martes, 7 de junio de 2022

Comentario (demasiado largo) al blog del polillas

La entrada que comento es esta.

-----------------------------------------------------------------------------------

 Yo creo que a usted le falta un poco de "sentido común" en su exceso de mirar con lupa y al detalle para descubrir lo que falla en cada cosa. 


A mí me parece correcto que en el Día de Canarias, se exalte lo canario, lo que quiera que fuere, o lo que quiera que cada exaltador considerare que fuere. Tal vez me parece menos correcto, y en eso convengo, creo, con usted, que cada año las exaltaciones tengan los mismos matices (que ya se están quedando viejos), los mismos enfoques (que apenas iluminan ya esta realidad), y que sean prácticamente las mismas voces las que las expelan. Pero eso solo pueden evitarlo las voces que quedan calladas (bueno, de acuerdo, también los altavoces que las divulgan, es decir, los diarios, las revistas, las radios y las televisiones que escogen las voces que les resultan más afines a lo que quiera que les interese). 

Y también me parece perfectamente normal que muchas coincidan en lo evidente, conservar la parte de la cultura que nos distingue. Si es que la hay, si es que nos distinguimos en algo, si es que que nos distingamos sirve de algo. Yo creo que el sentimiento de pertenencia a algo sigue formando parte de nosotros, quiero decir el ser humano, y creo que es eso lo que se celebra o debería celebrarse en estas conmemoraciones. El sentirnos, no diferentes por mejores, sino distintos por simplemente otros, con nuestras peculiaridades, nuestra variedad. Porque tuvimos un abuelo, y vivimos en un barrio y aún soñamos con la casa en la que transcurrió nuestra infancia.


Nunca acabo de entender el sentido de sus diatribas, sinceramente. ¿Cree usted que no se deberían celebrar "días de canarias", "días del libro", o sí deberían celebrarse pero de otra manera?, ¿y qué otra manera sería?

En fin, que solo percibo que se deleita usted en poner la lupa para descubrir la mancha, pero no acabo de comprender si tiene alguna propuesta para limpiarla. 

Sí, es cierto que al final propone usted algo, sobre la feria. Una especie de evento paralelo a la festividad consumista. ¿no se ha intentando ya, con iguales críticas de uno y de otro lado? Siempre dependiendo de quiénes fueren los organizadores o responsables del evento, la facción contraria (siempre hay una facción contraria) arremetería por no estar incluida una correcta representación de los suyos en correspondiente cuota a su importancia... etc. 

Todos estos eventos siempre están reproduciendo aquella historia del padre y el hijo que fueron a comprar un burro a la feria. Y creo que al final, lo que nos enseñaba aquella historia es que había que escuchar menos las críticas y tomar las decisiones sobre la base de un criterio propio, que ese siempre resiste toda crítica. Y creo que eso han hecho, por ejemplo, los libreros, que celebran una feria del libro para lo que le sirven las ferias del libro a los libreros, para vender libros. Las ferias del ganado sirven para vender ganado y las ferias de alimentación sirven para vender alimentos (locales, preferentemente). Lo demás, si se quiere añadir, que se añada: manifestaciones veganas, coloquios sobre dietética, etc. Los gobiernos financian estas cosas, porque estas cosas sirven para mover la economía, para atraer visitantes que gastan sus dineros, visitan la ciudad y lo comentan a sus amigos que vienen en las siguientes vacaciones. Es un planteamiento a largo, medio plazo y un beneficio distribuido.

Yo me arriesgo a pensar que los escritores, locales y de más allá, y lectores de literatura seria de la buena, esperan con excesiva comodidad a que sean otros, los libreros, el gobierno, los que se molesten en organizarles eventos a ellos, porque para eso pagan sus impuestos y votan, y su voto tiene más calidad que la masa ígnara que compra libros de adolescentes mediáticos, y presentadores de televisión metidos a escritores por vía interpuesta (no sé qué significa, pero me gusta cómo suena, y quiero decir, que no los escriben ellos sino que editores audaces pagan a alguien para que los escriban y ellos lo firman) en muchos casos. Pero lo cierto es que ellos aportan menos, o por lo menos están menos interesados en aportar más de forma voluntariosa. 

Si los escritores locales y los lectores de buena literatura se hubieran empeñado en fomentar sus gustos y sus obras, en crear un clima de cultura más allá de los aspectos económicos, tal vez se les prestaría más atención, si pensaran a más largo plazo y no al plazo pequeño de sus pequeñas urgencias, habría un "clima cultural" que contagiaría a la feria del libro. 

Pero cada uno desde su madriguera hace como aquel topo de la canción solo que al revés, (el topo no salía de su madriguera porque la luna brillaba tanto que le parecía un sol) que solo ven oscuridad por más sol que luzca y para eso, para que no se les vea, a ellos, para que ellos no puedan ver a quienes ellos quieren, no salen. Y por eso no están en la foto. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario