lunes, 9 de octubre de 2017

La Comuna de París

Leyendo El cementerio de Praga de Umberto Eco, llegamos, Simonini, el abate Dalla Piccola y yo, a los tiempos de La Comuna de París. Justo en los días en que en Cataluña tenemos La Comuna Catalana.

He oído muchas veces mencionar eso de la Comuna de París, pero nunca me había interesado en profundizar en ello, así que he aprovechado la lectura para hacerlo ahora.

Resulta que  por asuntos que no vienen al caso, se echaron a pelear los Prusianos y los Franceses. Y los prusianos eran más fuertes, así que ganaron. Eso ocurría en tiempos de Napoleón III un señor que gobernaba en Francia después de haberle dado la patada a la Segunda República.  Estamos en 1871.

La derrota no les sentó nada bien a los franceses, que querían seguir peleando, y aprovecharon la ignominia sufrida para expulsar a Napoleón III. Entonces los prusianos se pusieron a bombardear París hasta que alguien les firmara el certificado de derrota, para que les constara en el currículum. El tal certificado incluía que los prusianos se quedaban con dos regiones que pertenecían al territorio francés de toda la vida, como eran Alsacia y Lorena. El resquemor por la pérdida de estas dos regiones no estaría lejos, años después, de las causas que provocaron la I Guerra Mundial.

A los parisinos no les gustó nada estas cesiones y se rebelaron contra el gobierno de la nueva República, que ya era la Tercera. Esta rebelión fue llamada la Comuna de París. Fue, en toda regla, el primer ensayo de un gobierno de inspiración izquierdista. Había delegados, pero no representantes, estaban organizados por barrios que se auto gestionaban... El consejo promulgó algunas leyes que abolían las últimas decisiones impopulares del gobierno  de la república, que, a todo esto, se había retirado a Versalles, además de otras de carácter ideológico, como olvidarse de la guillotina o conceder pensiones a las viudas y huérfanos de los muertos en acto de servicio  en la Guardia Nacional -un ejército irregular al que podía unirse cualquier francés con capacidad de portar armas. Tanto los socialistas como los comunistas como los anarquistas reclaman para su ideología los méritos de esta experiencia.

Pero esta escandalosa experiencia de autogobierno del pueblo sin unos gobernantes serios y dignos que pusieran orden no gustó nada entre las clases dirigentes, que en apenas dos meses acabaron con el experimento. La represión fue muy gorda, se habla de entre veinte mil y cincuenta mil muertos, la mayoría fusilados, que muchos menos fueron los que murieron defendiendo las calles, a fuerza de barricadas. Se concede que algunas burradas perpetraron los comuneros, empezando por el fusilamiento de dos altos mandos del ejercito al principio del asunto y luego el fusilamiento de un obispo y otros presos que tenían encerrados como represalia de los ataques del ejército gubernamental. También se les atribuye la quema de edificios públicos. En suma serían unos 1000 individuos los que morirían asesinados a manos de los revolucionarios, y tal horrenda matanza mereció un castigo descomunal, ya digo, algunas algunas fuentes  alcanzan cifras de hasta los cincuenta mil represaliados por el gobierno de la república, además de establecer la ley marcial durante cinco años. (Al Reinado del Terror, durante la revolución francesa, le atribuyen 10000 decapitaciones)
(Toda la información que he expuesto proviene de la wikipedia)

Observando todo eso que está pasando en Cataluña, uno no puede menos que mostrar su satisfacción de que  a pesar de los pesares, es decir, a pesar de que los seres humanos no parece que cambiemos a mejor con la velocidad a la que lo hacemos por ejemplo de móvil, azuzados por las innovaciones tecnológicas, cambiar, estamos cambiando; somos, indudablemente, menos brutos, al menos en algunas partes del mundo. Estos sucesos catalanes trasladados a la época de la comuna ya se hubieran resuelto con la misma, si no peor, contundencia con que se resolvieron aquellos. Si por un quítame allá esas protestas, huelga general de los obreros que rechazaban el envío de tropas a Marruecos, porque ellos, que no podían pagar sustitutos, eran la tropa, el gobierno de Maura envió al ejército (Semana Trágica de Cataluña: se dice que el gobierno reprimió con fuerza a los manifestantes. En resumen se habla de  78 muertos en los disturbios, y luego, en la represión, cinco condenas a muerte, 175 expatriados, 59 cadenas perpetuas), qué no harían si de lo que se tratase fuera de una Declaración Unilateral de Independencia.
Así que, esperanza, amigos, las cosas van mejorando. Muy poquito a poco, pero allá que van.

No. Me retracto. En el siglo veinte es que nos hemos vuelto locos matando, así, en plan industrial: Ranking de genocidios del siglo XX

3 comentarios:

  1. Ts, ese giro al final me dejó contando cráneos. Pero volviendo al tópico ¿habrá mejoras generales? Quizás no, quizás son sólo particulares y luego a eso los masacra una generalidad. El resto con matemáticas.

    ResponderEliminar
  2. "Entonces los prusianos se pusieron a bombardear París hasta que alguien les firmara el certificado de derrota, para que les constara en el currículum." Remarco

    ResponderEliminar
  3. Como especie hemos mejorado, hemos mejorado nuestros mecanismos de exterminio, ahora somos más productivos, matamos más con menos.

    ResponderEliminar