sábado, 3 de diciembre de 2011

Todo tiene fin

Quisiera estar para siempre,
pero sé que un día me iré.
Me olvidarán quienes ahora me sueñan.
vago recuerdo de un pasado remoto:
“¡ah!, sí, lo recuerdo” y ya.
Sé que un día me iré y sé
que un día te irás, te olvidaré,
no serás nada
más que un vago recuerdo:
“¡ah!, sí, la recuerdo” y ya.
Aceptar esto es aceptar
que ya estamos muertos,
que no hay amor que valga,
que “te quiero” es solo una palabra o dos,
que ahora es nunca, no siempre,
que todo está perdido
y que cada alegría está manchada
por una despedida,
que todo
tiene
fin

3 comentarios:

  1. A pesar de que es un poco fatalista me gusta.

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  2. "Y yo me iré y seguirán los pájaros cantando" dice Juan Ramón Jiménez. Y Nicanor Parra nos recuerda que el Código de Manú se cierra con "porque humillación más grande que existir no hay". Estas dos cosas se me han paseado por la mente al leer tu poema.

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  3. "Cada alegría está manchada..." suena a melancolía del lunes... o del miércoles, qué dolor, poeta. Siempre nos quedará la escritura liberadora para soportar ciertos días.

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