jueves, 17 de enero de 2013

De Martin Eaden


He forgot himself and stared at her with hungry eyes. Here was something to live for, to win to, to fight for - ay, and die for. The books were true. There were such women in the world. She was one of them.



Se olvidó de sí mismo y estuvo observándola con ojos hambrientos. Aquí había algo por lo que vivir, algo que ganar, algo por lo que luchar -ay, y algo por lo que morir. Los libros decían la verdad. Existían ese tipo de mujeres en el mundo. Ella era una de ellas.

5 comentarios:

  1. Si, si que existen; pero excepto en muy contadas ocasiones a ellas no les agrada que luches por intentar ganarlas, y tu vida, también tu muerte, se las trae floja.

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  2. Lo de "en muy contadas ocasiones" es una luz de resplandeciente esperanza.

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  3. Esa "luz de resplandeciente esperanza" se parece demasiado a los fluorescentes que atraen a los insectos voladores para achicharrarlos que podemos encontrar en algunos bares de medianías.

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  4. "Los insectos son los poetas de la naturaleza, que vuelan hacia la luz, cantando... y se achicharran"

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