Así están las cosas: Colombia viola territorio nacional ecuatoriano en presunta defensa de sus intereses y quien recibe todas las críticas es Chávez. Al parecer lo grave de todo el asunto no es que un país haya invadido otro sin pedir permiso. Sino que un presidente mal visto por la comunidad internacional se rasque detrás de la oreja oyendo a esa mosca.
Teniendo en cuenta cómo están las cosas - la rivalidad "ideológica" entre los gobiernos de Venezuela y Colombia - lo menos extraño de todo esto es la actitud de Chávez y sin embargo es la más criticada. No lo comprendo.
Comprendo que la acción de Colombia pretende hacerse pasar por algo "normal", ya tenemos suficientes ejemplos en Oriente medio: Israel, habitualmente; Turquía, últimamente, entrando en Irak por la Santa Cara de la Lucha Contra el Terrorismo; estados unidos siempre, siempre siempre.
Y no olvidemos, y no dejemos de mencionar, que Colombia es ahora mismo el último bastión que le queda a estados unidos en sudamérica. Y que todo aquello se está relajando demasiado para el gusto americano y si se deja de la mano de la gente no es extraño que todo se tiña de rojo ideológico (que tendrá sus más y sus menos, quien lo va a negar) en lugar de rojo de sangre que, dónde va a parar, es mucho más propicio para los negocios.
Me preocupa mucho, pero mucho mucho, esta incursión colombiana. Me preocupa que haya ocurrido precisamente cuando estamos oyendo buenas noticias (en comparación con lo que hasta ahora habíamos estado oyendo con respecto a las FARC), refiriéndome a la liberación de secuestrados. Me preocupa que "precisamente" en este momento haya decidido el gobierno Colombiano acometer una acción tan delicada en más de una dirección, delicada por parte del asunto del terrorismo, pues significa volver a poner rabioso al perro, cuando parecía que se estaba calmando un poco, y delicada, delicadísima, en el ámbito político, provocando, literalmente provocando un conflicto fronterizo con un país con el que también tiene notables diferencias ideológicas, Ecuador, con Correa al frente.
Creo, tengo mucho miedo, de que se esté preparando algo. Algo así como una nueva ofensiva contra el comunismo internacional, o por adaptarnos mejor a la actual nomenclatura, el cacareado socialismo del siglo veintiuno, que tan nervioso pone a la comunidad internacional con sus actitudes poco acordes con "lo establecido" en lo que respecta a los asuntos económicos y políticos.
Y tanto que está poniendo nerviosos, y precisamente Colombia, el país en que más confianza - como democracia a su medida- tiene ahora mismo estados unidos en sudamérica podría estar siendo utilizada como palo para revolver el avispero. La culpa, por supuesto, la tienen las avispas, que son malas porque pican cuando se las molesta.
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