martes, 4 de marzo de 2008

spengler

"Los que no piensan como yo o son ignorantes o son malintencionados." Algo dicta en mi cabeza esta frase. Pero no la acepto. Otros, más lúcidos que yo admiten que entre ambos grupos hay una inmensa mayoría que son indiferentes. Pero yo, inmerso en uno de los bandos soy incapaz de concebir la indiferencia. ¿Como va alguien a considerar como "lo mismo" a ellos y a nosotros que somos tan diferentes. Estos que son indiferentes tienen que ser también de los ignorantes, pues sólo la ignorancia va a permitir tal indiferencia. Y sólo saldrán de esa indifeferencia-ignorancia si se dejan convencer por nuestras razones, la confirmarán si se dejan convencer por las de ellos.

¡Qué pobreza de mente! A esto nos lleva vivir inmersos en la realidad. A dejarnos arrastrar por las mareas de cada momento. Si quieres mantener, como decía la canción de Battiato, un "centro de gravedad permantente" debes fortalecer tu carácter de manera tal que puedas comprender que la realidad no está centrada entre el pp y el psoe, por ejemplo, ni entre el mundo y el país, nacionalistas y nacionalistas, terroristas y mundo libre, primer mundo y tercer mundo, hombres y mujeres, creacionistas y evolucionistas,ecologistas y economistas. Que ni siquiera esos polos están a ambos lados del centro. El centro está siempre en otra parte que en medio de cualquiera de esos antagonismos interesados.

Hay que aprender a domar esta mente primitiva que se deja arrastrar por cualquier bipolaridad como una botella sin mensaje en el mar.

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