sábado, 1 de septiembre de 2018

Flechazo.... errado

Fue en el supermercado. Nos quedamos mirando uno a la otra y la otra al primero. No quedó más remedio que sonreírnos y saludarnos.
-Hola -dijo ella.
-Hola -dije yo.
-¿Nos conocemos? -continuó ella. Lo que rompe el encanto porque lo que uno creía que era una especie de flechazo espontáneo se puede convertir en una simple confusión de alguien que no tiene mucha pericia en reconocer una cara.
-No, qué va -respondí yo-, mi vida no es tan interesante.
Y entonces ella me miró así como diciendo, y este de qué va, y continuó su camino como si no hubiera pasado nada.
Yo también, pero reconozco que el hecho de estar en el pasillo de las cervezas me sirvió de estímulo para no mostrar mi completo desacuerdo con el paso del tiempo y el poco beneficio que me ha tocado en el reparto de atractivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario