos al menos dos.
Lo sé porque le he leído dos novelas,
y alguna pieza de teatro. Yo soy mejor.
Yo juego con ventaja, le he leído. Él
apenas sabe nada de mi obra magistral.
Juego con ventaja porque no se esfuerza,
y yo me supero cada día, agazapado,
presto a saltar. Afino mi prosa
mientras él se duerme en su arrullo familiar.
Él escribe más, publica más, escribe novelas
cuando yo apenas esbozo relatos.
Le han premiado alguna vez, tal vez dos,
y hasta le han representado sus obras.
Yo escribo a escondidas, afinando,
versos, relatos, cosillas, sin prisa, ya llegará
mi hora, mi novela germina paciente.
No sabe la que le espera.
Estallaré un día ante sus ojos como una mina
antipersona de éxito inmensurable.
Todo su ego se vaciará por la cloaca
y quedará tembloroso, encogido
a mi sombra. Ahora me da pena.
El pobre. Hace lo que puede. Pero yo soy mejor.
Divertida fiesta del ego
ResponderEliminarHa muerto el otro escritor de mi calle. Ahora estoy solo. Ya no soy el mejor. Soy el único. Dónde está el mérito.
ResponderEliminarHasta eso supo hacerlo él mejor. Morirse a tiempo.