martes, 10 de julio de 2012

Sorprenderse

Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender. Es el deporte y el lujo específico del intelectual. Por eso su gesto gremial consiste en mirar al mundo con los ojos dilatados por la extrañeza. Todo en el mundo es extraño y es maravilloso para unas pupilas bien abiertas. Esto, maravillarse, es la delicia vedada al futbolista, y que, en cambio, lleva al intelectual por el mundo en perpetua embriaguez de visionario. Su atributo son los ojos en pasmo. Por eso los antiguos dieron a Minerva la lechuza, el pájaro con los ojos siempre deslumbrados.

De La Rebelión de las Masas de José Ortega y Gasset

1 comentario:

  1. Esta es una de las partes que más me gustó del libro.
    La sorpresa es una cualidad difícil de aprender, pero demasiado fácil de perder.

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