martes, 18 de octubre de 2011

A empezar de nuevo

(Este es mi pequeño saludo al retorno de El Paraíso Recobrado)

¿No te da la sensación de que todo está escrito? ¿Que escribir es un acto inútil? (Hasta esa frase está mas repetida que el amén) ¿No te entran ganas muchas veces, como ahora, de reescribir, deformándolo, no sé cómo, ese libro imposible que es Finnegan's Wake? Aaaaaaahooooorrrrrraaaaa vvvvvvooooooooooyyyy a haccccccccerrrrloooooooo - Un libro, por cierto, que una vez tuve en las manos. Y que devolví a la estantería desalentado, pero no del libro, sino de mí, de mi incapacidad para esforzarme en atravesar esa puerta de jardín bonito- ¡Por escribir algo diferente! Sí, esa es la sensación que te da a ti también, te conozco. Eres como yo. Llevas años esperando que llegue la vida en color y la tecnología de vivir nunca mejora. Siempre igual. Siempre igual tú. Siempre igual yo. Dando vueltas y vueltas a la noria sin agua desde hace mucho tiempo. “Estoy cansado, hermano” le escribía José Agustín Goytisolo a su hermano Juan. Te entiendo, poeta, te entiendo. ¿Quien no se cansaría? Pero dime. ¿Qué vas a escribir entonces? O no escribir, ¿qué vas a hacer? Ya sé que puedes estar, perfectamente, mano sobre mano mirando pasar el aire. Pero ¿te dejarás? Te conozco. De pronto algo dentro de ti saltará. Buscarás a quién contárselo. Será la misma historia de siempre. U otra, que también es la misma. No encontrarás a nadie interesado. ¡Hay tan poca gente interesada en lo que tú tengas que decir! Empezarás a rayar con un palo en el polvo del piso, como un Jesucristo. Y ya habrás empezado de nuevo.

5 comentarios:

  1. A veces la respuesta la tenemos delante de nuestros ojos, pero hay que estar atentos para poder ver con claridad lo que realmente es tan sencillo. No, no vamos a reescribir el Finnegan´s Wake, quizás no lleguemos ni a leerlo, pero hay cosas que no van a cambiar y es nuestro amor por la literatura y nuestro inconformismo. El otro día vi la última película de Woody Allen (no sé si la has visto) y casi me echo a llorar. Trata de un escritor que se traslada al París de los años veinte y allí se encuentra con Hemingway, T.S.Elliot, Buñuel, Dalí, y todos los artistas de aquel momento y pensé que eso al fin y al cabo es lo que hago yo todos los días cuando me sumerjo en mis libros. Pues bien, creo que esa admiración que sentimos es la fuerza que nos impulsa a crear y si en algún momento llegamos a rozar siquiera esa belleza que tanto anhelamos, el esfuerzo ha valido la pena y que nos quiten lo bailao.
    Cuando me di de baja del blog me di cuenta de que por aquí estaba sucediendo algo, es algo que aún no sé explicar pero te aseguro que no me lo quiero perder.
    (Ah, por cierto, a ver si la conversación la seguimos con unas cervecitas y un buen enyesque)

    ResponderEliminar
  2. "Los niños que acaban de aprender una palabra soez no se quedan contentos hasta que la escriben con tiza en alguna puerta. Y eso también es literatura" Escribe Kipling en uno de sus cuentos.
    "Empezarás a rayar con un palo en el polvo del piso, como un Jesucristo" escribe Ricardo. Una frase para enmarcar.
    No podemos dejar de escribir, como ya dije una vez. Lo haremos mal, a ratos, por rabia, disgusto, cansancio, con fuerza, bien o aceptablemente, de pie, sentados o acosados. No podemos dejar de escribir.

    ResponderEliminar
  3. De este intercambio de pareceres me quedo con la frase de Antonio: "(...) hay cosas que no van a cambiar y es nuestro amor por la literatura y nuestro inconformismo".
    Mientras tengamos esto, lo temos todo.
    La película de Allen, imprescindible para los seguidores del amestro y para todos aquellos aficionados a la escritura.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Hoy me he acordado de esta entrada. Curioso, hace ya más de un año. Tuve una intuición, y no me equivoqué: " me di cuenta de que por aquí estaba sucediendo algo, algo que aún no sé explicar pero que no me quiero perder"

    Antonio Lino.

    ResponderEliminar