jueves, 11 de marzo de 2010

Celso contra los cristianos

Teniendo en cuenta que leo sus textos a posteriori, pues en su tiempo el cristianismo aún no era más que una secta que empezaba a adquirir relevancia, como lo demuestra el hecho mismo de que alguien, Celso, se preocupase de despotricar contra ella, los argumentos de Celso, tan racionales y tan evidentes, resultan meros sofismas en el sentido de que critica la apariencia, la iconografía del cristianismo, supongo que presumiendo que si desmonta esas mentiras todo el resto se debería venir a bajo por gravedad, puesto que esa iconografía, Jesus y sus milagros principalmente, son el sostén de toda esa estructura. Pero lo cierto es que la estructura no solo no se viene abajo sino que sigue creciendo aún sobre la falsedad de sus fundamentos. Eso demuestra que esa iconografía no es realmente el fundamento del cristianismo, o de cualquier otra religión, sino otra cosa, de la que nadie nunca se ocupa realmente. Menciona Celso, una frase que los cristianos repiten muy a menudo para defenderse de las argumentaciones contra sus creencias: “no examinéis, creed solamente y vuestra fe os salvará”: creo que es ahí donde está la clave de la fuerza de las religiones y también la clave de la inutilidad de las argumentaciones racionalistas contra las religiones. No se puede argumentar racionalmente contra las religiones, pretendiendo con ello minarlas, porque las religiones no están en el ámbito de la razón, los que siguen esas religiones no pueden nunca considerar esos argumentos con aprobación, porque no siguen, por así decir, las leyes del ámbito de la religión. Las férreas argumentaciones en el ámbito de la razón no son más que humo en el ámbito de la religión, de la misma manera que las creencias en el ámbito de la religión, “vuestra fe moverá montañas”, son absurdas en el ámbito de la razón.
En resumen, Celso peca de puerilidad en la manera de considerar el nacimiento de lo que será una nueva religión. En lugar de tratar de desmontarla debía haber estudiado las razones por las cuales esa religión crecía tan deprisa. Qué es lo que hace, por muy absurdos y vanos fundamentos que tenga, que una nueva religión surja de la nada, de un pueblucho de Judea, como él indica, y crezca hasta dominar una gran parte del mundo.


http://es.wikipedia.org/wiki/Celso

2 comentarios:

  1. Como comentas en el artículo, una religión no puede desmontarse con argumentos racionales porque sus defensores actúan bajo los dictados de la fe. Por eso, tanto creyentes como ateos caen en la misma aporía: ninguno de los dos pueden justificar racionalmente la existencia o inexistencia de Dios.
    La postura del agnóstico, en cambio, es la que tiene más sentido común. Se podría resumir así: es mejor no hablar sobre lo que no cabe un conocimiento probable, Dios cae fuera del ámbito del conocimiento; el que tenga fe en Él, mejor para él, pero intentar convencer a los demás mediante argumentos racionales es una quimera.
    Un artículo digno de un auténtico filósofo.

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  2. Viniendo de quien viene se me hincha el pecho de orgullo. (vanidad de vanidades y apacentarse de viento, pero qué bien se siente uno)

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