miércoles, 20 de marzo de 2013

La indiferencia




Te las prometías muy felices al aterrizar en aquel paradisíaco planeta. Redescubriendo enterradas emociones que en tu planeta de origen, ya en decadencia, se habían casi olvidado.
Luego llegaron los momentos confusos, incompresibles, al percibir que algo raro ocurría allí.
Te rebelaste contra ellos, pero en tu mente estaba la constante pregunta: cómo y por qué pudo haber ocurrido esto.
Primero te culpaste a ti y los tuyos, algo tuvisteis que haber hecho mal para que esto acabara así. Después culpaste al destino, las cosas simplemente se dieron de esa manera. Y más tarde los culpaste a ellos, a su naturaleza malvada frente a la inocencia de los tuyos, a tu inocencia.
Muchas respuestas se barajaron en tu cabeza, en todas había un actor, una acción o una dejación, y tú, el hombre, eras siempre la víctima, el objetivo, omnipresente en tu importancia.
No estabas preparado para lo que encontraste en aquella playa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario