Del diario de Riforfo Rex
La literatura es como un microscopio. La enfocas sobre una emoción transitoria y a través del lente consigues que se perciba una tragedia universal y eterna. La enfocas ahora sobre un hecho cotidiano y haces creer que están percibiendo una epopeya. La enfocas después sobre un efímero instante de goce y sugieres a todo el mundo un maravilloso reino de La Felicidad. Hay muy buenos escritores, y sobre todo hay muy pocos asuntos sobre los que escribir, así que todos coinciden más o menos sobre los mismos temas. Así es como se ha fraguado la gran mentira en la que todos, incluidos lo que estamos habituados a manipular el microscopio, nos dejamos, blandamente, engañar. Y ese engaño es el que nos permite, muchas veces, soportar la insufrible liviandad de la vida, para la que el único hecho relevante es la lucha por la supervivencia.
Qué bueno; Riforfo. Escribes muy bien.
ResponderEliminarEs verdad lo del efecto óptico, pero nunca olvidemos que le mérito de aumentar las cosas o hacerlas más importantes y llamativas, lo tiene en definitiva el lector.
Depende de éste la transformación, no tanto del autor ni tampoco de la trama del libro.
En cuanto a los temas universales, más de una vez me lo he preguntado.
¿Qué es lo que define a un buen escritor?; yo creo que la historia adecuada que elige y el estilo que usa, pero como el estilo puede llegar a aprenderse y mejorarse y el escritor no sólo escribe sino que reescribe y edita, puede permitirse licencias estilísticas, siempre podrá enmendar lo escrito.
Si quiere publicar debe tener una historia que lo lleve de viaje, como vos dirías, pero también debe "sacar la silla a la calle", con coraje y voluntad. Debe asumir el curso del libro como su propio destino: No sólo es una marcha es una ardua creación y recreación, a veces el camino es empinado, seguramente con muchas bifurcaciones.
Un gran saludo, Aquileana :)
Gracias por tus comentario aquileana. Espero que hayas visto mi "selección" del decálogo.
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