No acabo de comprender el movimiento de las esferas.
Todo ese rollo científico de la atracción
de las masas, el movimiento inercial y el vacío.
Estoy por unirme a aquellos que lo atribuyen todo al golpe en la cabeza
de algo más contundente que una manzana.
Y la cosa se vuelve más complicada
a medida que se profundiza: protones
electrones neutrones mesones gravitones.
Ese bullir de cosas pequeñitas que hay debajo de cada cosa mayor.
Por no hablar del tiempo y sus arrugas,
estiramientos y encogimientos
según se suba o se baje, se aleje o se acerque, se venga o se vaya.
Dice el Tao en el veintiséis que
"Estar intranquilo es perder el control de uno mismo"
Y yo le pregunto al Tao que cómo puede permanecer tranquilo
teniendo que desenvolverse en medio de toda esta complejidad.
El Tao debería responderme ahora que toda esta complejidad no es tal
si miramos lo suficientemente cerca
o lo abarcamos todo con la mirada.
Pero no, lo que dice, en el sesenta y ocho, es que
"el sabio lleva ropas toscas y guarda la joya en el corazón"
Supongo que eso es una enseñanza.
lunes, 17 de abril de 2006
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario