viernes, 16 de noviembre de 2007

Sobre la veleidosa mente

Si, vamos a ver. El lugar donde uno está es el mundo. Todo el mundo, e incluso te diría que todo el universo. Querer estar en otra parte es un absurdo porque no existe otra parte más que la que pisan sus pies. Y es ahí, precisamente ahí a donde le ha llevado su vida y la del universo entero. Que es verdad que podría ser cualquier otra parte y usted podría ser cualquier otro, pero que resulta que ahora, en este momento, es aquí y es usted. ¿Cómo va usted a luchar contra eso señora, señor, niño, niña?

Es verdad que a veces sería mejor estar en otra parte. En otra casa en otra cama, en otra habitación de hotel u otro despacho de la oficina o de otra oficina. Cuando uno se pregunta, ¿por qué a mí, por qué yo? ¿Quién me tiene apuntado en su lista y no piensa más que en joderme? (Es curioso que uno nunca cree que nadie lo tenga apuntado en su lista y no piense más que en hacerle feliz cuando es feliz) Todo esto me hace sospechar que todo es mentira y que lo que es es no porque tenga que ser sino porque simplemente ha sido. Y qué bien estaría que yo creyera eso que digo pues cada instante no sería más que este instante que es lo que tiene que ser y no todos los instantes pasados y futuros que parece cosa imposible que todos los instantes puedan ser todos los instantes y sin embargo uno llega a creérselo en algunos momentos. Y todo esto me lleva a la curiosa cosa y falsa que es la mente que te hace volar sobre la realidad como un globo suelto y a que hace mucha falta estar dotado de una poderosa capacidad de razón para agarrar esa mente y atarla a un punto fijo y darle una referencia con la cual medir todas las cosas por las que sobrevuela.

1 comentario:

  1. Esta página es toda ella un espacio artístico. Especial mención a la foto a pie de página del extraño individuo y la frase enmarcada en azul.

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