"Aún sigo esperando, no pierdo la esperanza, por eso esto no es una lamentación, ni una despedida, es, simplemente, una consignación, una llamada de atención. Si lo lees, sabe que aún sigo esperando, que me levanto cada mañana de sábado (¿por qué las mañanas de los sábados?, no, no las mañanas de los sábados, la mañana del sábado, la mañada de ese único sábado, preludio de la mañana del domingo por llegar, por repetirse) esperando ese correo electrónico, esa llamada, ese sms -aún no tengo whatsapp- con dos única palabras, espero con ilusión, con una ilusión renacida que ya no recordaba, de día de reyes, muchos años después de saber que ni eran reyes, ni eran magos, ni venían de oriente, ni me traían lo que yo quería, con la misma ilusión a pesar de presentir con certeza la desilusión del día después, sigo esperando porque he vuelto a la infancia, o porque nunca salí de ella en esa parte de mí que espera, y que se resiste, con la voluntad inaudita del negarse a crecer de Peter Pan."
sábado, 20 de abril de 2013
Esperando (a la manera de António Lobo Antunes)
Del diario de Riforfo Rex
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