martes, 3 de enero de 2012

El lado equivocado o no hay más que un lado

“A veces odiaba su cobardía y la creía inexcusable; otras pensaba que la doble vida, la puntual entrega de ocho horas a un mundo absurdo, a una interpretación de la existencia que él sabía equivocada, constituían una etapa deseable, como, en definitiva, son deseables y útiles las horas de aburrimiento del colegio para el muchacho que quiere llegar a la Facultad y entregarse, por fin, a su vocación” (J.C.Onetti)

La sensación de que uno está viviendo en el lado equivocado. La sensación de que hay otras maneras de hacerlo y que uno no está haciéndolo de la manera que le corresponde a su naturaleza. La sensación de que ha habido una equivocación cometida en algún punto del camino, una decisión no tomada y asumida porque sí, sin darse cuenta de lo importante que fue esa decisión tomada al descuido en aquel momento. La sensación de error acumulado, acumulándose, y sin saber cómo detenerlo. Con el miedo ya tan metido en el cuerpo, que no haces más que auto engañarte desechando fantasías absurdas, admitiendo que son fantasías que la vida sólo es esto. Me da la impresión de que eso es la lucidez, o una especie de lucidez. Los otros, los que tienen una vocación desde pequeñitos, los que agachan la cabeza y avanzan hacia un punto fijo creyendo que es ese su destino, los que han optado por el dinero, por el lujo, por el sexo, por la aventura, por la fama, los que han optado por cualquier cosa y van tras ella, los que creen que sólo existe un lado y es el que ellos siguen, esos heredarán la tierra, lo que quede de ella después de que otros con semejante naturaleza pero intereses más destructivos, acaben con ella. Nosotros, los confusos, los que aún no sabemos muy bien si estamos en el único lado o en el lado equivocado, o a lo mejor en el bueno y simplemente somos unos caprichosos, seremos aplastados por la imparable rueda de aquellos, nos quedaremos atrás respirando el polvo que aquellos levantaron, viviremos en las ruinas que aquellos dejaron, comeremos de sus restos.

3 comentarios:

  1. Todos los caminos se hacen paso a paso. Podemos dudar o tener firmes convicciones, pero dificilmente podemos dejar de caminar. ¿Qué más da si el paso es firme o inseguro? Sigue haciendo tu camino como te lo permita tu naturaleza.

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  2. Entiendo perfectamente el sentimiento de traición a uno mismo. De hacer lo que hay que hacer y no lo que uno siente que debería hacer. Entiendo aún más el desconcierto que se siente si no sabes qué es lo que debes hacer pero sabes con certeza que no es lo que estás haciendo. Parece un trabalenguas, pero creo entenderte y comprenderte.

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  3. Bienaventurados los confusos porque de ellos será el Reino de los Cielos.

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